jueves, 22 de noviembre de 2012

Reconocimiento de la Fuerza Aérea Argentina a la Fuerza Aérea del Perú por su compromiso durante la guerra de Malvinas


Fuerza Aérea Argentina reconoció a la Bandera de Guerra FAP.

La Fuerza Aérea Argentina condecoró con la Medalla al Mérito a la Bandera de Guerra de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), al reconocer la cooperación y hermandad de la nación peruana durante la guerra de Malvinas en el otoño de 1982. El acto se cumplió en la plaza de armas de la base aérea Las Palmas, con la asistencia del titular de Defensa, Pedro Cateriano y del comandante general de la FAP, Pedro Seabra Pinedo. En representación de Argentina, participó el embajador Darío Alessandro y el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Normando Constantino.
La condecoración se brinda por la constante integración y fortalecimiento de la amistad entre las Fuerzas Aéreas de ambos países. La embajada Argentina resaltó que la FAP brindara una incondicional cooperación en la llamada Gesta de Malvinas, a través del aporte de medios recibidos oportunamente, pese a las barreras de la distancia y de los tiempos de conflicto. “Así se reafirmó los lazos fraternales que han sabido cultivar nuestros próceres, sustentados en un pasado común y en una identidad de costumbres y tradiciones, que hoy tenemos el ineludible compromiso de incrementar”, indicó en comunicado de prensa.

Fuente: Medios del Perú 22 de Noviembre de 2012

domingo, 30 de septiembre de 2012

Fallecimiento del Contraalmirante Carlos Busser, el recuerdo


Como jefe de la Infantería de Marina de la Armada Argentina, estuvo al frente de la Operación Rosario. Los efectivos para llevar a buen puerto esta operación pertenecían a la Flota de Mar, a la Aviación Naval, al 2° Batallón de Infantería de Marina, al Regimiento de Infantería 25 del Ejército y aviones C-130 Hércules de la Fuerza Aérea. La operación culminó exitosamente con la recuperación de las islas Malvinas logrando la rendición de la guarnición a través del gobernador británico Rex Hunt. 
Carlos Alberto Büsser había nacido en Rosario, provincia de Santa Fe, el 10 de enero de 1928



En navegación en el ARA "Cabo San Antonio", 01 de abril de 1982, 1830. Arenga realizada antes del inicio de la Operación.

Soy el Comandante de la Fuerza de desembarco, integrada por efectivos de la Infantería de Marina y del Ejercito Argentino embarcados en este buque, de algunas fracciones a bordo del destructor Santísima Trinidad, del rompehielos Almirante Irizar y de los buzos tácticos embarcados en el submarino Santa Fe. Nuestra misión es desembarcar en nuestras Islas Malvinas y desalojar a las fuerzas militares y autoridades británicas que se encuentran en ellas. Eso es lo que vamos a hacer.
El destino ha querido que nosotros seamos los encargados de reparar estos casi 150 años de usurpación
En esas islas vamos a encontrar una población con la que debemos tener un trato especial. Son habitantes del territorio argentino y, por lo tanto deben ser tratados como lo son todos lo que viven en la Argentina. Ustedes deberán respetar estrictamente la propiedad y la integridad de las personas. No entraran en ninguna residencia privada, si no es por razones de combate. Respetaran a las mujeres, a los niños, a los ancianos y a los hombres. Serán duros con el enemigo, pero corteses, respetuosos y amables con la población de nuestro territorio, a la que debemos proteger. Si alguien incurre en violación, robo o pillaje, le aplicare en forma inmediata la pena máxima.
Ahora con la autorización del señor comandante del grupo de transporte, quiero expresar que lo que haga la fuerza de desembarco será el resultado de la brillante tarea que los integrantes de ese grupo ya ha realizado. Gracias por traernos hasta acá y gracias por ponernos mañana en la playa.
No dudo que el coraje, el honor y la capacitación de todos ustedes, nos dará la victoria. Durante mucho tiempo hemos venido adiestrando nuestros músculos y preparando nuestras mentes y nuestros corazones para el momento supremo de enfrentar al enemigo. Ese momento ha llegado.
Mañana ustedes serán los vencedores. Mañana mostraremos al mundo una fuerza Argentina valerosa en la guerra y generosa en la victoria.
Que Dios los Proteja. Ahora dirán conmigo.
¡VIVA LA PATRIA!

domingo, 17 de junio de 2012

Testimonios en primera persona: emotivo relato del VGM Marcelo Vallejo sobre la entrega de su compañero del RIMec 6 Sergio Azcarate

Sergio Omar Azcarate, un héroe de la Patria!!!

Sergio nació el 11 de agosto de 1962 en Lobos, provincia de Buenos Aires.
Hizo el Servicio Militar en el Regimiento de Infantería Mecanizado 6 General Viamonte.
Sergio se presentó como la gran mayoría de los soldados que ya estaba de baja y no dudó ante el llamado de la patria en presentarse al Cuartel, como a todos, la incertidumbre de lo que podía pasar se terminaba cuando los soldados se encontraban con aquellos compañeros del Servicio militar, todos pensábamos en Malvinas, la Bandera, la Patria!!
Pero había algo muy fuerte y eran los compañeros, los camaradas, si vos vas, vamos todos, y así fue como la mayoría de los soldados, para sorpresa de muchos, se presentaron para cumplir con el juramento… Defender la Bandera!!!
En el Regimiento 6 no faltó un soldado!!!
Sergio llegó a Malvinas el 13 de abril, y su destino y lugar de combate fue el monte Williams, siempre le puso el pecho a los trabajos, desde aquella larga caminata con el mortero con todo el equipo al hombro, casi 20 km dando todo y transmitiendo fuerzas a sus compañeros, para muchos la guerra fue corta, para Azcarate y su grupo, fue duro cada paso que dimos en Malvinas, hacer un pozo para un mortero pesado no era un trabajo fácil y menos en aquel lugar, cargar con los cajones de municiones y esperar…
Las guardias, las lluvias, el viento, las noches donde nos veíamos las caras por las explosiones de las bombas, tantas cosas para contar…
Estaba con su grupo para dar apoyo a los compañeros que tendrían que combatir en el frente. Esa era su misión. La misión de los morteristas. La espera fue larga. Resistiendo muchos bombardeos a partir del primero de mayo. Nunca quebraron el espíritu de este soldado. Muchas veces puteaba y decía porque no los vamos a buscar, que esperamos?
Muchos de los que estábamos en el monte sentíamos la impotencia de ver como por las noches la artillería enemiga nos tenía en alerta y sin descanso. Y pasaron los días.
El frío nos calaba los huesos, pero siempre estuvo dispuesto. En las guardias interminables, en las noches que pasamos en el pozo esperando órdenes de tiro, esperando al enemigo. Siempre había algún alerta de infiltraciones, de bombardeos, de ataques finales…
Y allá salía Sergio con su fusil a cuidar de aquella posición con sus compañeros. Si alguien no tenía el fusil para la guardia nunca dudaba en darle el suyo, gestos como estos no se olvidan nunca!
12 y 13 de junio. Aquellos morteros hicieron sus primeros disparos entre los gritos de Viva la Patria!! O tomen hijos de puta!!
El apoyo que necesitaron nuestros compañeros se pudo hacer con muchas dificultades ya que cada disparo hundía en el barro la placa base y nuestra arma quedaba inutilizada entre la bronca y la impotencia de no poder seguir tirando.
Ya no importaba el bombardeo. Malvinas era un infierno. Entonces a trabajar en la oscuridad metidos con el barro hasta las rodillas, nuestro compañero no aflojaba. En un momento le pidió al resto que descansen que el los llamaría cuando aquel fierro de más de 100 kilos esté en condiciones de sacarlo. Con los pies duros pero el corazón caliente.
Aquella noche se volvieron a armar los morteros.
El 13 de junio fue un día donde cada uno se protegía como podía, ya sin pozo y a la intemperie esperamos nuevas órdenes de tiro…
Una bomba dio de lleno en el pozo del mortero 3 donde horas antes se encontraba el grupo tirando…
Llegó la madrugada del 14 de junio. Aquel día conseguimos algo de comida que compartimos entre todos y no es cuento cuando digo una cucharada para cada uno porque fue lo que pasó.
Se combatía en Tumbledown a 500 o 600 metros nuestros. Todo eran gritos y órdenes.
Con el amanecer del 14 de junio se veían soldados por todos lados, Sergio y su grupo firmes al pie del cañón.
Entonces llegó la orden de limpiar las armas para el combate cuerpo a cuerpo. Aquel grupo era de 18 soldados. Teníamos pocos fusiles pero nadie se movió de su puesto de combate. Puedo recordar y sentir las palabras de aliento: -¡Matar o morir!
¿Qué más quedaba en aquella batalla? ¿Miedo? Si, por supuesto, ya no se pensaba en lo que podía pasar mañana, todo cambiaba minuto a minuto…
Hasta que nos llega la orden de tomar las armas de mano, las municiones y replegarnos a Puerto Argentino. Tal vez la última orden y la más dura.
Había mucha bronca porque ese era nuestro lugar y Sergio, como varios compañeros, se resistían a tener que irnos.
El grupo se reunió y bajamos hasta el camino después de destruir nuestros morteros y entre discusiones por quedarnos o replegar. El nuestro fue el último de los grupos en dejar aquel monte. Serían las 10 de la mañana. La misión se había cumplido, se había hecho mucho más de lo que todos imaginan, el olor a pólvora y humo acompañaba aquel repliegue de los soldados del 6, pero ya nos tenían en la mira y entonces las bombas empezaron a caer por todos lados, esta vez en un camino donde no teníamos refugio alguno.
A lo lejos el pueblo, y nosotros todavía en el campo de batalla, en el infierno.
Sergio Azcarate, en un momento de retraso, venía con dos cajas de municiones de ametralladora, unas cajas muy pesadas que no quiso dejar a pesar del pedido nuestro. No pensaba en rendirse, el decía que esas balas nos iban a hacer falta. Con otros compañeros le pedimos que apure el paso porque teníamos que salir de esa zona, todo podía pasar en aquel momento, pero Azcarate, a pesar de la situación en que nos encontrábamos, sacó unas municiones trazantes y dijo, mostrándolas con la mano levantada -¡todavía tengo esto para estos hijos de puta!
En ese momento una ráfaga dio de lleno sobre nosotros, volamos por el aire y cada uno se levantó como pudo. Aturdidos. Pero Sergio, nuestro compañero, nuestro amigo, no se levantó y allí quedó en paz… Qué se puede agregar!
Para muchos un soldado más, para nosotros un soldado que no se guardó nada, compartió, se la jugó por sus camaradas, tal vez fue uno de los últimos que cayó, por eso digo que el cumplió con lo que tenía que hacer, dar apoyo a sus compañeros, resistió hasta el último día y cayó con honor. Cuando se llenan la boca hablando de lo profesionales que eran los soldados ingleses...
Este héroe de la patria soportó casi 70 días en un pozo, combatió, dio su vida y no pidió nada a cambio.
POR DEFENDER SU BANDERA. POR DEFENDERTE A VOS...
ESTOS HEROES DE LA PATRIA NOS PIDEN QUE NO LOS OLVIDEMOS…
HONOR Y GLORIA A NUESTROS HEROES DE MALVINAS!!!
Y A LOS 11 GUERREROS DEL REGIMIENTO 6 VIVA LA PATRIA!!!
VOLVEREMOS!!!


Fuente: VGM Marcelo Vallejo, 13 de junio de 2012
Agradecimiento: Diego Olavarría

domingo, 10 de junio de 2012

Semblanzas de nuestros héroes caídos en Malvinas. Recordando al soldado Julio Rubén Cao. Sus cartas desde las islas

Hace exactamente treinta años, un 10 de junio de 1982 caía en combate el soldado Julio Cao, esta es su historia:

El soldado Julio Rubén Cao nació en Ramos Mejía el 18 de enero de 1961. Se recibió de docente, cursando luego el profesorado de literatura y de magisterio. Ejerció la docencia en las escuelas Nº 95, 96 y 32 de La Matanza y en el año 1981 cumplió el Servicio militar obligatorio en el RIM III "General Manuel Belgrano" de La Tablada, provincia de Buenos Aires.
Terminado el Servicio militar obligatorio, volvió a ejercer la docencia hasta que, con motivo de la recuperación de las islas, se presentó como voluntario un 12 de abril de 1982, y fue destinado con su unidad a Puerto Argentino.
En plena guerra, Julio Cao escribió varias veces desde Malvinas. La carta más extensa iba dirigida a la directora del colegio en el que daba clases y a sus alumnos de 3º grado. En ella les pide disculpas por su repentina partida hacia las islas.
La carta completa está fechada en Puerto Rivero, el nombre con el que se llamó a la capital de las islas en un primer momento.
Su muerte ocurrió el 10 de junio de 1982 durante la ofensiva británica sobre Puerto Argentino. La escuela Nº 32 de La Matanza, donde ejerció como docente antes de partir hacia las Malvinas, lleva su nombre.

Esta es la carta completa:

"Puerto Rivero, 24 de abril de 1982

Sra Directora: He recibido carta de mi esposa quien me transmitió la preocupación de todo el personal de la escuela en cuanto a mi presencia luego de mi inesperada desaparición debido a mi incorporación al Ejército.
Deseo hacer llegar a ud y por su intermedio a todo el personal de la escuela mi mayor gratitud por haberme hecho sentir tan a gusto durante el corto lapso en que me conté entre uds.
Espero que no se tomen en cuenta la incorrecta redacción y caligrafía de estas líneas pues es un soldado no un maestro quien las escribe.
Considero que uds desearán saber las condiciones en que vivimos aquí los soldados, que según tuve oportunidad de comprobar son muy distintas a las que describen en los diarios.

Formo parte de la sección Atam del Regimiento de Infantería Mecanizada 3. Nuestra misión es dar apoyo de artillería a la primera línea de las compañías de Infantería de nuestro regimiento que se encuentran sobre las costas. Nosotros nos encontramos 100 o 150 metros a retaguardia, prácticamente en el frente.
Estamos a unos 3 km del Puerto Rivero (Puerto Argentino), en la isla Soledad y vivimos en pozos de 1m por 2m aproximadamente (pozos de zorros) en parejas, de a dos soldados; la humedad de la tierra es nuestro mejor compañero. Comemos bien, pero la ansiedad hace que sintamos mayor apetito, no hay comida que alcance. Hace frío, frío, mucho viento y el clima en general es muy húmedo. Las noches son muy largas y se hacen más largas porque cumplimos 2 hs de guardia.


Releyendo la carta me doy cuenta de que los estoy describiendo un panorama para nada alentador, pero la realidad es que no es nada que no pueda soportarse; principalmente porque la moral de la tropa es muy alta en general.
Con respecto a la situación en general, recibimos las informaciones de la radio local que no son otras que las que "la superioridad" quiere que sepamos; sobre el ataque a las Georgias y demás, en general muy escasas. Por otra parte ya hubo enfrentamientos acá en la isla Soledad que no sé si son de dominio público: el día 27 de abril a las 2130hs, comenzamos a oír que la artillería que se encuentran a retaguardia tiraba sobre las costas; recibimos órdenes de alistarnos y de mantenernos atentos dentro de las posiciones. No teníamos otra información más que el hecho de que el fuego continuaba ininterrumpidamente. Nos encomendamos a Dios y esperamos. No sé si temblaba de frío o de miedo, pero temblaba. Hasta las 330 hs del día siguiente continuó el fuego y algunos tiroteos aislados que seguramente eran producto de algún miedoso (que constituyen un verdadero peligro) a las 4 hs aproximadamente recibimos noticias de que el peligro había pasado y podíamos dormir. Por la mañana, el teniente coronel, Jefe del Regimiento, nos informó por radio lo sucedido: el radar había detectado lanchones de desembarco (aproximadamente 100 efectivos) y un submarino a 1000 metros de las costas. El fuego de la artillería los cerró y puso fuera de combate, el submarino se alejó. Más que ese susto no pasó nada y esto nos sirvió para darnos cuenta de que un desembarco en esta zona es prácticamente imposible.

Señora deseo recordarle que esta información y todo lo que se refiere a mi ubicación no he hecho llegar ni a mi esposa ni a mi familia, con el objeto de no alarmarlos más de lo que por el hecho mismo se encuentran. Igualmente tengo la seguridad de que las cosas no van a llegar a mayores y que esto va a terminar muy pronto; no sabe cuánto deseo volverme a encontrar frente al grado cumpliendo esa misión mucho más gratificante y provechosa que la que tengo encomendada.


Desearía que hiciera llegar a la maestra de 3ro D este mensaje para mis alumnos:

"A mis queridos alumnos de 3ro D:

No hemos tenido tiempo para despedirnos y eso me ha tenido preocupado muchas noches aquí en Malvinas, donde me encuentro cumpliendo mi labor de soldado: Defender la Bandera. Espero que ustedes no se preocupen mucho por mi porque muy pronto vamos a estar juntos nuevamente y vamos a cerrar los ojos y nos vamos a subir a nuestro inmenso Cóndor y le vamos a decir que nos lleve a todos al país de los cuentos que como ustedes saben queda muy cerca de las Malvinas. Y ahora como el maestro conoce muy bien las islas no nos vamos a perder. Chicos, quiero que sepan que a las noches cuando me acuesto cierro los ojos y veo cada una de sus caritas riendo y jugando; cuando me duermo sueño que estoy con ustedes. Quiero que se pongan muy contentos porque su maestro es un soldado que los quiere y los extraña. Ahora sólo le pido a Dios volver pronto con ustedes. Muchos cariños de su maestro que nunca se olvida de ustedes. Señora, además desearía hacer llegar mi recuerdo y saludos a todo el personal a la señora Bibiana, al Sr Galo, Cristina, Nora, Mercedes, Bárbara, Isabel y a todos los docentes de mi turno y de la escuela; a la señora Alicia quisiera que sepa que extraño mucho su mate de las 13 hs, y espero pronto volverlo a saborear ya que aquí el desayuno es una especie de mate cocido mezclado con cal de albañil y hasta un poco de cemento, nada de azúcar. Habiendo distraído demasiado su atención pero sintiéndonos por un instante con uds me decido a concluir estas líneas con la esperanza de encontrarme a la brevedad con ustedes.

Afectuosamente, JULIO".

viernes, 25 de mayo de 2012

1982 - 25 de mayo - 2012 A treinta años de la conmemoración de nuestra fecha patria en Malvinas


Han pasado treinta años desde aquella fría y ventosa mañana en la turba malvinense donde por primera vez desde 1833 se realizaba una formación y oficio religioso para conmemorar el nacimiento de la Argentina, recordando a los próceres de antaño y a los héroes desconocidos del presente, que ya habían entregado su vida en los días precedentes, cumpliendo con el deber que nos inculcaron desde muy jóvenes. Muchos otros, ilustres y heroicos desconocidos, luego de este día, ofrendaron su vida por los ideales de 1806 y 1807, 1810 y 1982. A todos ellos, a nuestros forjadores y a nuestros defensores, a los que se quedaron custodiando y a los que volvieron, mi eterno reconocimiento.


Mientras tanto el día patrio dejaba ver el esfuerzo argentino; tres aviones Harrier destruidos sobre los cielos de Puerto Argentino, la Fuerza Aérea atacaba con éxito buques en el estrecho de San Carlos y era hundido el destructor Coventry y los ya famosos Super Etendard de la Aviación Naval hundían al buque portacontenedores Atlantic Conveyor; como bien se diría, un día productivo para las fuerzas argentinas y un gran dolor de cabeza para las fuerzas británicas.

jueves, 24 de mayo de 2012

Testimonios en primera persona: las mujeres en el conflicto de Malvinas embarcadas en el rompehielos ARA Almirante Irízar


Seis instrumentadoras quirúrgicas salvaron vidas durante el conflicto con el Reino Unido; los soldados aún les escriben cartas en agradecimiento.

Tenían veintitantos y eran instrumentadoras quirúrgicas en el Hospital Militar Central. En junio de 1982 se presentaron voluntariamente a una convocatoria para prestar servicio en Malvinas. Un día después embarcaron rumbo al Sur y trabajaron en el Rompehielos ARA Almirante Irízar, que funcionaba como buque hospital frente a Puerto Argentino. Marta Lemme y Susana Maza recuerdan esos días con emoción y respeto. A 30 años de la guerra, pueden revivir cada momento y contar sus vivencias con detalles. Reconocen que tuvieron miedo y mucha ansiedad, pero no se arrepienten. "Nuestra función era servir a la Patria y eso hicimos", sostienen.
Marta había empezado a trabajar en el Hospital Militar Central (HMC) en 1980. Susana, cuatro años antes. El 2 de abril de 1982, cuando fue el desembarco argentino en el archipiélago, preguntaron si podían anotarse para ir, pero no había instrucciones precisas. Además, la mujer no estaba incorporada con grado militar a las Fuerzas Armadas: recién a fines de ese año se recibieron las primeras promociones.
En junio, por pedido del Hospital de Puerto Argentino, la dirección del HMC abrió una convocatoria: el combate estaba dejando heridos de gravedad y necesitaban personal idóneo para cirugías. "Nos avisaron que si queríamos, podíamos participar. Requerían personas que supieran preparar las salas, el material, la aparatología...En aquel entonces, al no haber personal militar, las instrumentadoras eran todas mujeres y eran civiles. Los enfermeros que tenían grado militar no eran instrumentadores", explica Susana.
El llamado rindió sus frutos: se anotaron cinco enfermeras del HMC y una del Hospital Militar de Campo de Mayo. "Fue una cosa rápida, nos dijeron un mediodía y salimos al día siguiente", dice. Marta agrega que los familiares tuvieron poco tiempo para digerirlo. "A veces me preguntan qué dijeron mis padres, pero no tuvieron tiempo de pensar", cuenta.
A las cinco de la mañana se juntaron en la guardia del HMC, en la avenida Luis María Campos, en Palermo. De ahí, Aeroparque, Río Gallegos, helicópteros, el Irízar. Las equiparon con borceguíes, camperas, abrigo. Y zarparon rumbo a Malvinas. Sintetizan: "Emoción profunda, ansiedad, incertidumbre".



En el rompehielos convertido en hospital había 300 hombres, militares. "Nos recibieron muy bien, fueron muy atentos. Primero estaban asombrados de que estuviéramos ahí", describen. "Cuando llegamos al buque, lo primero que quise fue llamar a mi familia para decir que estaba bien. Hasta que no encontré una radio para hacerlo no me quedé tranquila", dice Marta. Los primeros momentos a bordo fueron de incertidumbre. "Tuve miedo, inquietud. Nadie sabía nada y eso me ponía mal. Empecé a cuestionarme un montón de cosas. ¿Habré hecho bien? ¿Serviré para algo?", rememora.
"Una vez que me dijeron dónde y cómo íbamos a trabajar, ya me quedé tranquila", añade. Cuando llegaron a Puerto Argentino, el combate no daba tregua. El Irízar quedó en medio de fuego cruzado y el capitán tomó una decisión. Susana relata: "Nos comunicaron que nuestra presencia sería más útil en el barco que en tierra. Ya se preveía el cese de hostilidades: íbamos a pasar a engrosar la fila de prisioneros".
"Pusimos el grito en el cielo. Habíamos viajado para estar en Malvinas, queríamos bajar y estábamos ahí, justo enfrente. Pero pronto empezaron a evacuar heridos y el ritmo de trabajo se volvió intenso", recuerdan.
"Estábamos en un quirófano, al rato pasábamos a terapia, a postcirugía. Ibas de un lado al otro y en plena acción, aceleradas, no pensás, no te quejás: actuás", sintetizan. Según cuentan, el buque hospital estaba bien equipado: terapias intensiva e intermedia, varios quirófanos, radioterapia, radiología portátil, cámara hiperbárica, laboratorio clínico y consultorio odontológico.
"Los soldados quedaban sorprendidos al ver mujeres. Después de la sorpresa, empezaban a abrirse, a tener más confianza, veían en nosotras a una figura protectora; la hermana, la madre, la novia", recuerdan. No se les borran las caras de algunos heridos y ciertas intervenciones quirúrgicas. Meses y hasta años después, ellos tampoco olvidaron. "Nos agradecieron siempre, nos han escrito cartas. Uno hasta me invitó a su casamiento", cuenta Marta.


El regreso de Malvinas fue duro: el día en que les comunicaron el cese de hostilidades lloraron. Marta recuerda a un soldado que rezaba el rosario. "Esas cosas me emocionan. Hubo una misa y me descargué. Lloré, me aflojé. Todavía me emociono", cuenta. Susana habla de un oficial que la conmovió. "Nos mostró un cofre con la bandera argentina y nos dijo que en caso de ataque o hundimiento, iba a correr hasta ahí para sacarla, para que no cayera en manos enemigas. No es que sea sensiblera, pero hoy escucho una canción patria y me emociono", confiesa.
El grupo de mujeres volvió de Malvinas el tercer domingo de junio. Al día siguiente se presentaron a trabajar, pero les dieron una semana de licencia. Hoy, siguen trabajando como enfermeras instrumentistas en el HMC.

Fuente: La Nación 24 de mayo de 2012

viernes, 4 de mayo de 2012

Guerra de Malvinas. Testimonios en primera persona: El relato de Armando Mayora, en ese entonces Teniente de Fragata, sobre el ataque al destructor Sheffield


El ataque al Sheffield, una fragata tipo 42 que estaba a la vanguardia de la flota inglesa, supuso un duro revés para las fuerzas británicas durante el conflicto de 1982. Además, fue el primer barco que perdieron desde la Segunda Guerra Mundial. Mayora, sin embargo, recuerda que tuvo una sensación agridulce: el objetivo era pegarle al Invencible. "Todo el mundo estaba feliz. Yo no, porque el objetivo era el portaaviones. La única manera de poder haber cambiado el curso de la guerra era hundirles un portaaviones. Eso fue lo que sentí: que podríamos haber generado un cambio. Hundir al Sheffield fue un tema que les pegó, pero que no fue crucial. Si hundíamos un portaaviones, la cosa hubiese sido diferente", sostiene. A pesar de ese sentimiento, Mayora reconoce que la escuadrilla hizo su trabajo a la perfección. "El ataque del Sheffield fue el único que pudimos hacer como dice el libro. Salió perfecto", reconoce. "Éramos diez pilotos seleccionados y teníamos los mejores aviones. Éramos los de mayor experiencia, los de mayor capacidad. Habíamos armado las cosas bien", agrega. Admite que había preocupación. "Teníamos que enfrentarnos a la tercera potencia del mundo con el apoyo de la primera".


Para entrenarse específicamente para Malvinas, y como en la Argentina había dos destructores idénticos a los de la flota británica, usaron esos barcos como blancos. "Diseñamos nuestro perfil de vuelo y perfil de ataque en función de ellos. Me embarqué en el destructor ARA Hércules, con la gente de operaciones, para ver a cuánto se detectaban los buques, de qué manera", explica. "El día que desembarqué del ARA Hércules, el comandante me dijo: «Mucha suerte, no sé si nos volveremos a ver». Me sonó muy dramático, pero después llegué a la conclusión de que él era más consciente de lo que estaba por venir". Su escuadrilla decidió armar cinco parejas, el más antiguo operaba con el más joven. "Volábamos siempre juntos, siempre. En la guerra moderna, no podés emitir: el que dice algo y larga energía al éter es el que termina siendo descubierto. Nosotros estábamos fijando las reglas de emisión en forma muy estricta". Y agrega: "Desde el momento en que despegamos hasta que aterrizamos, nunca hablamos. Todo era por señas, y entre aviones separados por 1000 metros. Nos conocíamos tanto...". El 1° de mayo de 1982, primer día de combate, se frustró una misión de ataque porque los aviones tuvieron problemas al cargar combustible en vuelo. "Tuvieron que cancelar y volver. El acuerdo era que pasabas a la cola. La siguiente pareja éramos el CC Bedacarratz y yo", recuerda. El 2 de mayo fue el ataque al crucero General Belgrano. "Fue un tema duro para nosotros: no sabíamos qué había pasado, era todo incertidumbre", añade. Al día siguiente, Bedacarratz (3-A-202) y Mayora (3-A-203) estuvieron en cabecera, a punto de despegar. "Desde el momento en que te dicen que vas a atacar hasta que salís, pasan como tres horas, el prevuelo. Te tenés que vestir, armar el plan. Toda esa preparación lleva dos horas y pico. Lo hicimos el 3 de mayo y estábamos a punto de irnos, pero anularon la misión", recuerda.


El 4 de mayo amaneció nublado, lluvioso y con vientos muy fuertes. A las 7 de la mañana los sacaron de la cama porque había otro blanco. Un avión explorador de la Marina, el Neptune 2-P-112 al mando del CC Ernesto Proni Leston, había salido más temprano, había estudiado el área y había capturado datos de emisiones británicas. "En función de toda esa información, se nos ordena atacar. Fuimos hacia el avión reabastecedor, iniciamos el ataque, el Neptune emitió la última posición que tenía del blanco, nos pasó los datos y los pusimos en nuestro navegador inercial", detalla el capitán de corbeta retirado. Los aviones Super Etendard eran los únicos de la Argentina que tenían navegadores inerciales, imprescindibles para volar en el mar. "Veníamos volando muy, muy bajo, y muy, muy rápido. Era un día horrible, de chubascos, lluvias, de muy baja visibilidad, lo cual era perfecto para nosotros porque de esa manera podíamos entrar sin que nos detectaran", cuenta. A las 11 de la mañana, el momento de lanzar los misiles fue traumático. "Nos metemos en un chubasco, no veo a Bedacarratz, y cuando salimos del chubasco veo fuego debajo de su avión. Él había dado la orden de lanzamiento y yo no la había escuchado. Lanzo yo. Cuando sos piloto, estás acostumbrado a que cuando apretás un botón de los cañones, es inmediato. Y con los Exocet no es así. Tarda tres segundos, una eternidad. Hasta que de pronto se desprende el misil, que pesa 650 kilos. El avión se desbalancea y ahí ya estábamos girando a muy baja altura y a todo lo que daba. Nos fuimos sin saber qué había pasado", relata. Mayora resalta que hasta ese momento estaba "re contra enchufado" y que lo que más le preocupaba era cumplir. "Es muy laborioso, no tenés tiempo para que se te vayan los pajaritos, para nada. Tenés que trabajar: el vuelo es muy arriesgado, el proceso de lanzamiento del Exocet es muy demandante, tenés que operar el radar del avión, tenés que hacer el reaprovisionamiento en vuelo. No tenés tiempo para ponerte a pensar", detalla. Horas después, a las 5 de la tarde, mientras hacían el análisis y el informe del vuelo, el Ministerio de Defensa británico difundió que el buque Sheffield había sido atacado con misiles Exocet y que había quedado completamente inutilizado y posteriormente se hundiría.

Fuente: Extracto y edición de nota de La Nación por Natalia Pecoraro

miércoles, 2 de mayo de 2012

1982 - 02 de mayo - 2012 30º aniversario del hundimiento del crucero ARA General Belgrano


A 30 años del ataque al Crucero ARA General Belgrano mi reconocimiento a los 1093 tripulantes y un recuerdo afectuoso a los familiares de los 323 defensores de la gesta de Malvinas, que con su cuerpo custodian nuestros mares australes.

Agrego una entrada anterior en ocasión del fallecimiento del por entonces comandante del Crucero General Belgrano, el CN (RE) Héctor Bonzo.

http://malvinasdata.blogspot.com.ar/2009/04/fallecimiento-del-comandante-del.html

jueves, 26 de abril de 2012

Los vuelos secretos realizados por pilotos de Aerolineas Argentinas durante el conflicto de Malvinas

Malvinas: revelan que pilotos civiles de Aerolíneas realizaron vuelos secretos en busca de armas.

En el libro “Malvinas. Los vuelos secretos”, el periodista Gonzalo Sánchez consigue por primera vez el testimonio de los pilotos de Aerolíneas Argentinas que realizaron siete vuelos clandestinos a Tel Aviv, Ciudad del Cabo y Libia en busca de armas para las tropas que peleaban en Malvinas.


¿Cómo te enteraste de la historia de los vuelos?

Surge a partir de una fuente, que me contó que estaban dando vuelta estos tipos y querían hablar. Yo en ese momento no era un especialista en Malvinas y tampoco lo soy ahora. Me junté con ellos en la oficina de un amigo mío en común y me dicen: "Nos conocemos desde hace mucho tiempo, tenemos nuestras cuestiones juntos y en las últimas reuniones que hicimos nos pareció propicio, a 30 años de Malvinas, que esto se supiera. Queremos contarle la historia a un periodista y que el periodista la escriba". Les dije que la potencia estaba en que ellos pusieran la cara, que por primera vez cuenten la historia. Lo que tiene valor es que ellos por primera vez hablen. De hecho a mí me contaron que había algunas menciones a los vuelos. El Tata Yofre, en su libro 1982, le dedica tres párrafos a la cuestión de que se usaron aviones de Aerolíneas para buscar armas a Libia y Tel Aviv. Y hay algunas otras menciones en una investigación de la revista Somos y en la Historia de las Relaciones Internacionales Argentinas de Carlos Escudé. Menciones a que se usaron aviones para buscar armas y de que Khadafy e Israel ayudaron a la Argentina en la guerra. Nada más. Se conocía eso, pero nunca los pilotos habían hablado. Ese es el valor de esta historia. Entonces traté de generar un escenario de confianza para que los tipos pudieran hablar más y más. Mi compromiso con ellos fue básicamente que los iba a cuidar, ser fiel a lo que me narraran. Y que mi trabajo iba a consistir en trabajar el contexto histórico para poder comprender por qué hicieron lo que hicieron.

¿Por qué los pilotos se decidieron a contar todo?

Los vuelos que ellos hicieron figuran como "vuelos de guerra" en los registros de la Fuerza Aérea, eran vuelos secretos y nunca se publicitaron por las características propias de la investigación. Se mantuvo el secreto por largo tiempo. Ellos se estaban reuniendo, estaban siendo parte de este proceso de los 30 años. Habían recibido condecoraciones en 1990. El más joven tiene 71 años y el más grande 82. Yo no sé si es una cursilería esto, pero tienen la idea de que está terminando la vida y el hecho que ellos protagonizaron estaba en una nebulosa. Quieren que la historia se sepa. En las FFAA se sabía esto, pero había adquirido un nivel tan alto de confidencialidad que seguía siendo un secreto. Solo uno de ellos tiene un origen militar y en aquella época era común. También sienten que es un buen momento para que se sepa.

¿Alguno de los pilotos dudó en realizar los vuelos?

Sí, hubo de todo. Según cuentan los pilotos, fue una convocatoria, no una orden, no los obligaron. Cada uno podía aceptar o no. Muchos se negaron. Y siguieron trabajando. Y hay hasta un caso, de uno que se negó y después se arrepintió, quiso participar Pero le dijeron que no. Incluso hubo dos tripulantes que estando en un vuelo a Libia se declararon en rebeldía y decidieron no seguir adelante, se bajaron en Las Palmas, en islas Canarias, no era algo sencillo. Los tipos podían estar tranquilamente viajando a Miami... ¿Por qué aceptaron? Según ellos, la cuestión Malvinas toca un nervio patriótico, y es eso. No hay mucho más. Se involucraron porque era el trabajo que hacían ellos. Ir en avión hasta un lugar y traerlo con carga. Ellos hacían vuelos de carga también, además de de pasajeros. Lo que pasa es no había seguros e iban a estar volando en medio de la guerra. Les tocó algo interno, algo patriótico.

¿Corrieron peligro real de ser derribados?

Yo investigué episodios. ¿Existen en el mundo antecedentes de aviones civiles derribados? Y sí, existen. Incluso está el caso de un avión argentino en el contexto de la guerra Irán-Irak, a comienzos de la década del 80. Había una empresa chiquita, que se llamaba Aerotransportes Entre Ríos, que volaba de Buenos Aires a Israel haciendo traslados de mercadería. En Tel Aviv, cargan un avión con armas y sale rumbo a Irak. Lo detecta la Unión Soviética, lo hacen desviar y lo derriban con un misil. Nunca se supo nada. Ahí iban cuatro pilotos argentinos civiles. Y después durante la guerra de Malvinas, hay dos casos, que están descriptos en otro libro, en las memorias de Sandy Woodward, jefe de la Royal Marine. El cuenta que la Fuerza Aérea argentina tenía Boeings de carga. El cuenta que detectaron un avión raro, lo dejan pasar y la noche siguiente lo vuelven a detectar. Y se genera una sospecha de que era un avión militar. El pide autorización para voltearlo, pero vacila. Le dan luz verde, pero por alguna razón el tipo decide no hacerlo. Y al otro día determinan que era un avión de Varig que venía con pasajeros de Durban a Río de Janeiro. Podrían haber volado un avión de pasajeros. Una locura.

Se supone que la tecnología para detectar los aviones de Aerolíneas la tenían. ¿Pensás que tomaron la decisión de no bajarlos?

Me parece que influyeron razones políticas, como dicen los pilotos. No quisieron tirar abajo un avión aerocomercial. A mí me cuesta creer que no tuvieran la data de que transportaban armas. Esta historia transcurre durante la Guerra Fría, en un momento en que los servicios de inteligencia están aceitados como nunca. Todo se sabía. Por otro lado, Khadafy, un líder tercermundista en crecimiento que descansaba sobre una montaña de armas de la URSS, debía estar vigilado. Supongo que fue un acierto, en medio de la marea de desaciertos que fue la guerra, usar aviones de Aerolíneas.


¿También los vuelos eran peligrosos por el cargamento que llevaban, no?

Les cargaban el avión y ellos acomodaban las armas para que quedara balanceado. Los despegues fueron todas proezas. El avión volaba mucho tiempo a 300 pies, una locura. Eran tremendos aviones cargados con 37 toneladas de armas. Ellos pensaban que se podía ganar la guerra? Un rasgo de todos es que estaban jugados en la misión, no se hacían preguntas ni medían riesgos. Hacían su laburo. El vuelo a Ciudad del Cabo es tenso porque salen al otro día del hundimiento del Belgrano. ¿La sociedad en su momento se sintió engañada tras la guerra. ¿Ellos tienen ese sentimiento de haber sido manipulados? Creo que tienen un poco esa contradicción que tenemos todos. Pero no se sienten usados. Consideran que eran los que tenían que hacerlo. Son re patriotas. Tampoco se consideran héroes, que son los combatientes. Ellos pusieron su granito de arena.

¿El hecho de ir a buscar armas a países como Libia y Sudáfrica revela la improvisación con que se fue a la guerra?

Sí. Eso es lo más interesante. Y tiene su explicación. Era una dictadura que se proponía casi como una sucursal de Washington, que era un enclave de Estados Unidos en el sur, que ofrecía entrenamiento antiterrorista, que se jugaba todo por las políticas regionales de EE.UU. y que creyó que este país se iba a declarar neutral, sin observar que tenía una alianza estratégica con Gran Bretaña. Unos delirantes absolutos, a tal punto que terminaron claudicando ideológicamente porque aceptaron armas de los comunistas, una vez que fueron bloqueados por Occidente. Lo de Israel es un tema aparte, porque el entonces presidente Jimmy Carter había restringido la compra de armas a las dictaduras latinoamericanas. Ese contexto fue aprovechado por Israel, que empezó a abastecer a las dictaduras de América Latina. Los dos primeros vuelos a Tel Aviv fueron para buscar armas que ya estaban compradas. Es distinto a lo de Libia. Washington luego le pide a Israel que corte el tráfico.

¿Por qué fracasa el vuelo a Sudáfrica?

Cuando comienza la guerra, Buenos Aires se llena de traficantes de armas que hacían ofertas. El piloto Ramón Arce dice que se solía ver a Monzer al Kassar y a Diego Palleros dando vueltas. Ellos creen que lo que pasó en Sudáfrica fue que la dictadura no cerró el acuerdo con el traficante.

¿Brasil ayudó a la Argentina?

Brasil tenía una neutralidad absoluta. Colaboró con estos vuelos, porque los aviones de Aerolíneas paraban en Recife para cargar combustible. Pero también ayudaron a un avión militar británico en problemas.

Hay un misterioso personaje que recorre el libro, el "doctor Alberto", que era el contacto con Libia. ¿Vos podés decir quién es?
Se llama Eduardo Sarme. Lo estoy buscando todavía. El sacerdote Aníbal Fosbery, que está en Mar del Plata ahora, era amigo íntimo del ex dictador Leopoldo Galtieri y era el contacto con él. Sarme, según Dante Caputo, era un traficante de armas.

¿Qué opinión tienen los pilotos de la actual situación de Aerolíneas?

Ellos vivieron la época dorada de la empresa. Creen que es una empresa degradada, que está lejos de representar lo que alguna vez fue. De hecho, ellos se fueron de Aerolíneas en 1992-93, con retiro voluntario, tras la privatización. Eso los entristece.

¿Y los 30 años como los ven?

Con contradicciones. Consideran que la guerra no es el camino para nada, no son militares. Uno de ellos veía cuando volvía de los vuelos que sus hijos estaban con banderitas de Argentina y quería ir a cagar a piñas a las maestras.

Lista de vuelos:

Primer vuelo
Ezeiza - Las Palmas - Tel Aviv
Tel Aviv - Las Palmas - Palomar
Comandantes: Arce, Ramón De Gainza, Gustavo Brutti, Héctor Minuzzi, Jorge

Segundo vuelo
Ezeiza - Las Palmas - Tel Aviv
Tel Aviv - Las Palmas - Palomar
Comandantes: Lefevre, Carlos Prelooker, Jorge Botte, Horacio Feo, Norberto (ya fallecido)

Tercer vuelo
Ezeiza - Ezeiza (Destino original Sudáfrica: Abortado)
Comandantes: Bresciani, Gezio Lefevre, Carlos Contreras, Valerio

Cuarto vuelo
Ezeiza - Recife - Las Palmas - Trípoli
Trípoli - Las Palmas - Recife - Palomar
Comandantes: Cuniberti, Luis Feo, Norberto Lombardini, Juan

Quinto vuelo
Ezeiza - Recife - Trípoli
Trípoli - Recife - Palomar
Comandantes: Arias, Leopoldo Busch, Enrique Ardalla, Juan Carlos Pichiello, Rafael (ya fallecido)

Sexto vuelo
Ezeiza - Recife - Trípoli
Trípoli - Recife - Palomar
Comandantes: Bresciani, Gezio Giordano, Luis Moglia, Hilario Aydar Paz, Jorge (ya fallecido)

Séptimo vuelo
Ezeiza - Recife - Trípoli
Trípoli - Recife - Palomar
Comandantes: San Juan, Juan Carlos Bernard, Mario Biro, Valentín (ya fallecido) Levaggi, Angel

Fuente. La Nación por Víctor Pombinho
Fotos: Editorial Planeta

lunes, 2 de abril de 2012

1982 – 02 de abril – 2012 30º Aniversario de la gloriosa Gesta de Malvinas.



30 años de la Gesta
Todos los días un 2 de abril
649 héroes custodiando la turba malvinense
Sangre argentina de todos los rincones de la patria esperan el retorno

180 años de oprobiosa usurpación
Indolencia colonialista en pleno siglo XXI

74 días de integración territorial
Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur en el acervo patrimonial

2 de abril de 1982
El mismo anhelo de ayer, hoy y siempre.

jueves, 29 de marzo de 2012

30º Aniversario de la guerra de Malvinas: Actos, vigilias y programas en San Isidro en vísperas de un nuevo 2 de abril


Acto central.

El intendente de San Isidro presidirá el lunes 2 de Abril el acto de homenaje a los ex combatientes y caídos en las islas Malvinas, al conmemorarse el Día del Veterano de Guerra, en coincidencia con el 30º aniversario de la gesta del Atlántico Sur.
La ceremonia tendrá lugar a partir de las 17:00 en la plaza Remedios de Escalada, ubicada en la intersección de las avenidas Santa Fe y de la Unidad Nacional, Acassuso.

Vigilia en Villa Adelina.
El Centro de Veteranos de Guerra Malvinas San Isidro realizará entre las 18:00 y las 24:00 del domingo 1º de Abril su acto de vigilia por una nueva conmemoración de la Gesta del Atlántico Sur. El encuentro, que incluirá folklore, danzas tradicionales y una muestra de fotos de las islas, se realizará en la plaza Almirante Brown (Soldado de Malvinas e Independencia, Villa Adelina).

Comienzo de un nuevo año del programa radial Misión Malvinas.

El domingo 01 de abril a partir de las 1800 comienza un nuevo año del ciclo Misión Malvinas - Banda de hermanos, conducido por Norberto Laffusa, en vísperas de un nuevo 2 de abril y contará con la presencia de veteranos y malvineros de alma.
La radio es FM Lares, 104.7 MHz


domingo, 25 de marzo de 2012

Centros de Veteranos de Guerra de Malvinas de la República Argentina


Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de Corrientes

http://www.cescem.org.ar/

Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de Mar del Plata

http://www.malvinasmdp.org.ar/

Asociación Veteranos de Guerra de Malvinas

http://www.aveguema.org.ar/

(En actualización)

miércoles, 7 de marzo de 2012

Material francés en Malvinas: los aviones Super Etendard y la integración del misil antibuque Exocet

Tres días y dos noches en el hangar verde.

Durante la guerra de Malvinas, un reducido equipo de técnicos franceses ayudó a los argentinos a implementar el uso de los misiles antibuques Exocet. Las revelaciones…


"Una discusión ocurre entre H.C., jefe de la misión, X.G., su especialista en electrónica para los sistemas de armas de los Super Etendard, y yo, especialista en electrónica para la central inercial Sagem, cuenta nuestro testigo C.L. Comprendo que H.C. y X.G. ya se pusieron de acuerdo para tratar de realizar solos las pruebas de validación de los Exocet. Ellos me piden mi opinión porque no conocen bien el nuevo sistema ULISS 80 del Super Etendard argentino: «Hemos ido a ver esta mañana al comandante Colombo para proponerle nuestros servicios y él está de acuerdo. ¡Te queda a vos decidir! Si aceptas, andá a decírselo. Si no, lo intentaremos sólos…"

"A sus órdenes"

Salgo del hangar. Hace aún calor en este principio de abril y me quedo pensando en la pista de rodaje de los Super Etendard: "¿Qué hago?" No recibí absolutamente ninguna instrucción ni orden de nadie. Concluyo que hemos sido olvidados y somos libres de decidir, es decir, se olvidaron de nosotros voluntariamente para poder cumplir con nuestra misión de asistencia técnica. "O.K., me enviaron aquí para hacer mi trabajo, vamos". Y vuelvo nuevamente al hangar, paso por delante de H.C. y X.G. diciéndoles que voy a ver al comandante».
Podemos preguntarnos si nuestro testigo no estuvo influenciado en su toma de decisión por elementos exteriores, como el entusiasmo popular que lo rodeaba entonces.
Esto jugó a favor muy probablemente, reconoce C.L. Los mensajes permanentes en la radio, spots llamativos en la televisión, los oscurecimientos totales por la noche en toda la ciudad en general, se tiene ganas de ayudar al que, en los papeles, parece el más débil…
C. L. sube al primer piso de las oficinas de la 2º escuadrilla, ve a lo largo del pasillo que domina el hangar y llama a la puerta de la Oficina del comandante Colombo.
"Buenos días comandante. ¿Puedo hablarle?
- ¿Cómo le va señor C.L.?
- ¿Bien y usted, comandante?
- Muy bien. ¿Cómo va con los equipos navales en el casco del portaaviones?
- Eso ya está comandante, terminamos las instalaciones justo esta mañana, y todo funciona bien.
Pero falta hacer las calibraciones en el mar tomando velocidad durante una próxima salida.
Comandante, acabo de ver a H.C. y X.G, y hablamos. Quiero decirle que también soy de la partida para ayudarlos si es necesario.
- Oh, muy bien señor C. L., le agradezco mucho. En ese caso, con esos señores, vayan a ver a los TN C.R.M y J.J.R.M., que tomaron los cursos de armero en Aérospatiale Missiles, y vea con ellos si es posible ayudarlos a realizar las pruebas de validación del Exocet sobre nuestros cinco aviones.
- De acuerdo, comandante".
Fin de semana de Pascua, entre el 9 y el 11 de abril: con H.C. y X.G. así como con los dos pilotos armeros argentinos, C.R.M y J.J.R.M., trabajamos intensamente en la validación del Exocet de cada avión, haciendo todas las pruebas necesarias con los equipos de control que descubrimos, el equipo lanza misiles de 1º y 2º grado, los cables de control de tiro y encendido, el equipo Arinc, el dispositivo que usa el piloto y el tanque subalar izquierdo de 1 100 litros. Es fastidioso porque no conocemos bien el armado del sistema Exocet y casi nada de los procedimientos de validación de misiles.
Es necesario leer, releer y comprender los manuales de Aérospatiale Missiles que vemos por primera vez, para realizar las pruebas, empezar de nuevo cuando los resultados son malos, cambiar cajas, etc. Esto toma horas, hasta muy muy de noche, y nos ponemos nerviosos.
El primer avión nos lleva mucho tiempo porque vamos aprendiendo a medida que avanzamos. Los pilotos armeros argentinos tienen informaciones valiosas y participan como pueden pero no recuerdan bien todos los detalles. Cada 2 horas, el teléfono suena desde el estado mayor de la Marina. El comandante Colombo y su segundo Bedacarratz no dejan de venir a vernos para preguntarnos si necesitamos algo. Está todo el mundo en el hangar mirándonos a los cinco trabajar bajo cada avión. Cada uno trata de ayudarnos a su modo.

Página por página.

Si nuestro testigo no hubiera tomado esta decisión, ¿los argentinos habrían quedado impedidos de lanzar los Exocet durante la guerra de Malvinas?
"No puedo responder a esa pregunta, recuerda C.L. Mis colegas H.C y X.G. no
conocían bien el sistema ULISS 80. Tiendo efectivamente a creer que ellos
habrían tenido éxito sin mí pero nadie puede decirlo. En cambio, creo que, sin nosotros, los dos pilotos armeros argentinos no habrían tenido éxito. Pero eso también, nadie puede afirmarlo. En ambos casos, tengo ganas de decir que habrían tenido éxito sin mí porque, en alguna parte, esto me tranquiliza".
Estos dos pilotos habían hecho en Francia las prácticas en Aérospatiale Missiles. Uno se transformó en almirante de la marina argentina. Ellos dos eran muy jóvenes. Es con ellos que pasamos tres días y dos noches trabajando sobre esos cinco Super Etendard, para tratar de comprender, en los manuales de la empresa que se leía página por página, y con los equipos de pruebas.
Y doy vuelta la página, leo y releo para comprender bien, aprieto en tal o cual botón o en tal equipo de pruebas, subo al avión para ver si esto funciona como dice el manual, miro a través del visor, mido bajo el ala del avión la señal que llega, empiezo de nuevo porque esto no pasa como dice el manual, hablo con los colegas para que cada uno de su opinión sobre el modo de hacerlo, etc. Creo, a pesar de todo, que se les ayudó verdaderamente durante esos días para poner a punto sus aviones.
El 11 de abril por la tarde, acabamos por poner cuatro aviones "listos para volar", validando el "misil". No así con el quinto avión, ya que se canibalizaron muchos equipos para salvar los problemas en los otros cuatro aviones (1).
El conflicto avanzaba. Los aviones de caza y los bombarderos se desplegaron sobre las bases del sur para estar más cerca del teatro de operaciones y achicar la distancia que hay que salvar entre el continente y el archipiélago. Los Super Etendard fueron a Río Grande.
Propusimos a Colombo, si él lo deseaba, ir hacia allá para asistirlos. Él se negó y nos respondió: «Si hay problemas, les enviaremos los componentes para que traten de arreglar lo que se pueda. Pero se quedarán en la base de Espora». Una vez que partieron los aviones hacia el sur, no tuvimos más noticias de nada.
Hasta que nos enteramos por la radio argentina de la situación del Sheffield que acababa de ser tocado por un Exocet argentino (el 4 de mayo, tres días después del comienzo de los combates aeronavales). Todos teníamos nuestras radios, comprada localmente, para escuchar noticias del conflicto en Radio France International, nada fácil por cierto.
La guerra terminó a mediados de junio. Pero en mi caso, mi misión inicial duraba seis meses, y había vuelto a Francia alrededor del 20 de mayo.


Fuente: Le Marin ediciones de diciembre 2010 y enero 2011
Traducción: Hernán Favier

lunes, 27 de febrero de 2012

1812 - 27 de febrero - 2012 Segundo centenario de la creación del pabellón argentino


El 27 de febrero de este año se conmemoran los 200 años de aquella primera vez que se enarboló y se juramentó la Bandera Nacional en las barrancas del río Paraná, al ser utilizada por las fuerzas del General Manuel Belgrano. Luego de emplazar las baterías defensivas Libertad e Independencia, enarboló orgullosamente la Bandera Nacional.

“El cielo le dio su azul, el blanco la cordillera; el sol, sus rayos ardientes que alumbran la patria entera”.

El 2 de abril de 1982 tropas argentinas enarbolaron, luego de 149 años de usurpación británica, el pabellón creado por Manuel Belgrano en nuestras islas Malvinas.