lunes, 27 de junio de 2022

Presentación del libro Efemérides #Malvinas 74 días en 280 caracteres en el Centro Naval de la Ciudad de Buenos Aires

 

Actualización:

Hoy, 1º de julio, apenas 24 horas después de la presentación del libro, puedo decir que fue un momento emocionante del principio al fin. Infinitamente agradecido al Centro Naval y a su presidente, el Contraalmirante (R) Andrés Di Vicenzo y al Instituto de Publicaciones Navales y a su gerente, el Capitán de corbeta (R) VGM Eduardo Gauna.


Lic. Hernán Favier, 01 de julio de 2022

miércoles, 15 de junio de 2022

El 15 de junio de 1982 flameaba aún la bandera argentina en Bahía Fox, Gran Malvina, emplazamiento donde la “artillería fantasma” confundió al enemigo desde el inicio del conflicto


Luego de la recuperación de Malvinas el 2 de abril de 1982 comienza el despliegue de unidades en las islas, el 5 de abril arribaba a Gran Malvina, al asentamiento de Bahía Fox, la Compañía de Ingenieros 9 del Ejército Argentino en el buque de transporte ARA Isla de los Estados. Días más tarde arribarían del mismo modo elementos del Regimiento de Infantería 8. Más al norte se encontraba el Regimiento de Infantería 5 establecido en Puerto Mitre, renombrado Puerto Yapeyú. Todos estos elementos pertenecían a la Agrupación Ejército Gran Malvina, al mando del General Parada.
Ya desde el 9 de abril la unidad al mando del mayor Oscar Minorini Lima se aboca al control y registro de la población, requisado de armas y equipos de comunicación, y establecimiento de posiciones. Se permite a los pobladores de Bahía Fox Este trasladarse a una estancia del interior de Gran Malvina.
Con el dispositivo conformado empieza a aparecer casi todas las mañanas un avión de exploración británico con el fin de fotografiar las posiciones argentinas. Para confundir al enemigo, al jefe de la Ca Ing 9 se le ocurre utilizar caños de cloacas de PVC negros que se hallaban estibados en un galpón para simular cañones o piezas de artillería, elementos que no contaba la unidad. De este modo se comenzaron a armar posiciones de defensa con piezas de artillería simuladas, que al poco tiempo empiezan a recibir bombardeos británicos, sin provocar bajas porque la tropa se encontraba alejada de estos “artilugios” de ocasión.
Cada mañana, luego de los bombardeos nocturnos, automáticamente se volvían a emplazar nuevas “piezas de artillería” de PVC, y para darle más realismo al escenario logrado se acercaban tambores con combustible y redes de enmascaramiento, una puesta en escena digna de una película de Hollywood.
A pesar de los bombardeos, tanto aéreos como navales, que fueron intensos mientras avanzaba el conflicto, la unidad no tuvo bajas que lamentar, apenas dos heridos, uno de ellos con el famoso pie de trinchera, patología típica del terreno insular que afectó a ambos bandos.


Así se llega al 14 de junio, cuando a última hora el mayor Minorini Lima recibe un llamado desde Puerto Argentino, donde le informan del cese de las hostilidades y de que una fragata británica se dirigiría a Bahía Fox para coordinar el regreso de la unidad al continente.
Un militar británico embarcado, que participó de las operaciones en Gran Malvina, no entiende como no hay heridos para pedir la colaboración de sanidad al buque que haría el traslado a pesar de haber sido bombardeados diariamente, incluso tenían certificado por intérpretes de imágenes la destrucción de “piezas de artillería”. La respuesta no tarda en llegar de parte del mayor Minoriri Lima, no eran cañones, eran caños de agua.
El asombro que provocó este engaño aplacó momentáneamente la tristeza del fin de las hostilidades.