viernes, 17 de marzo de 2023

Después de 40 años arribó el reconocimiento para el ingeniero de Sagem que participó en la integración del cazabombardero Super Étendard y el misil Exocet en el otoño de 1982


El 22 de septiembre de 2022 se llevó a cabo una ceremonia en los hangares de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque en la Base Aeronaval Comandante Espora de la Armada Argentina, fue allí, en ese “hangar verde”, que en el otoño de 1982 los ingenieros del equipo Dassault fueron decisivos para la integración del misil AM-39 Exocet de Aérospatiale con el cazabombardero Dassault-Breguet Super Étendard.
En esta ocasión se reconoció con un diploma a todo el personal de la EA32 que participó en la guerra de Malvinas, pero hubo un invitado de honor, el ingeniero de Sagem Christian Larrieu, especialista en electrónica y hace más de 40 años encargado de la puesta a punto de la central inercial Uliss 80 del Super Étendard, el sistema de navegación y de ataque que efectúa los cálculos y elabora las señales necesarias para el bombardeo, los ataques aire-tierra y aire-mar como también el uso de cañones, misiles y cohetes. El sistema está constituido por una unidad de navegación y ataque (UNA 80), un puesto de comando y de navegación (PCN 80), y una unidad de intercambio y control (UEC).



Fue así como, en ese trabajo mancomunado entre el equipo Dassault y el personal de la EA32 al mando del comandante Colombo, especialmente hay que mencionar a los tenientes de fragata Machetanz y Rodriguez Mariani, por entonces pilotos armeros de la Escuadrilla que habían realizado un curso en Aérospatiale, se logró la validación del Exocet en la primera quincena de abril de 1982. Para el 11 de abril se logró poner cuatro aviones "listos para volar", validando el misil AM-39 Exocet. No así el quinto avión, ya que se canibalizaron muchos equipos para salvar los problemas en los otros cuatro aviones.
Días después, con el conflicto escalando, los cazabombarderos Super Étendard fueron desplegados a la Base Aeronaval Río Grande.
Y llegaría el 4 de mayo de 1982, el bautismo de fuego de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, cuando en una misión a cargo del capitán de corbeta Augusto Bedacarratz y del teniente de fragata Armando Mayora, con los aviones 3-A-202 y 3-A-203 de la EA32, sentencian de muerte al destructor tipo 42 Sheffield de la Marina británica, que se hundiría días más tarde.



Este reconocimiento tiene además un valor histórico, hecha por tierra versiones infundadas sobre la operatividad, puesta a punto y validación lograda en la dupla Exocet-Super Étendard en los hangares de BACE, una de esas versiones, que circularon por muchos años y por distintos medios, es aquella que afirmaba que un piloto de Aerolíneas Argentinas desde Paris había traído a la Argentina los códigos del misil, un hecho que nunca sucedió como fue relatado, a continuación la explicación que da por tierra con esa historia.
Después de utilizar el quinto y último misil Exocet, el 30 de mayo de 1982, la Armada Argentina consiguió en Sagem France cuatro tarjetas electrónicas (para 2 centrales inerciales Uliss 80 de Super Étendard) para poder lanzar las bombas de 500 libras.
El ingeniero de Sagem que se encontraba en la Base Aeronaval Comandante Espora ya había regresado a Francia el 20 de mayo, pero había instruido al piloto armero de como cambiar esas tarjetas.
Fue un tripulante de Aerolíneas Argentinas quien las trajo desde Paris.
En el aeropuerto de Ezeiza entregó las tarjetas a la Armada, y gestionado por el piloto armero de la EA32 llegaron a Río Grande para hacer el cambio de las mismas.
Lamentablemente los cazabombarderos Super Étendard no volvieron a volar para atacar con bombas durante el resto del conflicto.

Lic. Hernán Favier 15 de marzo de 2023
 
Un especial agradecimiento a Christian Larrieu, por estos años de amistad y por compartir desinteresadamente sus vivencias durante la guerra de Malvinas