Malvinas y el Brexit
El 31 de enero de 2020 se
producirá la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, luego de más de tres
años de marchas y contramarchas desde el 23 de junio de 2016, día en el cual se
llevó a cabo el referéndum y por un escaso margen, los cómputos finales dieron
un 51,9% por el abandono de la Unión Europea y 48,1% por la permanencia dentro
de la misma, los británicos eligieron separarse de Europa, más allá de la
frontera física que representa el canal de la Mancha.
Y el impacto en las
colonias como Malvinas y Gibraltar ya se avizoraba en aquellos meses de 2016,
particularmente en cuestión de aranceles y comercio en general con el viejo
continente.
En el caso de Malvinas, el
40% del PIB de las islas proviene de la pesca y el 94% es exportado a Europa,
con aranceles subsidiados por ser tenida en cuenta como mercado parte de Gran
Bretaña.
Como consecuencia del
Brexit, el balance exportador isleño va a cambiar considerablemente por la pérdida
del arancel 0% sobre los productos de la pesca que ingresan a Europa. Y lo más
importante, el 90% de las exportaciones al viejo continente son los que en los
gráficos se consideran "Fishery/Primary products".
Nuevos acuerdos transaccionales
se deberán alcanzar una vez que prescriban los contraídos con el bloque europeo
al no ser ya miembros del mismo, algo que excede la capacidad de negociación
del gobierno de facto de las islas; teniendo la potestad de emitir licencias de
pesca es fundamental tener a la par un mercado donde esos licenciatarios puedan colocar su producción ictícola, y en esto último dependen de lo que haga a
partir del 01 de febrero el gobierno británico.
A partir del 01 de febrero
de 2020, como una consecuencia añadida del Brexit, la situación geopolítica de
las islas con respecto al mundo, y en particular con Argentina, cambia notablemente, y esto la Cancillería argentina lo debe estudiar muy concienzudamente,
debe buscar las avenidas de aproximación para que Gran Bretaña se vaya
acercando a la mesa de negociaciones sobre la cuestión de la soberanía,
haciendo equilibrio ante el nuevo escenario a partir de las medidas que piense
llevar a cabo, incluso aquellas de retorsión que impacten en los ingresos de
las islas devengados por la pesca y el
turismo, menores recursos obtenidos generan más dispensas a Gran Bretaña, que
tiene restricciones presupuestarias en la metrópoli y el Brexit las
sensibilizará aún más. Habrá que ver hasta que punto los súbditos de la corona
aceptan financiar bastiones lejanos y desconocidos ajustando sus propios cinturones.
Y Argentina, teniendo un
territorio insular usurpado, tiene que volver a poner en la mesa de discusión como política de Estado el instrumento militar acorde que acompañe en tándem a la diplomacia.
Un nuevo tablero de
ajedrez asoma, con los mismos jugadores, pero con cambio de reglas, gana el que
esté más atento, y sea prudente.
Lic. Hernán Favier, 25 de enero de 2020