lunes, 7 de agosto de 2017

El Apostadero Naval Malvinas, primera unidad logística de la Armada en las islas, fue creado el 2 de abril de 1982


Apostadero Naval Malvinas: un gran almacén de ramos generales durante la guerra

En la madrugada del 2 de abril de 1982 la Fuerza de Desembarco argentina recuperó las islas Malvinas.
Apenas cumplida la misión, una de las primeras acciones de la Armada fue construir el Apostadero Naval en Puerto Argentino.
Se trataba de un establecimiento con funciones logísticas de todo tipo, aunque lo primordial era brindar apoyo a las unidades que operaban en la capital. Quedó a cargo el capitán de fragata Adolfo Gaffoglio.
A las 7:35 comenzó el desembarco del rompehielos Almirante Irízar, que entre tantas cosas traía 19 hombres que habían dormido mal en el laboratorio del barco.
“Al principio no teníamos nada. Y cuando digo nada, es nada. Fue el inicio de la Marina en las Malvinas”, cuenta Roberto Coccia, que fue el bioquímico del Apostadero.


Fue como un almacén de ramos generales para los buques, que cargaban y descargaban. Además patrullaban, custodiaban la península Camber y el faro San Felipe; hacían la provisión de suministros, la operación de radios y las centrales telefónicas; tenían un puesto de socorro y hasta se llevaba a cabo la recuperación físico-mental de los soldados de la Infantería de Marina.
Claudio Guida, entonces conscripto, construyó el cartel del "Apostadero Naval Malvinas". Había sido pensado para tapar uno de "F#lkland Islands Company", pero como la gobernación no lo autorizó, se puso en un galpón contiguo.
Recién en mayo del 82 se estableció la plana mayor, en unos galpones que se usaban para acopiar lana y carpintería. Hubo, en total, entre 170 y 220 personas. Esa comunidad compartió la guerra hasta el final.
Todos ellos volvieron al continente el Día de la Bandera de 1982, y empezaron a juntarse al año siguiente.
Su historia acaba de convertirse en libro, escrito y compilado por Jorge Muñoz: se titula Historias del Apostadero Naval Malvinas (Ediciones Argentinidad, 249 pesos).

Fuente: Extracto de la nota de Juan Brodersen para Clarin publicada el 07/08/2017