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sábado, 31 de mayo de 2025

El hundimiento del destructor HMS Coventry con material sensible el 25 de mayo de 1982 en aguas de Malvinas obligó al Reino Unido meses después a sumergirse en el pecio del buque


El 25 de mayo de 1982 era hundido por los cazabombarderos A-4B Skyhawk de la Fuerza Aérea Argentina el destructor británico tipo 42 HMS Coventry al norte de la isla Gran Malvina, al oeste de la boca norte del Estrecho de San Carlos.
El buque, que en veinte minutos colapsó y se hundió, quedó a 100 metros de profundidad al norte de la Isla de Borbón.
Al terminar el conflicto, el Reino Unido temía que la marina soviética intentara llegar al pecio de buque y se apropiara de material sensible. Por eso, en agosto de 1982, planeó y lanzó la operación Blackleg (pata negra) y entre octubre y diciembre de 1982 se desplegarían en aguas de Malvinas con el fin de recuperar material criptográfico clasificado que quedó a bordo.
Para la operación se contrató al buque de apoyo al buceo MV Stena Seaspread a quien se le integró un equipo de buceadores de la Royal Navy que tenían como misión asegurar armas, destruir equipos sensibles y recuperar documentos codificados del Ministerio de Defensa y de la OTAN, además de la cruz de clavos de la catedral de Coventry, que estaba embarcada en el buque desde 1978, cuando entró en servicio en la marina británica.
Al arribar al archipiélago se posicionaron a 13 millas náuticas al norte de Gran Malvina, y justo debajo de ellos, a 300 pies de profundidad, estaba el pecio del Coventry convertido en tumba de guerra.


Se conformaron tres equipos de buceo y un equipo de control, comunicados vía radio, que se turnarían en bajar asistidos por un ROV con cámara que les permitiría trabajar con iluminación para cortar una sección del buque e ingresar para cumplir el cometido.
Lo primero que se buscó fue en el cuarto de computadoras y se recuperaron documentos secretos, luego fue el turno del camarote del capitán, donde tuvieron que forzar la caja fuerte porque no funcionó la combinación y recuperaron documentos con la leyenda “top secret”. Al mismo momento otro de los equipos de buceo recuperaba la cruz de clavos.
Ya a fines de noviembre se habían cumplido todas las tareas planeadas. Dejaron para el final las armas, entre ellas el lanzador de misiles Sea Dart. El último misil estaba en el lanzador, armado, a 90º grados del buque, pero no pudo ser utilizado porque el ataque argentino llegó sin avisar.
Se colocaron escalonadamente en la superestructura 2 kilos de explosivo plástico y a sus laterales dos cargas de 25 kilos en lugares estratégicos de la proa, por último, una carga explosiva en el lanzador de misiles.
Con todos los equipos de buceo ya a bordo, el MV Stena Seaspread se alejó del área donde permaneció casi tres meses y se procedió a detonar las cargas explosivas.


Por el Acta de Secretos Oficiales de la corona británica, la misión estuvo sellada por 30 años, en ese lapso de tiempo, sólo se permitió informar a personas autorizadas por el Ministerio de Defensa de las inmersiones al pecio del HMS Coventry al norte de las islas Malvinas.

viernes, 2 de abril de 2021

1982 - 2 de abril - 2021 39º aniversario de la recuperación de las islas Malvinas


Un nuevo 2 de abril.
39 años han transcurrido desde aquella jornada atípica e intensa del siglo pasado que puso fin, transitoriamente, a 149 años de usurpación británica de nuestras queridas islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Los 73 días posteriores fueron un caleidoscopio de múltiples sensaciones encontradas, euforia, miedo, desconocimiento, esperanza, desazón, pasión, valor, templanza, que se podían sentir a flor de piel tanto en las islas como en el continente.
74 días de una guerra épica inconclusa que no está saldada, que nos provocó heridas que aún no cicatrizan, pero que nos dejó 649 héroes y miles de veteranos orgullosos de haber servido a la Patria y a la Constitución y sus leyes; muchos de ellos ya no están entre nosotros, por la desidia del Estado, por decisión propia, y por el paso del tiempo.
Por eso quiero homenajear en este aniversario particularmente a los VGM que nos acompañan en la actualidad, verdaderos titanes que, como oportunamente afirmara uno de ellos: “fuimos soldados que vestimos el uniforme de San Martín para defender la bandera de Belgrano”.
Una misión que cumplieron desde Puerto Argentino a Darwin, desde la isla de Borbón a Monte Longdon, desde Puerto Mitre a San Carlos, desde San Julián, Río Gallegos y Río Grande, y que, desinteresadamente y a pesar del paso del tiempo, siguen en apresto para tomar la posta de una nueva misión, dispuestos a volver a combatir en nuevas trincheras, alejadas de los campos de batalla de antaño, pero igualmente intensas, con los valores y el orgullo intacto de 1982.
Un párrafo aparte para los familiares de los caídos, nunca alcanzará el reconocimiento a madres, padres, hermanos, esposas, novias e hijos que perdieron a un ser querido en la contienda, pero sepan que estamos con ustedes, que nos sentimos orgullosos de todos y son parte también de la gesta del Atlántico Sur. A todos ellos gracias y siempre los tenemos presentes. 

2 de abril de 2021