jueves, 2 de noviembre de 2023

Operación Playa Vaca. En noviembre del año 1966 comandos anfibios y buzos tácticos de la Armada incursionaron en playas al norte de la isla Soledad en Malvinas


La operación “Playa Vaca”, según una exposición del año 2016 en la Escuela de Oficiales de la Armada, fue desarrollada por el entonces Teniente de Corbeta Oscar García Rabini.
El TC García Rabini junto a otros 87 efectivos de la Armada Argentina, entre los que se encontraban Comandos Anfibios (APCA), Buzos Tácticos (APBT) y la tripulación del submarino S-22 ARA Santiago del Estero, cuyo comandante era el Capitán de Fragata Horacio González Llanos, conformaron una operación de reconocimiento llevada a cabo durante noviembre de 1966, de manera encubierta, en la Isla Soledad, en el archipiélago de Malvinas.
El TC García Rabini, que en aquel momento revistaba en la Agrupación de Comandos Anfibios, relató que “sorpresivamente una mañana me llamó el comandante del submarino para indicarme que debía embarcar con tres de mis mejores hombres, desconociendo cuál sería mi misión”.
La superioridad había dispuesto que García Rabini junto a tres de sus mejores hombres embarcarían en un submarino con el objeto de cumplir con el adiestramiento que consistiría en lanzamiento y recuperación de su patrulla desde el buque. Deberían estar equipados para operar de noche en aguas australes, con armas de dotación con un día de munición y con dos kayaks biplazas, con dos días de agua y raciones de combate.
En noviembre de 1966 zarparon desde la Base Naval Mar del Plata en navegación rumbo a Península de Valdés, el primer destino elegido fue Puerto Pirámides, donde comenzaron los ejercicios de lanzamiento y recuperación de comandos desde el submarino. Ejercicios que se repitieron más allá de Punta Delgada, casi en mar abierto.
Tras esa etapa de adiestramiento naval en cercanías de Puerto Madryn, el submarino de la clase Balao S-22 ARA Santiago del Estero navegó por cuatro días con rumbo sur hasta llegar a las islas Malvinas.


El secreto lo develaría el comandante de la misión, con la confirmación de la operación que se constituía con medios de apoyo al ARA Santiago del Estero, entre ellos un buque pesquero en el área y una escuadrilla aeronaval basada en Río Gallegos, conformada así la fuerza de tareas con el objetivo de realizar un reconocimiento de playa al norte de la Isla Soledad, denominada Playa Vaca, de una extensión de casi dos kilómetros.
La operación de reconocimiento fue realizada con éxito dos veces por la fuerza de tareas desplegada, cuatro patrullas partieron hacia la playa “Punta Vaca” con la misión de reconocerla y determinar su aptitud para un posible desembarco argentino, que finalmente no resultó ser el lugar elegido para el desembarco en abril de 1982 durante la operación Rosario.
Luego del éxito de la misión y en el más estricto secreto, se entregó un informe detallado de la topografía e hidrografía del área elegida en Malvinas.


Otra historia poco conocida de Malvinas por la que hubo que esperar décadas para tener los detalles.

Lic. Hernán Favier, 01 de noviembre de 2023
(La primera fotografía fue obtenida por el tripulante Miguel Salvatierra desde el ARA Santiago del Estero durante la misión)

sábado, 16 de septiembre de 2023

Tres actos heroicos que marcaron la vida del SA Pedro Miranda en Malvinas y que lo hicieron merecedor de la Cruz de la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate


El suboficial principal (R) VGM Pedro Prudencio Miranda de la Fuerza Aérea Argentina durante la guerra de Malvinas cumplió el rol de mecánico armero y estuvo desplegado con uno de los escuadrones aeromóviles de Mirage V Dagger en Río Grande, Tierra del Fuego.
Por su expertise participó en tres acontecimientos que implicaron un absoluto riesgo de vida y que lo llevaron a recibir la más alta condecoración de un soldado en vida, la Cruz de la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate.
El resumen de los tres acontecimientos que marcaron su arrojo y abnegación es el siguiente, desarmar una bomba activada dentro del buque de transporte Formosa, desarmar cuatro bombas de un avión A-4Q Skyhawk con una eyección malograda, y por último desarmar una bomba activada accidentalmente cerca de instalaciones de vuelo.
El 1 de mayo de 1982 el buque ELMA Formosa, que transportaba combustible y armamento rumbo a las islas, fue atacado por una escuadrilla de aeronaves propias y es alcanzado por una bomba que no llega a estallar y queda alojada en la bodega del buque, para mayor seguridad se le ordena a la tripulación retirarse de la zona del bloqueo naval y dirigirse hacia las aguas de la Bahía San Sebastián, al norte de Río Grande en Tierra del Fuego.
Como en las siguientes ocasiones, el suboficial ayudante Pedro Miranda se ofrece como voluntario para desactivar la bomba y evitar la pérdida del buque. El 5 de mayo arriba al buque y procede a la desactivación de la misma, ya acondicionada por la tripulación habiendo sido inmovilizada con maderas y bolsas. Al verla reconoce que es una bomba de 500 libras con paracaídas de frenado utilizadas por los aviones de la FAA. Luego de un trabajo meticuloso y de mucho riesgo, la espoleta es retirada y la bomba quedó inactiva.
El 23 de mayo despegan desde Río Grande una escuadrilla de aviones A-4Q Skyhawk de la Armada Argentina rumbo a Malvinas. Luego de atacar varios objetivos de la flota británica en el Estrecho de San Carlos, uno de los aparatos que no arrojó sus bombas durante la misión, el A-4Q 3-A-306 al mando del CC Zubizarreta, se siniestra al aterrizar y procede a eyectarse, eyección fallida que le provoca la muerte.
La aeronave queda en pista con sus bombas activadas, por lo que primero se procede a desactivar los cañones de 20 mm mientras el SA Pedro Miranda se aboca a desarmar las cuatro bombas Mark 82 retirándoles las espoletas.
El 13 de junio de 1982, en la escuadrilla de aviones Mirage V Dagger en Río Grande se trabajaba en el cambio de espoletas con el fin de atacar objetivos en tierra. Mientras se realizaba dicho cambio en el avión Dagger matrícula C-418 se armó accidentalmente la espoleta de una de las bombas, y es ahí que nuevamente Pedro Miranda en fracción de segundos logra retirar la espoleta del alojamiento de la bomba justo cuando se producía la deflagración del tren de fuego y evita el estallido, un estallido que hubiera provocado un desastre para otros aviones y para las instalaciones mismas de la base aérea.
En este punto, luego de recordar los tres sucesos que marcaron la vida profesional de Miranda durante la guerra de Malvinas, vale mencionar lo que le sucedió al enemigo el 23 de mayo de 1982 en bahía Ajax, en las aguas de San Carlos en la isla Soledad, donde los británicos refugiaron a la fragata Antelope atacada previamente por la aviación argentina con el fin de desactivar las bombas sin estallar que quedaron alojadas en el buque, el resultado fue un fracaso y el buque termina de hundirse al día siguiente.
Es así como, terminado el conflicto, el suboficial principal (R) VGM Pedro Miranda, por su actuación en la guerra de Malvinas, es condecorado con la Cruz de La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate, la máxima distinción militar que otorga la República Argentina a sus combatientes.

jueves, 3 de agosto de 2023

Visita al museo kelper de Puerto Mitre, en la isla Gran Malvina, que expone equipamiento argentino utilizado durante la guerra de Malvinas en 1982


El museo administrado por un matrimonio kelper se encuentra en el asentamiento de Puerto Mitre, en la isla Gran Malvina.
La toponimia de Malvinas nos hace una gambeta con este emplazamiento ya que no sólo es conocido por sus nombres en español y en inglés, sino también porque en 1982 fue rebautizado por los efectivos del Regimiento de Infantería 5 del Ejército Argentino, acantonados en este paraje como parte de la Fuerza de Tareas Litoral frente al estrecho de San Carlos.
Así que veamos, Puerto Mitre para la toponimia argentina, Port Howard para la toponimia británica y Puerto Yapeyú para las tropas emplazadas allí en 1982.
A Puerto Mitre se accede por avión, por medio de uno de los bimotores Islander de la FIGAS, desde el aeródromo de Puerto Argentino, o por barco, a través del transbordador Concordia Bay, que enlaza regularmente Puerto Nuevo en la isla Soledad con Puerto Mitre en la isla Gran Malvina.
En un austero hangar y sus jardines se puede ver mucho del equipamiento utilizado por las fuerzas argentinas durante la contienda, desde armamento individual, piezas de artillería, indumentaria, efectos personales y hasta asientos eyectables de aeronaves de la FAA.










 


Lic. Hernán Favier, 02 de agosto de 2023
Agradecimiento: las fotos me las cedió gentilmente el ingeniero Guillermo Sívori, que estuvo en Malvinas en marzo de 2023.

martes, 16 de mayo de 2023

La segunda edición de Efemérides #Malvinas dijo presente en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires


Entre el 27 de abril y el 15 de mayo de 2023 se llevó a cabo la 47º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
En varias jornadas tuve la oportunidad de estar en el stand del Instituto de Publicaciones Navales, ya con la segunda edición de Efemérides #Malvinas disponible.
Mucha gente interesada en la cuestión Malvinas se acercó al stand para conversar y comprar los libros que el IPN ofrece desde hace años, entre ellos el mío, lo cual fue motivo de orgullo personal poder decir presente en la masiva muestra literaria anual.
Fue muy grato poder compartir el espacio con autores que son veteranos de guerra de Malvinas, como los VGM aviadores navales Pablo Loubet y Basilio Pertiné, ambos presentando sus libros que tuvieron gran aceptación.
Como novel escritor, para mi fue una experiencia formidable poder conversar con la gente que se acercaba a adquirir mi libro, cada una de las dedicatorias que realicé las hice desde el corazón, a todos ustedes, muchas gracias.
Por último, quiero agradecer a Daniel Zoppi y a todos los colaboradores del IPN que se cargaron al hombro el funcionamiento exitoso del stand, y al Capitán de Corbeta (RE) VGM Eduardo Gauna, gerente del Instituto de Publicaciones Navales y catalizador de que mi proyecto Efemérides #Malvinas se transformara en libro en el año 2022.
Como se estila decir en el ámbito naval “señalización BZ a tope!”


Lic. Hernán Favier, 15 de mayo de 2023

viernes, 17 de marzo de 2023

Después de 40 años arribó el reconocimiento para el ingeniero de Sagem que participó en la integración del cazabombardero Super Étendard y el misil Exocet en el otoño de 1982


El 22 de septiembre de 2022 se llevó a cabo una ceremonia en los hangares de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque en la Base Aeronaval Comandante Espora de la Armada Argentina, fue allí, en ese “hangar verde”, que en el otoño de 1982 los ingenieros del equipo Dassault fueron decisivos para la integración del misil AM-39 Exocet de Aérospatiale con el cazabombardero Dassault-Breguet Super Étendard.
En esta ocasión se reconoció con un diploma a todo el personal de la EA32 que participó en la guerra de Malvinas, pero hubo un invitado de honor, el ingeniero de Sagem Christian Larrieu, especialista en electrónica y hace más de 40 años encargado de la puesta a punto de la central inercial Uliss 80 del Super Étendard, el sistema de navegación y de ataque que efectúa los cálculos y elabora las señales necesarias para el bombardeo, los ataques aire-tierra y aire-mar como también el uso de cañones, misiles y cohetes. El sistema está constituido por una unidad de navegación y ataque (UNA 80), un puesto de comando y de navegación (PCN 80), y una unidad de intercambio y control (UEC).



Fue así como, en ese trabajo mancomunado entre el equipo Dassault y el personal de la EA32 al mando del comandante Colombo, especialmente hay que mencionar a los tenientes de fragata Machetanz y Rodriguez Mariani, por entonces pilotos armeros de la Escuadrilla que habían realizado un curso en Aérospatiale, se logró la validación del Exocet en la primera quincena de abril de 1982. Para el 11 de abril se logró poner cuatro aviones "listos para volar", validando el misil AM-39 Exocet. No así el quinto avión, ya que se canibalizaron muchos equipos para salvar los problemas en los otros cuatro aviones.
Días después, con el conflicto escalando, los cazabombarderos Super Étendard fueron desplegados a la Base Aeronaval Río Grande.
Y llegaría el 4 de mayo de 1982, el bautismo de fuego de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, cuando en una misión a cargo del capitán de corbeta Augusto Bedacarratz y del teniente de fragata Armando Mayora, con los aviones 3-A-202 y 3-A-203 de la EA32, sentencian de muerte al destructor tipo 42 Sheffield de la Marina británica, que se hundiría días más tarde.



Este reconocimiento tiene además un valor histórico, hecha por tierra versiones infundadas sobre la operatividad, puesta a punto y validación lograda en la dupla Exocet-Super Étendard en los hangares de BACE, una de esas versiones, que circularon por muchos años y por distintos medios, es aquella que afirmaba que un piloto de Aerolíneas Argentinas desde Paris había traído a la Argentina los códigos del misil, un hecho que nunca sucedió como fue relatado, a continuación la explicación que da por tierra con esa historia.
Después de utilizar el quinto y último misil Exocet, el 30 de mayo de 1982, la Armada Argentina consiguió en Sagem France cuatro tarjetas electrónicas (para 2 centrales inerciales Uliss 80 de Super Étendard) para poder lanzar las bombas de 500 libras.
El ingeniero de Sagem que se encontraba en la Base Aeronaval Comandante Espora ya había regresado a Francia el 20 de mayo, pero había instruido al piloto armero de como cambiar esas tarjetas.
Fue un tripulante de Aerolíneas Argentinas quien las trajo desde Paris.
En el aeropuerto de Ezeiza entregó las tarjetas a la Armada, y gestionado por el piloto armero de la EA32 llegaron a Río Grande para hacer el cambio de las mismas.
Lamentablemente los cazabombarderos Super Étendard no volvieron a volar para atacar con bombas durante el resto del conflicto.

Lic. Hernán Favier 15 de marzo de 2023
 
Un especial agradecimiento a Christian Larrieu, por estos años de amistad y por compartir desinteresadamente sus vivencias durante la guerra de Malvinas

domingo, 15 de enero de 2023

La Operación Sol. La isla Thule en las Sandwich del Sur, el precedente de la isla San Pedro en las Georgias del Sur, antes, durante y después del conflicto de Malvinas


Hace 46 años, el 18 de marzo de 1977, en la isla Thule del Sur, del archipiélago de las Sandwich del Sur, se inauguraba una base científico-militar, que contaba con pocas comodidades para una dotación mínima, que incluía una estación meteorológica, una estación de radio y un rudimentario helipuerto de hormigón, a la que se denominó Base Corbeta Uruguay.
El archipiélago, donde flameó la bandera argentina en 1956, 1977 y 1982, se encuentra en la frontera antártica, a 800 kilómetros de las Georgias del Sur, a 2.100 kilómetros de las islas Malvinas y a 2.400 kilómetros de Tierra del Fuego.
El Decreto Secreto 2085/1977, continuación del Decreto Secreto 3.209/1975, consideraba las acciones realizadas en la isla Thule del Sur, que se llevaron a cabo durante los años 1975 y 1976 desde el Ministerio de Defensa a través del Comando en Jefe de la Armada, tareas que fueron parte de la primera etapa de la “Operación Sol”. Esas tareas se remontan hacia mediados de 1955, cuando el por entonces joven oficial de la Armada Juan José Lombardo propuso instalar una base en el archipiélago de las Sandwich del Sur, una manera de imponer presencia argentina y a la vez medir la reacción del Reino Unido ante el hecho consumado. Luego de la construcción de un refugio y posterior evacuación en 1956 pasarían 20 años para que se cristalizara la idea de Lombardo.
Es así que en 1977 y ejercicios posteriores, el Ministerio de Defensa, a través del Comando en Jefe de la Armada, recibió la orden y los recursos para la continuación y el completamiento de las tareas y aspectos logísticos destinados a finalizar las instalaciones y equipamiento necesario para la ocupación efectiva y pacífica de la Isla Thule del Sur, perteneciente al grupo de las Islas Sandwich del Sur, reafirmando los derechos soberanos de la Argentina mediante actividades científicas.
Esas acciones no pasaron desapercibidas para el Reino Unido, que en los meses siguientes a la inauguración de la base detectó la presencia argentina a través de un sobrevuelo del helicóptero embarcado en el buque HMS Endurance. Desde Argentina se esperaba una reacción británica mediática furibunda pero el gobierno del primer ministro James Callaghan decidió mantener los sucesos en la esfera diplomática, sugerencia realizada por el canciller David Owen, que prefirió mantener en secreto la instalación de la base argentina para evitar complicar las negociaciones entre los dos países que se estaban preparando para que se iniciaran en el año 1978 en Lima, Perú.
Si bien el gobierno británico mantuvo el secreto de los sucesos, fueron los kelpers de la FIC quienes hicieron pública la información. Pero el hecho atrajo poco y nada a la prensa del momento, se refirieron intercambios de notas diplomáticas entre ambos países y nada más, la posesión de una remota isla inhóspita disputada no ameritaba ríos de tinta para el poco interés de la gente en la época.
Quizás lo sucedido, o lo que no sucedió, debido a la inacción británica con la ocupación de la isla Thule del Sur, desembocó en los hechos de fines de 1981 en Georgias del Sur, el precedente más cercano del desencadenamiento del conflicto de Malvinas, lo que se denominó “Operativo Alfa”, que consistía en la instalación de un destacamento militar en la isla San Pedro, en las Georgias del Sur, copiando el modelo de 1976 en las islas Sandwich del Sur, utilizando como pantalla la expedición comercial del chatarrero Constantino Davidoff para desmantelar las estaciones balleneras de Puerto Leith y Grytviken.
Es así que llega el 2 de abril de 1982 y la base en la isla Thule del Sur continua operando, la guerra disputada a más de 2.000 kilómetros no llegaría hasta ese paraje sino recién el 14 de junio, día del cese de hostilidades, cuando el por entonces TC Enrique Peralta Martínez, jefe de la base Corbeta Uruguay, recibe un radiograma informando sobre los sucesos en Malvinas y se le instruye que proceda a la destrucción de los equipos científicos y de comunicaciones antes de que ocurra la avanzada británica sobre la isla Thule del Sur, la que ocurre en la mañana del 21 de junio de 1982, cuando efectivos de la marina británica fuerzan al personal argentino de la base Corbeta Uruguay a abandonar la isla, lo que parecía ser el fin de la aventura conocida como Operación Sol.
Pero esta historia tiene un epílogo, a fines de 1982, el Reino Unido señalaba que había recibido un informe desde un buque mercante que reportaba el avistamiento de una bandera argentina flameando en el mástil de la abandonada meses atrás base Corbeta Uruguay, suceso que no pudo corroborar el gobierno argentino, negando su participación en el arreamiento de la bandera británica y el posterior izamiento de la bandera argentina en la isla Thule del Sur.


El Reino Unido decidió de manera drástica la situación de las Sandwich del Sur, en diciembre de 1982 se le ordena al personal de la fragata HMS Apollo, buque enviado a las islas Malvinas en junio del mismo año para realizar tareas de patrullaje, destruir por completo las instalaciones de la base Corbeta Uruguay construidas por Argentina, para evitar una ulterior permanencia en ese confín antártico.


Lic. Hernán Favier, 15 de enero de 2023