miércoles, 2 de noviembre de 2022

Operación Pampero, una misión secreta para contrarrestar los bombardeos de larga distancia británicos sobre Malvinas que incluían un eventual ataque al continente


El 1 de mayo de 1982 comenzaba la serie de bombardeos de largo alcance realizados por los británicos desde la isla Ascensión con sus Avro Vulcan acompañados por los reabastecedores Víctor, operación conocida como Black Buck. De las siete misiones planificadas, dos fueron abortadas o canceladas en distintas etapas, dos fueron dirigidas contra los radares argentinos en las islas y las otras tres contra la pista de las Base Aérea Militar Malvinas de Puerto Argentino. En ninguno de los tres raids sobre la pista de Puerto Argentino consiguieron el objetivo, la pista permaneció operativa durante todo el conflicto.
Con este antecedente, los primeros días de mayo de 1982, El Comando de Defensa Aérea de la Fuerza Aérea Argentina con asiento en Merlo, provincia de Buenos Aires comienza a diagramar una operación para contrarrestar los ataques británicos desde la isla Ascensión, que eventualmente también podrían haberse dirigido contra objetivos en el continente. Finalmente, el 20 de mayo de 1982, el vicecomodoro Jorge Bernárdez presenta lo que se conocería bajo el nombre de Plan de Operaciones Nº 2 “Pampero”.
El plan se inició con apreciaciones de inteligencia que señalaban que el enemigo tenía la capacidad de efectuar ataques aéreos a larga distancia sobre bases aéreas propias en las islas Malvinas o en el continente. Si bien había una defensa aérea directa desplegada en lugares críticos, era conveniente encarar una interceptación lejana.
El objetivo de la operación Pampero era detectar, interceptar y destruir los bombarderos, los reabastecedores y/o los aviones de reconocimiento en su ruta hacia o desde el territorio continental, un objetivo dividido en dos fases una de despliegue y una de ejecución.


En la fase de despliegue, el plan consistía en emplazar en la Base Aérea Militar Mar del Plata dos aviones Mirage III con misiles Matra 530, dos aviones Mirage V Dagger con misiles Shaffrir, ambos sistemas de armas con tanques de combustibles suplementarios de 1.700 litros y un equipo técnico mínimo de apoyo en tierra. Además, se emplazaría un avión LearJet 35A para guiado de navegación y retransmisor.
Cuando el despliegue de esos medios se hiciera efectivo y estuvieran listos para operar desde la BAM Mar del Plata, comenzaría la fase ejecución.
Al no disponer de medios de detección radar para una interceptación clásica, la misma se realizaría con la adquisición visual del blanco, lo que implicaba una operación diurna y con buenas condiciones de visibilidad.
Según afirma el archivo secreto liberado por la FAA recientemente, se contaba con una fuente confidencial que podía proporcionar el derrotero de los bombarderos desde la isla Ascensión, para el caso del derrotero luego de realizados los ataques, la interceptación se haría con información de los radares de las bases aéreas argentinas.
El área continental se dividió bajo dos responsabilidades, una para las bases aéreas de Comodoro Rivadavia y Trelew, y otra para las bases aéreas San Julián, Río Gallegos y Río Grande.
Con la información de posibles raids, la orden de despegue emanaría del Comando de Defensa Aérea Baires, que indicaría el despegue de la escuadrilla interceptora desde la BAM Mar del Plata, manteniendo el estado de alistamiento de espera en 15 minutos en horario diurno.
Según la Base Aérea Militar atacada, había tres puntos de interceptación, elegidos en diagonal y de norte a sur partiendo desde la BAM Mar del Plata, el primero comprendía a las BAM de Trelew, Comodoro Rivadavia y San Julián, el segundo a las BAM de Santa Cruz y Río Gallegos y el tercero a la BAM Río Grande.


La orden final era taxativa, identificado el objetivo enemigo visualmente se procedería a su ataque y destrucción con misiles y/o cañones.
La inteligencia había informado que, si bien los bombarderos y reabastecedores no contaban con medios defensivos, si contaban con equipos de contramedidas electrónicas para interferir el radar de los Mirage y radar de alarma en la cola.
Todo el control de la operación Pampero recaería en el puesto de comando del CODAZ BAIRES que se encuentra en el CIC BAIRES del Grupo 1 de Vigilancia Aérea ubicado en Merlo, provincia de Buenos Aires.
Con la información que se contaba de los bombarderos Avro Vulcan se pudo realizar una tabla con las estimas de navegación, por ejemplo, en el punto A, el primero para la interceptación, la distancia en millas náuticas desde las BAM de Trelew, Comodoro Rivadavia y San Julián era de 540, 705 y 775 respectivamente, lo que insumía entre una hora y quince y una hora y cuarenta y cinco de vuelo. El punto A se encontraba sobre el océano Atlántico a la altura de Puerto Madryn, a 470 millas náuticas de la costa. El tiempo de navegación desde la BAM Mar del Plata hacia el punto A era de 42 minutos para cubrir una distancia de 278 millas náuticas, lo que le permitía a los Mirage una espera por alrededor de 35 minutos.
Finalmente, el plan fue eso, sólo un plan, no se llevaron a cabo ninguna de las dos fases, ni la de despliegue y obviamente tampoco la de ejecución.
Como contrapartida, también hubo planes británicos de ataques al continente a través de los bombarderos Avro Vulcan, pero tampoco pasaron de una fase de planificación, como es bien sabido. En el caso de la operación Black Buck, con el mismo tipo de avión, los resultados fueron muy pobres, de siete misiones preparadas dos fueron abortadas, dos fueron dirigidas a radares siendo efectiva una de ellas y las tres restantes dirigidas a inutilizar la pista de la BAM Malvinas fueron un fracaso, la pista de Puerto Argentino estuvo operativa durante todo el conflicto bélico.
Como detalles de color se puede agregar que el indicativo a utilizar por los Mirage II y V sería "Halcón", el LearJet sería "Libra"; los códigos para referirse a los aviones enemigos serían “Chinche” y un color para cada tipo de aeronave, los bombarderos Vulcan serían llamados "chinche azul" y los reabastecedores Victor serían llamados "chinche verde".
En el caso del derribo de alguno de los aviones enemigos el código sería “chinche al bombo”.
La meteorología no quedó exenta de los códigos, “dulce” para meteorología apropiada para la misión y “ácido” para meteorología inapropiada.


Fuente: Comisión Especial Malvinas. Consejo Supremo de las FFAA. 2022.