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miércoles, 15 de septiembre de 2021

Culminó con éxito el PPH2, el segundo proyecto del CICR para individualizar a los soldados argentinos de la tumba múltiple C.1.10 del cementerio de Darwin en Malvinas


En el día de la fecha, el Comité Internacional de la Cruz Roja informó que el Equipo Argentino de Antropología Forense logró individualizar los restos de cuatro soldados argentinos enterrados en la tumba múltiple C.1.10 del cementerio militar argentino en Darwin, confirmó la identidad de un quinto soldado y reasoció los restos de un sexto soldado, que ya se encontraba inhumado en una tumba individual.
Los encargados de transmitir las novedades fueron Laurent Corbaz, jefe de proyecto del PPH2 y Luis Fondebrider, jefe de la unidad forense del CICR, ambos fueron parte del equipo forense que estuvo en agosto en Malvinas.
El EAAF confirmó la identificación a través de las muestras de tejido esquelético obtenidas en el camposanto argentino en Darwin por el equipo del CICR que se trasladó a las islas para dar cumplimiento al Plan Proyecto Humanitario 2, la continuación del PPH 1, que trabajó sobre 122 tumbas y permitió individualizar hasta ahora a 115 soldados que yacían bajo una losa que rezaba “Soldado argentino sólo conocido por Dios”.
Los soldados individualizados en el PPH2 pertenecían al Escuadrón Alacrán de la Gendarmería Nacional Argentina, que arribó a Malvinas el 28 de mayo de 1982 a bordo de un Hercules de la Fuerza Aérea Argentina. Ellos son el subalférez Guillermo Nasif, el cabo 1º Marciano Verón, el cabo Carlos Misael Pereyra y el gendarme Juan Carlos Treppo.
El laboratorio del EAAF en Córdoba también confirmó la identidad del primer alférez Ricardo Julio Sánchez, que figuraba correctamente con su nombre en la tumba múltiple D.C.1.10 y por último se reasociaron restos del cabo 1º Víctor Samuel Guerrero. 
Tanto Sánchez como Guerrero fueron inhumados en 1983, en el caso de este último bajo la losa D.A.4.1.


La historia cuenta que el 30 de mayo de 1982, en una operación conjunta con comandos del Ejército Argentino, los comandos de la Gendarmería embarcan en un helicóptero Puma en Puerto Argentino para ocupar posiciones en cercanías del monte Kent. Al aproximarse al objetivo, la aeronave es alcanzada por un misil disparado por un avión Sea Harrier que impacta a la altura de la cola del helicóptero. Si bien el piloto logra evitar que se estrelle la aeronave, ya en tierra comienza a incendiarse y se producen explosiones debido a la gran cantidad de munición que transporta.
En medio del caos el sargento ayudante Ramón Acosta logra rescatar al subalferez Oscar Aranda mientras que el segundo comandante Jorge San Emeterio y el sargento 1º Miguel Pepe sacan de entre las llamas al sargento Justo Rufino Guerrero.
Lamentablemente el rescate del resto de los tripulantes no se pudo continuar por la explosión del helicóptero, muriendo el primer alférez Ricardo Julio Sánchez, el subalferez Guillermo Nasif, los cabos 1º Marciano Verón y Víctor Samuel Guerrero, el cabo Carlos Misael Pereyra y el gendarme Juan Carlos Treppo.


El equipo multidisciplinario del EAAF informó de la individualización exitosa a los familiares de los caídos. Sólo resta que ellos decidan la inhumación definitiva de sus familiares, héroes nacionales por ley del Congreso.

Lic. Hernán Favier, 14 de septiembre de 2021

domingo, 20 de septiembre de 2009

Actuación de la Gendarmería Nacional Argentina durante el conflicto de Malvinas



Gendarmería Nacional Argentina, destacó en las Islas Malvinas la compañía de Tropas Especiales 601. La cual por iniciativa de sus integrantes tomó el nombre de Escuadrón “Alacrán”, éste fue su nombre de combate. Los hombres que integraban esta unidad poseían una capacitación especial para llevar a cabo operaciones de tipo comando siendo esa su misión en el teatro de operaciones.
El Escuadrón “Alacrán” participó en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur, juntamente con los Comandos del Ejército ya que eran una fuerza de “Elite”. Recibió la responsabilidad de un sector de defensa específico, en el cual se hallaba el Regimiento de Infantería 25.
El 26 de mayo fecha en la cual la contienda se hallaba próxima a su instancia mas dura, el entonces Comandante José Ricardo Spadaro, fue encomendado para iniciar el alistamiento. Los gendarmes de distintas unidades se reunieron en la localidad chubutense de Comodoro Rivadavia, a las 18:00 horas del 27 de mayo. Inmediatamente un grupo consiguió una bandera y con cinta adhesiva negra escribieron Gendarmería Nacional - Escuadrón Alacrán.
El 28 de mayo, partieron a bordo de un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina cuarenta gendarmes, serían los únicos en poder cruzar a las islas. Por razones de seguridad el piloto que trasladaba al resto de los integrantes de la Unidad decidió retornar al continente, tras intentar llegar a las islas en dos oportunidades.
El Hércules toco la pista malvinense, luego de un vuelo rasante sobre el mar. Una vez descendidos, fueron recibidos por un oficial del Ejército perteneciente al Centro de Operaciones Logísticas.
Al día siguiente el Comandante Spadaro fue presentado ante el General Mario Benjamín Menéndez, Gobernador de las Islas. En esa oportunidad el Jefe del Escuadrón Alacrán le informó sobre la organización y las capacidades del Escuadrón que comandaba.
El 29 de mayo se efectuó la reunión de coordinación con los comandos del Ejército. Se estableció que se realizaría una operación en conjunto. El transporte lo realizarían helicópteros del Ejército siendo los efectivos de Gendarmería quienes primero debían ocupar sus posiciones.


El 30 de mayo por la mañana, después de sobrepasar las últimas posiciones argentinas, el aparato se aproximaba a su objetivo, cuando fue alcanzado por un misil disparado por un avión Sea Harrier, impactando a la altura de la cola del helicóptero.
El piloto logró evitar que se estrellara la nave. En tierra comenzó a incendiarse y a explotar debido a la gran cantidad de munición que transportaba. El sargento ayudante Ramón Acosta logra rescatar al subalferez Oscar Aranda tirando de su mano, era lo único visible en medio del denso humo.
El segundo comandante Jorge San Emeterio y el sargento 1º Miguel Pepe sacan de entre las llamas al sargento Justo Guerrero, quien poseía heridas de gravedad en sus dos piernas, una de ellas prácticamente seccionada. Este pedía a gritos ser dejado allí, temiendo por la vida de sus camaradas. Fue rescatado apenas segundos antes de que el helicóptero explotara, muriendo el primer alférez Ricardo Sánchez, el subalferez Guillermo Nasif, los cabo 1º Marciano Verón y Víctor Guerrero, el cabo Carlos Pereyra y el gendarme Juan Carlos Treppo.


Los sobrevivientes se replegaron a Puerto Argentino. El herido junto con tres integrantes son rescatados después de esperar una tensa hora. El humo podría delatarlos y ser emboscados; entre los cerros apareció un helicóptero Bell del Batallón de Aviación de Ejercito 601 para rescatarlos. La última mirada al helicóptero abatido trajo lágrimas a los rostros y el saludo final a los compañeros caídos. La Patria los llamo y ellos respondieron, seis gendarmes fallecidos en la primera misión.
El mismo día se recibió la orden de alistarse para una nueva tarea. La misma consistía en brindar seguridad a un grupo de ingenieros de la Infantería de Marina, se debía ocupar posiciones en las cercanías del cerro Dos Hermanas, por espacio de 24 horas. La misión se realizó en forma satisfactoria tras lo cual se regresó a Puerto Argentino en horas de la noche.
El 10 de junio, en cercanías del Monte Kent, los hombres de gendarmería fueron emboscados, resultando herido el gendarme Pablo Parada y herido de muerte por el fuego enemigo el sargento ayudante Ramón Acosta. Otro valiente caía en Malvinas, con la tranquilidad del deber cumplido, los Montes Kent y Dos Hermanas lo vieron pasar por última vez.
El día 14 de junio con las noticias del cese de fuego, se iniciaron los repliegues hacia Puerto Argentino, preparados para resistir, si fuese necesario, hasta el final. En ese momento acude a despedirse el padre Astolfo, capellán de Gendarmería, que partía rumbo al continente con un grupo de heridos. Con conocimiento de las horas críticas que se vivían, el Comandante Spadaro cerró el Libro de Guerra de la Unidad, encomendándole al sacerdote lo hiciese llegar a la Dirección Nacional de Gendarmería.
Finalizados los combates, dos días después, el grueso del Escuadrón Alacrán es embarcado en el buque británico Canberra, zarpando rumbo al continente, volviendo la bandera del Escuadrón escondida entre las ropas del subalferez Aranda.
El día 14 de julio, un mes después de producida la rendición, el buque Saint Edmund entraba a Puerto Madryn, trayendo de regreso al Jefe y al segundo Jefe del Escuadrón Comandantes Spadaro y Díaz, junto a otros oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas.


Fuente: Gendarmería Nacional Argentina. Escuadrón Alacrán.