miércoles, 25 de mayo de 2022

El 25 de mayo de 1982, el binomio Super Étendard-Exocet volvía a dar un golpe demoledor a la flota británica con el ataque al buque Atlantic Conveyor al nordeste de Malvinas


Después del éxito del ataque del 4 de mayo de 1982, en el que dos Super Étendard lanzaron sendos Exocet al destructor HMS Sheffield, hiriéndolo de muerte y provocando su hundimiento seis días después, la aviación naval dejaba de contar con un medio clave para la detección de la flota enemiga, los Neptune, aviones exploradores de largo alcance.
Para suplir esta deficiencia, se utilizaron para localizar la probable ubicación de los portaaviones británicos los radares del Ejército y la Fuerza Aérea emplazados en Puerto Argentino que, aunque no llegaban a detectar a los portaaviones enemigos, podían identificar el derrotero de los Harrier y Sea Harrier, lo que permitía calcular la posición de los buques más importantes de la Task Force británica.
Con esta información en la Base Aeronaval Río Grande, donde estaban apostados los cuatro Super Étendard, se decidió un nuevo ataque.
Mientras tanto el buque portacontenedores Atlantic Conveyor, que había sido requisado por el Reino Unido a la empresa Cunard, había zarpado desde el Reino Unido y previa escala en la isla Ascensión, el 20 de mayo ya se encontraba al nordeste de Malvinas.
El buque transportaba, entre toneladas de pertrechos y material para el esfuerzo de guerra, seis helicópteros Westland Wessex del 848 Naval Air Squadron y cinco helicópteros Chinook CH-47C del 18 Squadron de la RAF.
En la escala en la isla Ascensión cargan ocho Sea Harrier del 809 Squadron y seis Harrier GR.3 de la RAF.
Uno de los Chinook del 18 Squadron de la RAF abandona el Atlantic Conveyor para cumplir operaciones en la isla Ascensión.
Cuando llegaron al área de Malvinas los Harrier GR.3 se dirigieron al HMS Hermes mientras que los Sea Harrier se repartieron entre el Hermes y el Invincible.
Con estos nuevos aparatos, un helicóptero Lynx abandona el Hermes y se estaciona en la cubierta del Atlantic Conveyor el 20 de mayo de 1982.


El 25 de mayo se aproximaba.
En la mañana de la fecha patria, luego de la formación, se tenía una nueva posición aproximada de la flota británica y comienza el alistamiento, acordado el encuentro con el Hercules KC-130H de la FAA para las 11 de la mañana.
Decolaron los dos Super Étendard de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, piloteados por el Capitán de Corbeta Roberto Curilovic (3-A-203) y el Teniente de Navío Julio Barraza (3-A-204), y luego de reabastecer se dirigen al nordeste de Malvinas. A menos de 60 millas náuticas del blanco, el líder Curilovic le indica al numeral Barraza que ganaran altura para emitir con el radar, confirmando a través de los barridos la presencia de tres ecos. Un nuevo descenso y aproximándose a las 40 mn emiten por última vez, y segundos más tarde lanzan sus misiles AM-39 Exocet hacia el blanco, sin saber aún que se trataba del buque portacontenedores Atlantic Conveyor.
El buque se encontraba en 50º 38´ S, 56º 08´ W, a menos de 90 millas náuticas al nordeste de Puerto Argentino, y fue impactado por los dos misiles, provocando un incendio voraz que dejaron al navío al garete, y terminará hundiéndose tres días más tarde.
Los aviones volvieron sin novedad a su base de Río Grande.



El epílogo del exitoso ataque se basa en la monumental pérdida de equipamiento británico a bordo del Atlantic Conveyor. Además de vehículos de combate, repuestos, armamento, pertrechos varios que incluían material para construir una pista de aterrizaje móvil, se perdieron seis helicópteros Westland Wessex, tres helicópteros CH-47 Chinook, y el Westland Lynx del portaaviones Hermes quedó destruido por el fuego.
Sólo se salvaron un Chinook y un Westland Wessex.
La patria recordaba a sus patriotas del 25 de mayo de 1810 y sumaba otros el 25 de mayo de 1982.

Lic. Hernán Favier, 20 de mayo de 2022