sábado, 10 de septiembre de 2022

Los esfuerzos diplomáticos y políticos que se necesitan para que el PPH concluya de manera exitosa y cumplir con los familiares de los caídos en Malvinas


Para entender esta larga historia hay que remontarse al año 2008, es en ese año que en un viaje al Reino Unido el veterano de guerra de Malvinas Julio Aro recibe del coronel británico Geoffrey Cardozo, durante su estancia en Londres, material muy importante sobre el cementerio militar argentino en Darwin, que fue creado a principios de 1983 en cercanías del istmo de Darwin y del asentamiento de Pradera del Ganso, al oeste de la isla Soledad.
De regreso al país, y luego de ver la importancia de los documentos que trajo consigo, Julio Aro decide conformar la Fundación No Me Olvides, y su primer objetivo es que las tumbas de sus camaradas sepultados en el cementerio de Darwin, cuyas losas rezan “Soldado argentino sólo conocido por Dios”, se transformen en losas con nombre y apellido.


Fueron años difíciles intentando que su proyecto progresara, incontables llamadas sin respuestas, indiferencia del gobierno de turno, sin claudicar luego de golpear muchas puertas en despachos del gobierno sin recibir apoyo, finalmente, a través de la periodista Gabriela Cociffi, cuatro años después el proyecto llega a oídos del músico Roger Waters, quien acepta ser portavoz ante el gobierno argentino en el año 2012.
Recién con este impulso, la historia dirá si por desconocimiento de los intentos de hacerse escuchar el VGM Juiio Aro o por cholulez o vedetismo de la presidente, el gobierno envía la primera misiva al Comité Internacional de la Cruz Roja solicitando su intermediación para poder individualizar las tumbas del cementerio militar argentino de Darwin.
A la par de los primeros avances del proyecto aparecen algunos nubarrones, se empieza a hacer oír el temor y la desconfianza de los familiares de los caídos enterrados en las islas hacia el gobierno de turno, ya que varios de sus funcionarios deseaban transformar a los caídos que yacen en Darwin, reconocidos como héroes nacionales con nombre y apellido por la ley Nº 24.950 del Congreso Nacional, en víctimas y en NN. Además, sobrevolaba el temor de que sus tumbas fueran levantadas y sus restos traídos al continente, algo que no aceptaba la mayoría, querían que sus familiares, que cayeron combatiendo por la soberanía, reposaran en Malvinas.
Recién, con el cambio de gobierno a fines de 2015, que desde el inicio utilizó los Derechos Humanos como dictan las normas internacionales y no de forma ideologizada y mezquina, en un canje de notas entre la Argentina y el Reino Unido fechada el 29 de noviembre de 2016, entra en vigor el 6 de enero de 2017 el Plan Proyecto Humanitario o PPH, bajo la égida del Comité Internacional de la Cruz Roja.
En el país se lo denominó Plan Proyecto Humanitario Malvinas.
En junio de 2017 un equipo forense del CICR se traslada a las islas y toma 122 muestras de soldados que posteriormente serían analizadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Cuando se produce el cambio de gobierno a fines de 2019 se habían podido individualizar a 115 soldados de los 122.


Pero el PPH, al momento de firmarse, se hizo sobre las tumbas sin nombre y no contempló dos tumbas múltiples del cementerio de Darwin, denominadas como D.C.1.10 y D.B.4.16.
Por eso, en un nuevo canje de notas entre la Argentina y el Reino Unido del 4 de diciembre de 2019, se logra que el 3 de septiembre de 2020, en una reunión bilateral entre los representantes diplomáticos de ambos países y la Cruz Roja, el acuerdo para la inspección de una de las tumbas múltiples, la denominada D.C.1.10, dando origen al Plan Proyecto Humanitario 2 o PPH2, firmado en Ginebra en marzo de 2021 y llevado a cabo en agosto del mismo año en las islas.
Las muestras de seis caídos obtenidas por el equipo del CICR en las islas fueron enviadas al laboratorio forense del EAAF en la provincia de Córdoba y en pocas semanas se individualizaron cuatro soldados más y se confirmaron los restos de otros dos, todos ellos pertenecientes al Escuadrón Alacrán de la Gendarmería Nacional Argentina, caídos en combate el 30 de mayo de 1982 en monte Kent.
En el mismo viaje a Malvinas, y gracias a una adenda, se investigó un sitio en Caleta Trullo, al norte de la isla Soledad, donde funcionó un hospital de campaña y hubo entierros de argentinos y británicos, y se presumía que aún podía haber cuerpos enterrados, algo que el EAAF descartó luego de realizar excavaciones.


Por eso es necesario el PPH3.
Pero este no sólo debe abarcar la segunda tumba múltiple del cementerio militar de Darwin, la denominada D.B.4.16, donde yacerían los tripulantes del avión Learjet 35 del Escuadrón Fénix derribado en el estrecho de San Carlos, cerca de la isla de Borbón, al norte de la isla Gran Malvina, el 7 de junio de 1982, sino también debería incluir una investigación arqueológica, como la realizada en 2021 en Caleta Trullo en la isla Soledad por el EAAF, en el sitio conocido como Top Malo House, donde cayó en combate el teniente Ernesto Espinosa del Ejército Argentino el 31 de mayo de 1982, y cuyo cuerpo no ha sido individualizado en Darwin a pesar de que sus familiares entregaron muestras oportunamente para el cotejo de ADN y que las autoridades británicas afirman que desde 1983 fueron removidos todos los cuerpos de los campos de batalla y trasladados al cementerio de Darwin.
Lamentablemente la Cancillería y la secretaría de DDHH están tan ideologizadas, algo que no sucedió entre 2016 y 2019, y fue por eso que el PPH se desarrolló sin temores y puede considerarse exitoso al día de hoy, que no estaría en las prioridades o en agenda el PPH3, que llevaría certezas y paz a varios familiares de caídos en el conflicto que aún esperan, algo que se merecen con creces y que tardíamente fueron consiguiendo.
Deseo que no haya que esperar el cambio de gobierno para que se pueda cristalizar el PPH3, y nuevamente viaje un equipo del CICR a las islas para trabajar en el cementerio militar argentino de Darwin, en la isla de Borbón, donde habría dos cuerpos de la tripulación del Learjet 35, y en Top Malo House.


Lic. Hernán Favier, 10 de septiembre de 2022