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martes, 1 de julio de 2025

Testimonios en primera persona: Puerto Argentino, Malvinas. Minucioso relato de uno de los soldados del RI Mec 6 del EA sobre el derribo de un Sea Harrier el 1 de junio de 1982


Mi posición en Malvinas estaba ubicada a unos 200 metros al sudoeste del camino que une Puerto Argentino con el aeropuerto viejo. Varias veces fui a prestar servicio en un puesto de observación ubicado a aproximadamente 50 metros al norte del mismo camino justo frente a la boca de entrada a la rada de Puerto Argentino.
Sobre el mismo camino, a más o menos 1 km del pueblo y unos 2 km en línea recta con el aeropuerto, el Ejército Argentino desplegaba una batería de misiles Roland operada por el Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601.
A fines de abril o principios de mayo de 1982 implementaron un sistema de baño para la tropa que consistía en trasladarnos al pueblo para acceder a unas instalaciones con duchas de campaña con abundante agua caliente salada, cuya desventaja era que no disolvía la suciedad (a esas alturas abundante) y el otro inconveniente es que nunca pude disponer de una toalla seca como para disfrutarlo.
Una mañana, a principios de mayo, luego del desayuno consistente en medio jarro de campaña de mate cocido con leche y estando en los preparativos para la excursión de baño, escuchamos provenientes del camino una serie de explosiones y ruido de turbinas, segundos después pasaron por delante nuestro unos cuatro Sea Harrier que venían en escape posterior a su ataque a la batería de misiles Roland volando muy bajo y con rumbo al mar. A 100 metros al sudoeste de nuestra posición, nuestra subunidad, la compañía A del RI Mec 6 General Viamonte, tenía emplazada la Sección Apoyo que contaba con un cañón sin retroceso Czekalski de 105 mm, un cañón sin retroceso M67 de 90 mm y misiles antitanques filoguiados Cobra. Los aviones en escape pasaron uno detrás del otro cerca de la elevación y desde arriba el suboficial que estaba a cargo disparó un misil Cobra. Vimos al último avión de la fila hacer maniobras evasivas que eran copiadas perfectamente por el proyectil de operación manual hasta que llegó a su límite de alcance y cayó a tierra (la acción llevada a cabo estuvo muy por fuera de los objetivos de diseño y misión del arma). Creo que contuvimos la respiración todo el episodio y ver los aviones ingleses escapar nos dejó con ganas de más.
La revancha llegaría el 1 de junio. Martes, día soleado sin nubes y poco viento en superficie soplando del oeste, yo estaba en el puesto de observación.
Estimo que era después del mediodía cuando escuché gritos de soldados en las posiciones vecinas diciendo “¡el misil, el misil!” y al levantar la vista mirando hacia el oeste (en dirección al pueblo) ví un misil Roland que venía en mi dirección volando recto y nivelado a unos 10/20 metros del suelo. Mirando hacia el sudoeste ví un Sea Harrier volando en la misma dirección a una altitud a la que se distinguían detalles de la máquina a simple vista, hecho inédito para nosotros porque en general solo veíamos la estela de condensación (probablemente fueran Patrullas Aéreas de Combate o vuelos de reconocimiento), o a nuestra altura si estaban atacando algún objetivo cercano. Ahí se produjo esa situación en la que uno no sabe para donde mirar, pero se resolvió por si sola a los pocos segundos. Pasados unos 200 metros, el misil hizo un giro muy cerrado en ascenso hacia su derecha con una trayectoria curva que lo llevaba hacia su objetivo. En ese momento estaba claro que el Sea Harrier estaba sentenciado. Deben haber sido segundos, pero uno esas situaciones las vive como en cámara lenta. A poca distancia de impactar en el avión, el piloto intentó una maniobra evasiva inclinando la máquina unos 30/40º a la derecha lo que no evitó que el misil hiciera blanco en la parte posterior (estimo que entre el borde de fuga del ala izquierda y el estabilizador) y casi simultáneamente se produjo su eyección. De inmediato el Sea Harrier, con llamas desprendiéndose del lugar de impacto, comenzó a caer en barrena plana y su piloto a flotar con su paracaídas empujado por la brisa hacia el este. En un punto dejé de ver el avión por los obstáculos del terreno, pero supimos que había caído al mar.


El resto lo supe después, el piloto era el teniente Ian Mortimer de la RAF volando el Sea Harrier FRS.1 matrícula XZ456 embarcado en el portaaviones HMS Invincible. 
Hubo un intento de rescate por parte de aeronaves argentinas, lo fueron a buscar en un helicóptero CH-47 Chinook, que el piloto llegó a ver muy cerca (según su relato), y fue repelido por los británicos. Luego de unas ocho horas de búsqueda el teniente Mortimer fue rescatado por sus compatriotas.
 
Fuente: VGM Fernando Vassallo, Ca A, RI Mec 6, Ejército Argentino. 

miércoles, 17 de agosto de 2022

El legado de José de San Martín en Malvinas, recordando a sus granaderos en el 40º aniversario de la gesta del Atlántico Sur y en el 172º aniversario de su paso a la inmortalidad


La historia del Regimiento de Granaderos a Caballo está llena de hitos, muchos de ellos relatados en los libros de historia, y algunos apenas mencionados en libros específicos sobre los granaderos y su creador.
Y Malvinas no podía faltar en su acervo.
José de San Martín, luego de su arribo a Buenos Aires, crea el Regimiento de Granaderos a Caballo en marzo de 1812, un cuerpo de caballería que prestaría servicios en los años aciagos que siguieron a la revolución de mayo de 1810.
Más de una década de batallar en tierra propia y extraña, el cuerpo de granaderos es disuelto en el año 1826.
El nuevo milenio y la coyuntura internacional hicieron ineludibles las grandes transformaciones, entre ellas la modernización de las fuerzas armadas. Una de esas transformaciones fue la sanción de la ley del Servicio Militar Obligatorio en el año 1901.
Y es durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca que, un decreto firmado por el mandatario el 25 de mayo de 1903, dispone darle vida nuevamente al Regimiento de Granaderos a Caballo, que toma el nombre de su creador.
Finalmente, en el año 1906, el presidente José Figueroa Alcorta asigna al Regimiento de Granaderos a Caballo la función de escolta presidencial.
El 2 de abril de 1982 la Argentina recupera las islas Malvinas, y este glorioso regimiento no podía estar afuera de la gesta. Es así que parte del Regimiento de Granaderos a Caballo, integrado por 185 hombres entre oficiales, suboficiales y soldados de distintos escuadrones, es desplegado a Comodoro Rivadavia, tomando la agrupación el nombre de Escuadrón "Pringles" cuyo destino ulterior sería cruzar hacia las islas.
Pero de los 185 efectivos destinados al teatro de operaciones sólo diez granaderos del Escuadrón Pringles cruzaron desde Comodoro Rivadavia rumbo a Puerto Argentino en la isla Soledad.
Dos suboficiales y ocho conscriptos tuvieron el honor de cumplir el mandato del general San Martín en las islas.
Eran dos cabos y ocho soldados en dos grupos de cinco a cargo de ametralladoras MAG calibre 7,62 x 51 mm que, desde los primeros días de junio de 1982, se sumaron al dispositivo de defensa argentino.  
Pronto fueron apostados en los montes que circundan Puerto Argentino, un grupo bajo la jurisdicción del RI Mec 4 en monte Harriet y Dos Hermanas, y el otro bajo la jurisdicción del RI Mec 7 en cercanías de monte Longdon.
A partir del 11 de junio de 1982, en los combates más violentos que se fueron desencadenando, y que dejaron bien en alto el desempeño del soldado argentino, estuvieron aferrados en monte Harriet y monte Longdon.
Dos de ellos resultaron heridos en combate. 
De esta forma cumplieron con el mandato de su creador y honraban el nombre del Escuadrón, llamado Pringles en homenaje al coronel Juan Pascual Pringles, reconocido por el general San Martín en 1819 con una condecoración que rezaba: “Gloria a los vencidos de Chancay”.
Y en este año 2022, en el que se cumple el 40º aniversario de la Gesta de Malvinas, aquellos diez granaderos que participaron de la defensa de Puerto Argentino, volvieron a los cuarteles de Palermo para ser condecorados, como lo fueron 10 años atrás.
El reconocimiento recibido representa la más alta condecoración que otorga el Arma de Caballería del Ejército Argentino: la Orden Ecuestre Militar Caballeros Granaderos de los Andes, en Grado de Oficial.
Aquellos diez granaderos fueron:
 
Escuadrón San Lorenzo
Cabo 1º Juan Carlos Campoy
Granadero clase 1963 Carlos Argentino Acuña (herido)
Granadero clase 1963 Aldo Gabriel Apecechea
Granadero clase 1963 Ernesto Raúl Ponce
Granadero clase 1963 Jorge Eduardo Vega Luján (herido)
 
Escuadrón Junín
Cabo 1º Jorge Alberto Rivero
Granadero clase 1961 Domingo Ángel Novaro
Granadero clase 1962 Miguel Ángel Piaggio
Granadero clase 1963 Miguel Ángel Plaza
Granadero clase 1963 Roque Daniel Flores 

lunes, 31 de mayo de 2021

Cambio de roles en Malvinas, un helicóptero Puma de la Aviación de Ejército y un transporte polar de la Armada operando en configuración sanitaria


Mientras el Reino Unido notificaba a mediados de abril de 1982, a través de la Cruz Roja Internacional y del gobierno de Suiza, que había requisado al crucero Uganda y que bajo la denominación HMHS Uganda sería utilizado como buque hospital de su Task Force, la Argentina, apenas días después, adaptaba para tal requerimiento al rompehielos ARA Almirante Irizar y al transporte polar ARA Bahía Paraíso.
 
En esta entrada previa del blog se puede leer lo acontecido con el ARA Irizar:

https://malvinasdata.blogspot.com/2011/03/resena-de-los-buques-hospital-durante.html


El transporte polar ARA Bahía Paraíso ingresó a la Base Naval Puerto Belgrano y en menos de una semana fue pintado y equipado para cumplir el rol de buque hospital.
El 27 de abril de 1982, con algunos trabajos de transformación inconclusos, zarpó desde Bahía Blanca rumbo al teatro de operaciones, en sus hangares llevaba un pájaro de otro nido, un helicóptero Puma del Ejército, además de un Alouette III de la Armada.
El helicóptero en cuestión, con un esquema de pintura que lo identificaba como aeronave sanitaria, era un Aérospatiale SA330 Puma matrícula AE-506, perteneciente al Batallón de Helicópteros de Asalto 601, con asiento en Campo de Mayo, provincia de Buenos Aires.
Si bien el primer “encuentro” entre el HMHS Uganda y el ARA Bahía Paraíso se produjo en la zona de exclusión impuesta unilateralmente por los británicos el 11 de mayo de 1982, no sería hasta los primeros días de junio que operarían al límite de sus capacidades.
El lugar de reunión de los buques acordado por los beligerantes se conoció como Red Cross Box, el área se hallaba localizada a 40 millas náuticas de la desembocadura norte del Estrecho de San Carlos.


Desde el 1 de junio el buque hospital ARA Bahía Paraíso comienza a recibir heridos posicionado en la rada de Puerto Argentino, y empieza a trabajar en conjunto con el buque hospital Uganda, recibiendo tropa argentina herida en combate evacuada por británicos desde los escenarios bélicos. En los días subsiguientes el buque hospital argentino se hará cargo de más de 250 recepciones y traslados, hasta que luego de finalizada la guerra se desplaza hasta el Estrecho de San Carlos, encargándose también de los ex POW entregados desde la FOB San Carlos.
En este contexto, el rol del helicóptero de transporte Puma de la Aviación de Ejército embarcado en el ARA Bahía Paraíso se tornó preponderante, los soldados argentinos heridos eran recogidos por este medio desde los distintos campos de batalla de Malvinas, en su mayoría desde Puerto Argentino en la isla Soledad, pero también decenas de heridos fueron trasladados desde Puerto Mitre y bahía Zorro en la isla Gran Malvina.
El helicóptero Puma despegaba una y otra vez para evacuar heridos desde las islas y desde el buque hospital Uganda, una operación que se repetiría varias veces en los días en los cuales el conflicto llegaba a su fin.


Lic. Hernán Favier
Agradecimientos: Matías Nieto. Ignacio Porrúa.

viernes, 2 de abril de 2021

1982 - 2 de abril - 2021 39º aniversario de la recuperación de las islas Malvinas


Un nuevo 2 de abril.
39 años han transcurrido desde aquella jornada atípica e intensa del siglo pasado que puso fin, transitoriamente, a 149 años de usurpación británica de nuestras queridas islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Los 73 días posteriores fueron un caleidoscopio de múltiples sensaciones encontradas, euforia, miedo, desconocimiento, esperanza, desazón, pasión, valor, templanza, que se podían sentir a flor de piel tanto en las islas como en el continente.
74 días de una guerra épica inconclusa que no está saldada, que nos provocó heridas que aún no cicatrizan, pero que nos dejó 649 héroes y miles de veteranos orgullosos de haber servido a la Patria y a la Constitución y sus leyes; muchos de ellos ya no están entre nosotros, por la desidia del Estado, por decisión propia, y por el paso del tiempo.
Por eso quiero homenajear en este aniversario particularmente a los VGM que nos acompañan en la actualidad, verdaderos titanes que, como oportunamente afirmara uno de ellos: “fuimos soldados que vestimos el uniforme de San Martín para defender la bandera de Belgrano”.
Una misión que cumplieron desde Puerto Argentino a Darwin, desde la isla de Borbón a Monte Longdon, desde Puerto Mitre a San Carlos, desde San Julián, Río Gallegos y Río Grande, y que, desinteresadamente y a pesar del paso del tiempo, siguen en apresto para tomar la posta de una nueva misión, dispuestos a volver a combatir en nuevas trincheras, alejadas de los campos de batalla de antaño, pero igualmente intensas, con los valores y el orgullo intacto de 1982.
Un párrafo aparte para los familiares de los caídos, nunca alcanzará el reconocimiento a madres, padres, hermanos, esposas, novias e hijos que perdieron a un ser querido en la contienda, pero sepan que estamos con ustedes, que nos sentimos orgullosos de todos y son parte también de la gesta del Atlántico Sur. A todos ellos gracias y siempre los tenemos presentes. 

2 de abril de 2021

lunes, 7 de agosto de 2017

El Apostadero Naval Malvinas, primera unidad logística de la Armada en las islas, fue creado el 2 de abril de 1982


Apostadero Naval Malvinas: un gran almacén de ramos generales durante la guerra

En la madrugada del 2 de abril de 1982 la Fuerza de Desembarco argentina recuperó las islas Malvinas.
Apenas cumplida la misión, una de las primeras acciones de la Armada fue construir el Apostadero Naval en Puerto Argentino.
Se trataba de un establecimiento con funciones logísticas de todo tipo, aunque lo primordial era brindar apoyo a las unidades que operaban en la capital. Quedó a cargo el capitán de fragata Adolfo Gaffoglio.
A las 7:35 comenzó el desembarco del rompehielos Almirante Irízar, que entre tantas cosas traía 19 hombres que habían dormido mal en el laboratorio del barco.
“Al principio no teníamos nada. Y cuando digo nada, es nada. Fue el inicio de la Marina en las Malvinas”, cuenta Roberto Coccia, que fue el bioquímico del Apostadero.


Fue como un almacén de ramos generales para los buques, que cargaban y descargaban. Además patrullaban, custodiaban la península Camber y el faro San Felipe; hacían la provisión de suministros, la operación de radios y las centrales telefónicas; tenían un puesto de socorro y hasta se llevaba a cabo la recuperación físico-mental de los soldados de la Infantería de Marina.
Claudio Guida, entonces conscripto, construyó el cartel del "Apostadero Naval Malvinas". Había sido pensado para tapar uno de "F#lkland Islands Company", pero como la gobernación no lo autorizó, se puso en un galpón contiguo.
Recién en mayo del 82 se estableció la plana mayor, en unos galpones que se usaban para acopiar lana y carpintería. Hubo, en total, entre 170 y 220 personas. Esa comunidad compartió la guerra hasta el final.
Todos ellos volvieron al continente el Día de la Bandera de 1982, y empezaron a juntarse al año siguiente.
Su historia acaba de convertirse en libro, escrito y compilado por Jorge Muñoz: se titula Historias del Apostadero Naval Malvinas (Ediciones Argentinidad, 249 pesos).

Fuente: Extracto de la nota de Juan Brodersen para Clarin publicada el 07/08/2017

sábado, 8 de abril de 2017

Reflexiones sobre el momento en que la Argentina y el Reino Unido tercien sobre la cuestión de la soberanía de las Malvinas


"El pabellón argentino ondea nuevamente en Puerto Argentino"

Tarde o temprano ese momento llegará.
Han pasado 35 años del conflicto bélico que cerro 149 años de usurpación y clausuró una vía de resolución y nuestra diplomacia no ha podido, ni ha sabido, ni contaba con los medios, para hacer sentar al Reino Unido a la mesa de negociaciones para dirimir el contencioso que ya lleva más de 180 años, poniendo como punto de inflexión la expulsión del gobernador Luis Vernet de Puerto Soledad en enero de 1833.
Hoy es momento de aceptar que de la única manera de recuperar la soberanía de las islas sin ningún condicionamiento ni cesión es por manu militari, algo muy improbable; por lo tanto, llegó el día de pensar formalmente y con amplitud de criterio qué estamos dispuestos a ceder, a consensuar o a ofrecer para que en un futuro no tan lejano el pabellón argentino ondee en Puerto Argentino.
A partir de la aceptación de que en una mesa de negociaciones hay que acercar posiciones tan antagónicas como suele ocurrir en una disputa por la soberanía de un territorio, más allá de que los derechos argentinos son mucho más contundentes que los enarbolados por el Reino Unido, la búsqueda de un acuerdo requiere paciencia, conocimientos y tenacidad, y una pizca de picardía para saber leer el contexto geopolítico mundial al momento de dirimir los puntos de conflicto a franquear.
Hoy vemos al Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, como un hito que puede influenciar sobre el posicionamiento, no sólo de los británicos con respecto a sus territorios de ultramar, sino sobre otros países del concierto mundial, la fluctuación o la desaparición de intereses compartidos en algún momento de la historia son elementos que la diplomacia debe estudiar muy profundamente; aunque el contencioso es entre la Argentina y el Reino Unido, los países o bloques regionales pueden ser potenciales “buffers” en las conversaciones sobre la soberanía del territorio en disputa. Y como la autodeterminación ya fue excluida por la ONU en la cuestión Malvinas lo que hay que garantizar son los derechos de los kelpers como ciudadanos, pero no sus deseos, que chocan con el reclamo legítimo argentino al ser una población implantada en territorio usurpado.
Localmente es difícil despegar del inconsciente colectivo el “Malvinas es un sentimiento” y más aún el renovado reconocimiento a nuestros veteranos de guerra; es teniendo en cuenta estos dos pilares que la diplomacia argentina deberá contemporizar el dolor, la sensación de entrega o la no aceptación de algunas concesiones en la mesa de discusiones.
Por eso ya es tiempo de pensar cuales son los lineamientos diplomáticos y los límites a establecer a las pretensiones británicas para que haya una cesión de soberanía. Es ingenuo pensar que el modelo Hong Kong pueda ser replicado casi con exactitud sobre Malvinas, el mundo, o mejor dicho las potencias militares, se están orientando más hacia el control de nudos logísticos que hacia extensos espacios territoriales, hacia plataformas y vías de comunicaciones que les permitan controles de áreas o regiones de gran valor geopolítico militar y económico, son políticas a largo plazo menos onerosas pero que otorgan gran valor estratégico, y según los defensores de esta postura permite dinamizar el despliegue del instrumento militar contra las fuerzas estáticas requeridas para mantener el control de posesiones lejanas, como las existentes en la base militar británica de Mount Pleasant en Malvinas.
España ofreció recientemente la “co-soberanía” del Peñón de Gibraltar al Reino Unido, algo rechazado de plano por estos últimos; es difícil que ese modelo salga desde nuestra diplomacia pero sirve como ejemplo para entender que algunas decisiones u ofrecimientos resultarán inaceptables si no hay una contraprestación o beneficio tangible para las aspiraciones argentinas.
Por último, sería interesante que nuestra Cancillería, en la medida de lo posible y sin entorpecer las futuras negociaciones, fuera liberando informes o resúmenes de la posición de partida, las expectativas de sentar a los británicos en la mesa de negociaciones, y el derrotero de la disputa en los foros y cumbres internacionales. Contar por anticipado con perspectivas, enfoques y distintos escenarios posibles para la solución del contencioso es un buen ejercicio de diplomacia bilateral, o como se ha puesto de moda últimamente, un buen ejercicio de multilateralismo.
Aún no están echadas todas las cartas, tampoco están marcadas, está en nosotros jugar de la mejor manera con las cartas que nos toquen.

Lic. Hernán Favier

jueves, 10 de noviembre de 2016

Se presenta en el Festival Internacional de cine de Mar del Plata el largometraje "Soldado argentino sólo conocido por Dios"


“Soldado Argentino sólo conocido por Dios” es un largometraje de ficción bélico, centrado en el drama humano de tres jóvenes de un pequeño pueblo de Traslasierra, Córdoba, quienes desde lugares ideológicos muy distintos, se ven transformados para siempre por la Guerra de Malvinas. Totalmente inspirada en hechos verídicos, esta película promete abrir el diálogo sobre las consecuencias de la guerra en nuestra sociedad.



viernes, 10 de junio de 2016

1829 - 10 de junio - 2016 Se conmemora una nueva jornada de la Reafirmación de los derechos argentinos sobre las Malvinas, las islas del Atlántico Sur y el sector Antártico


Un 10 de junio del año 1829 el gobierno de Buenos Aires designa como Comandante Político y Militar de las Islas Malvinas al comerciante Luis Vernet. Esta designación surge del decreto ley del gobernador Martín Rodríguez que crea la “Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico", con sede en la isla Soledad y con jurisdicción sobre las islas adyacentes al cabo de Hornos que dan hacia el océano Atlántico Sur.
En uno de los artículos se dispone que la residencia del comandante político y militar sea en la isla Soledad y en ella se establezca una batería bajo el pabellón de la República.
     
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Dirección de Prensa de Cancillería

10 de junio: Día de la afirmación de los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes

Hoy, 10 de junio, la República Argentina conmemora un nuevo aniversario de la creación, en 1829, de la Comandancia Política y Militar de las islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos por parte del entonces Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, D. Martín Rodríguez.
Desde el comienzo de su emancipación de España, la Argentina, en su condición de heredera de los territorios españoles en el sur del continente -incluidas las islas Malvinas y demás islas del Atlántico Sur- ejerció sus derechos de manera permanente, procediendo al dictado de las normas y el establecimiento de las estructuras jurídicas y administrativas que consolidaran el ejercicio de su soberanía, fomentando el desarrollo de actividades comerciales, el establecimiento de población y una oficina administrativa en Malvinas. La culminación de dicho proceso fue el dictado del Decreto estableciendo la Comandancia Cívica Militar de Malvinas, en la fecha que hoy recordamos, a cuyo frente fue designado D. Luis Vernet.
El 3 de enero de 1833, quebrantando la integridad territorial argentina, el Reino Unido ocupó ilegalmente las islas, desalojando mediante el uso de la fuerza a los habitantes y a las legítimas autoridades argentinas allí asentadas. Desde entonces, las islas son objeto de una disputa de soberanía entre ambos países, reconocida por las Naciones Unidas mediante la resolución 2065 (XX) de la Asamblea General, así como también por múltiples foros regionales y multilaterales.
Ejercer nuevamente de forma plena la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, respetando el modo de vida de sus habitantes y de conformidad con el derecho internacional, constituye un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino, tal como lo establece la Cláusula Transitoria Primera de la Constitución Nacional.
Conforme a ese mandato, la República Argentina invita una vez más al Reino Unido a reanudar las negociaciones sobre la Cuestión de las Islas Malvinas en los términos establecidos por las resoluciones 2065 (XX), 37/9, y demás resoluciones pertinentes de la Asamblea General, y urge al cese de actividades unilaterales en el área en disputa, conforme lo establecido en la resolución 31/49.
Con ese espíritu, el Gobierno argentino reitera una vez más su plena disposición a un diálogo abierto con el Reino Unido, y a fortalecer la relación bilateral a fin de identificar posibles áreas de cooperación en el Atlántico Sur. 
El Gobierno argentino reafirma una vez más los imprescriptibles derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes, por ser éstos parte integrante del territorio nacional.

Información para la Prensa N°: 178/16 Viernes 10 de Junio de 2016

miércoles, 2 de abril de 2008

Reseña de campaña del Batallón de Aviación de Ejército 601 en las islas Malvinas


El Conflicto armado con el Reino Unido de Gran Bretaña por la recuperación de las Islas Malvinas, le permitió a la Aviación de Ejército desarrollar todas sus capacidades en el más difícil de los escenarios. Esta Unidad logró distinguirse por sus acciones, recibiendo dos medallas para su Bandera de Guerra, diez condecoraciones al "Valor en Combate", dos Medallas al Esfuerzo y la Abnegación y diez menciones por el desempeño en Campaña, resultando la Unidad más condecorada del Ejército Argentino. Recibida la orden de desplegar su personal y material, el Batallón de Aviación de Combate 601 reforzado con personal y medios de otras compañías, debió acondicionar las aeronaves para ser embarcadas en aviones "Hércules" de la FAA y en el ARA "Bahía Paraíso". A su vez, dos helicópteros "Chinook" y un "Puma" efectuaron el cruce a las islas en vuelo el día 18de abril de 1982. El día 03 de abril de 1982, el helicóptero "Puma" AE-504 embarcado en el ARA "Bahía Paraíso" apoya el desembarco de tropas de Infantería de Marina en la Bahía de Grytviken, donde es derribado por el fuego enemigo, sufriendo cuatro bajas. Su tripulación continuó combatiendo junto a la Infantería de Marina hasta ser rescatados. 


A partir del día 11 de abril de 1982, fecha en que llegan los primeros helicópteros a las islas y hasta el 01 de mayo de 1982, fecha en que comienzan las hostilidades, la masa de las misiones cumplidas por la Aviación de Ejército estuvieron orientadas al despliegue de las Fuerzas, transportando personal y carga del Ejército, de la Fuerza Aérea y de la Armada. Del 01 de mayo de 1982 en adelante, las tripulaciones debieron cumplir todas sus misiones en condiciones críticas, por la permanente falta de cobertura aérea y las malas condiciones meteorológicas. La falta de equipos de navegación y de equipos de visión nocturna, obligó a realizar vuelos de día y de noche a muy baja altura para sustraerse de los medios de detección electrónica y del fuego enemigo. Así, se realizaron vuelos patrullaje y vigilancia de costas, infiltración de tropas comando del Ejército y de la Gendarmería Nacional, observación del tiro de artillería, operaciones de distracción, rescate de tripulaciones, evacuación de heridos, transporte de tropas y abastecimientos y cambios de ubicación de las tropas en el dispositivo de defensa, etc.



Transcurridos los días y pese a la falta de adecuados niveles de abastecimiento, especialmente de repuestos causada por el bloqueo de la flota inglesa, se continuaron los vuelos reduciendo gravemente los márgenes de seguridad, para sostener el combate. Se destacan del resto de los vuelos, las operaciones aeromóviles realizadas para ejecutar los contraataques sobre las tropas inglesas en Puerto Darwin y Goose Green, con la Reserva de la Brigada de Infantería 3 (la Compañía C del Regimiento de Infantería 25 por la mañana y por la tarde la Compañía B del Regimiento de Infantería 12) el 28 de mayo de 1982. Los innumerables vuelos bajo el fuego enemigo y los derribos de aeronaves propias, no hicieron más que incrementar el ya inquebrantable espíritu y valor de todas las tripulaciones, sin distinción de jerarquías. No satisfechos aún con la misión cumplida, los Aviadores de Ejército continuaron realizando vuelos luego del 14 de junio, para la recuperación de los heridos y los muertos en el campo de combate. Se llega así al día 16 de junio de 1982 cuando se realizó el último vuelo sobre las Islas.



Personal condecorado:

La Nación Argentina al Valor en Combate: Capitán Roberto Fiorito (Post mortem), Capitán Juan Buschiazzo (Post mortem), Sargento 1° Raul Dimotta (post mortem), Capitán Jorge Svendsen, Teniente 1° Hugo Perez Cometto, Teniente Alejandro Villagra, Teniente Eduardo López Leguizamón, Teniente Marcelo Fiorio.

La Nación Argentina al Muerto en Combate: Teniente Marcos Fassio, Sargento Roberto Campos, Sargento Néstor Barros.

Fuentes: EA. Batallón de Aviación de Ejército.
Agradecimiento: Sub My VGM Daniel Marchi por sus fotografías.

jueves, 9 de febrero de 2006

La batalla de Monte Longdon, hito de la guerra de Malvinas


Batalla de Monte Longdon: 11 y 12 de junio de 1982

Fuerzas argentinas: RI 7 + Sección de Ca de Ingenieros 10

Fuerzas británicas: Regimientos Para 2 y Para 3

Ubicación: Noroeste de Puerto Argentino

Desarrollo:

2030. Fuego de ablandamiento británico sobre las posiciones argentinas en Monte Longdon (fuego de morteros y cañones sin retroceso) y fuego naval desde la fragata tipo 21 "Avenger".
2130. Primeros combates cercanos, se combate cuerpo a cuerpo. La compañia B del RI7 combate encarnizadamente en posiciones defensivas contra las compañías A y B del Para 3.
0100. Las fuerzas argentinas en el perímetro defensivo solicitan artillería controlada por el BIM5. El general Jofré ordena reforzar el sector suroeste del Mte. Longdon. Esta zona es sometida a intenso fuego de morteros británicos.
0500. La situación es crítica para la fuerza defensiva por numerosas bajas en el RI7, por munición escasa y porque la linea defensiva (LACPC) ha sido penetrada en forma discontinua.
0630. El general Jofré ordena el repliegue.
0800. Caída del Monte Longdon en manos británicas.

Bajas argentinas: RI7 31 muertos y 152 heridos. (#)
Bajas británicas: Para 3 23 muertos y 47 heridos.


(#) Regimiento de Infantería Motorizado 7 "Coronel Conde"