Malvinas: revelan que pilotos civiles de Aerolíneas realizaron vuelos secretos en busca de armas.
En el libro “Malvinas. Los vuelos secretos”, el periodista Gonzalo Sánchez consigue por primera vez el testimonio de los pilotos de Aerolíneas Argentinas que realizaron siete vuelos clandestinos a Tel Aviv, Ciudad del Cabo y Libia en busca de armas para las tropas que peleaban en Malvinas.
¿Cómo te enteraste de la historia de los vuelos?
Surge a partir de una fuente, que me contó que estaban dando vuelta estos tipos y querían hablar. Yo en ese momento no era un especialista en Malvinas y tampoco lo soy ahora. Me junté con ellos en la oficina de un amigo mío en común y me dicen: "Nos conocemos desde hace mucho tiempo, tenemos nuestras cuestiones juntos y en las últimas reuniones que hicimos nos pareció propicio, a 30 años de Malvinas, que esto se supiera. Queremos contarle la historia a un periodista y que el periodista la escriba". Les dije que la potencia estaba en que ellos pusieran la cara, que por primera vez cuenten la historia. Lo que tiene valor es que ellos por primera vez hablen. De hecho a mí me contaron que había algunas menciones a los vuelos. El Tata Yofre, en su libro 1982, le dedica tres párrafos a la cuestión de que se usaron aviones de Aerolíneas para buscar armas a Libia y Tel Aviv. Y hay algunas otras menciones en una investigación de la revista Somos y en la Historia de las Relaciones Internacionales Argentinas de Carlos Escudé. Menciones a que se usaron aviones para buscar armas y de que Khadafy e Israel ayudaron a la Argentina en la guerra. Nada más. Se conocía eso, pero nunca los pilotos habían hablado. Ese es el valor de esta historia. Entonces traté de generar un escenario de confianza para que los tipos pudieran hablar más y más. Mi compromiso con ellos fue básicamente que los iba a cuidar, ser fiel a lo que me narraran. Y que mi trabajo iba a consistir en trabajar el contexto histórico para poder comprender por qué hicieron lo que hicieron.
¿Por qué los pilotos se decidieron a contar todo?
Los vuelos que ellos hicieron figuran como "vuelos de guerra" en los registros de la Fuerza Aérea, eran vuelos secretos y nunca se publicitaron por las características propias de la investigación. Se mantuvo el secreto por largo tiempo. Ellos se estaban reuniendo, estaban siendo parte de este proceso de los 30 años. Habían recibido condecoraciones en 1990. El más joven tiene 71 años y el más grande 82. Yo no sé si es una cursilería esto, pero tienen la idea de que está terminando la vida y el hecho que ellos protagonizaron estaba en una nebulosa. Quieren que la historia se sepa. En las FFAA se sabía esto, pero había adquirido un nivel tan alto de confidencialidad que seguía siendo un secreto. Solo uno de ellos tiene un origen militar y en aquella época era común. También sienten que es un buen momento para que se sepa.
¿Alguno de los pilotos dudó en realizar los vuelos?
Sí, hubo de todo. Según cuentan los pilotos, fue una convocatoria, no una orden, no los obligaron. Cada uno podía aceptar o no. Muchos se negaron. Y siguieron trabajando. Y hay hasta un caso, de uno que se negó y después se arrepintió, quiso participar Pero le dijeron que no. Incluso hubo dos tripulantes que estando en un vuelo a Libia se declararon en rebeldía y decidieron no seguir adelante, se bajaron en Las Palmas, en islas Canarias, no era algo sencillo. Los tipos podían estar tranquilamente viajando a Miami... ¿Por qué aceptaron? Según ellos, la cuestión Malvinas toca un nervio patriótico, y es eso. No hay mucho más. Se involucraron porque era el trabajo que hacían ellos. Ir en avión hasta un lugar y traerlo con carga. Ellos hacían vuelos de carga también, además de de pasajeros. Lo que pasa es no había seguros e iban a estar volando en medio de la guerra. Les tocó algo interno, algo patriótico.
¿Corrieron peligro real de ser derribados?
Yo investigué episodios. ¿Existen en el mundo antecedentes de aviones civiles derribados? Y sí, existen. Incluso está el caso de un avión argentino en el contexto de la guerra Irán-Irak, a comienzos de la década del 80. Había una empresa chiquita, que se llamaba Aerotransportes Entre Ríos, que volaba de Buenos Aires a Israel haciendo traslados de mercadería. En Tel Aviv, cargan un avión con armas y sale rumbo a Irak. Lo detecta la Unión Soviética, lo hacen desviar y lo derriban con un misil. Nunca se supo nada. Ahí iban cuatro pilotos argentinos civiles. Y después durante la guerra de Malvinas, hay dos casos, que están descriptos en otro libro, en las memorias de Sandy Woodward, jefe de la Royal Marine. El cuenta que la Fuerza Aérea argentina tenía Boeings de carga. El cuenta que detectaron un avión raro, lo dejan pasar y la noche siguiente lo vuelven a detectar. Y se genera una sospecha de que era un avión militar. El pide autorización para voltearlo, pero vacila. Le dan luz verde, pero por alguna razón el tipo decide no hacerlo. Y al otro día determinan que era un avión de Varig que venía con pasajeros de Durban a Río de Janeiro. Podrían haber volado un avión de pasajeros. Una locura.
Se supone que la tecnología para detectar los aviones de Aerolíneas la tenían. ¿Pensás que tomaron la decisión de no bajarlos?
Me parece que influyeron razones políticas, como dicen los pilotos. No quisieron tirar abajo un avión aerocomercial. A mí me cuesta creer que no tuvieran la data de que transportaban armas. Esta historia transcurre durante la Guerra Fría, en un momento en que los servicios de inteligencia están aceitados como nunca. Todo se sabía. Por otro lado, Khadafy, un líder tercermundista en crecimiento que descansaba sobre una montaña de armas de la URSS, debía estar vigilado. Supongo que fue un acierto, en medio de la marea de desaciertos que fue la guerra, usar aviones de Aerolíneas.
¿También los vuelos eran peligrosos por el cargamento que llevaban, no?
Les cargaban el avión y ellos acomodaban las armas para que quedara balanceado. Los despegues fueron todas proezas. El avión volaba mucho tiempo a 300 pies, una locura. Eran tremendos aviones cargados con 37 toneladas de armas. Ellos pensaban que se podía ganar la guerra? Un rasgo de todos es que estaban jugados en la misión, no se hacían preguntas ni medían riesgos. Hacían su laburo. El vuelo a Ciudad del Cabo es tenso porque salen al otro día del hundimiento del Belgrano. ¿La sociedad en su momento se sintió engañada tras la guerra. ¿Ellos tienen ese sentimiento de haber sido manipulados? Creo que tienen un poco esa contradicción que tenemos todos. Pero no se sienten usados. Consideran que eran los que tenían que hacerlo. Son re patriotas. Tampoco se consideran héroes, que son los combatientes. Ellos pusieron su granito de arena.
¿El hecho de ir a buscar armas a países como Libia y Sudáfrica revela la improvisación con que se fue a la guerra?
Sí. Eso es lo más interesante. Y tiene su explicación. Era una dictadura que se proponía casi como una sucursal de Washington, que era un enclave de Estados Unidos en el sur, que ofrecía entrenamiento antiterrorista, que se jugaba todo por las políticas regionales de EE.UU. y que creyó que este país se iba a declarar neutral, sin observar que tenía una alianza estratégica con Gran Bretaña. Unos delirantes absolutos, a tal punto que terminaron claudicando ideológicamente porque aceptaron armas de los comunistas, una vez que fueron bloqueados por Occidente. Lo de Israel es un tema aparte, porque el entonces presidente Jimmy Carter había restringido la compra de armas a las dictaduras latinoamericanas. Ese contexto fue aprovechado por Israel, que empezó a abastecer a las dictaduras de América Latina. Los dos primeros vuelos a Tel Aviv fueron para buscar armas que ya estaban compradas. Es distinto a lo de Libia. Washington luego le pide a Israel que corte el tráfico.
¿Por qué fracasa el vuelo a Sudáfrica?
Cuando comienza la guerra, Buenos Aires se llena de traficantes de armas que hacían ofertas. El piloto Ramón Arce dice que se solía ver a Monzer al Kassar y a Diego Palleros dando vueltas. Ellos creen que lo que pasó en Sudáfrica fue que la dictadura no cerró el acuerdo con el traficante.
¿Brasil ayudó a la Argentina?
Brasil tenía una neutralidad absoluta. Colaboró con estos vuelos, porque los aviones de Aerolíneas paraban en Recife para cargar combustible. Pero también ayudaron a un avión militar británico en problemas.
Hay un misterioso personaje que recorre el libro, el "doctor Alberto", que era el contacto con Libia. ¿Vos podés decir quién es?
Se llama Eduardo Sarme. Lo estoy buscando todavía. El sacerdote Aníbal Fosbery, que está en Mar del Plata ahora, era amigo íntimo del ex dictador Leopoldo Galtieri y era el contacto con él. Sarme, según Dante Caputo, era un traficante de armas.
¿Qué opinión tienen los pilotos de la actual situación de Aerolíneas?
Ellos vivieron la época dorada de la empresa. Creen que es una empresa degradada, que está lejos de representar lo que alguna vez fue. De hecho, ellos se fueron de Aerolíneas en 1992-93, con retiro voluntario, tras la privatización. Eso los entristece.
¿Y los 30 años como los ven?
Con contradicciones. Consideran que la guerra no es el camino para nada, no son militares. Uno de ellos veía cuando volvía de los vuelos que sus hijos estaban con banderitas de Argentina y quería ir a cagar a piñas a las maestras.
Lista de vuelos:
Primer vuelo
Ezeiza - Las Palmas - Tel Aviv
Tel Aviv - Las Palmas - Palomar
Comandantes: Arce, Ramón De Gainza, Gustavo Brutti, Héctor Minuzzi, Jorge
Segundo vuelo
Ezeiza - Las Palmas - Tel Aviv
Tel Aviv - Las Palmas - Palomar
Comandantes: Lefevre, Carlos Prelooker, Jorge Botte, Horacio Feo, Norberto (ya fallecido)
Tercer vuelo
Ezeiza - Ezeiza (Destino original Sudáfrica: Abortado)
Comandantes: Bresciani, Gezio Lefevre, Carlos Contreras, Valerio
Cuarto vuelo
Ezeiza - Recife - Las Palmas - Trípoli
Trípoli - Las Palmas - Recife - Palomar
Comandantes: Cuniberti, Luis Feo, Norberto Lombardini, Juan
Quinto vuelo
Ezeiza - Recife - Trípoli
Trípoli - Recife - Palomar
Comandantes: Arias, Leopoldo Busch, Enrique Ardalla, Juan Carlos Pichiello, Rafael (ya fallecido)
Sexto vuelo
Ezeiza - Recife - Trípoli
Trípoli - Recife - Palomar
Comandantes: Bresciani, Gezio Giordano, Luis Moglia, Hilario Aydar Paz, Jorge (ya fallecido)
Séptimo vuelo
Ezeiza - Recife - Trípoli
Trípoli - Recife - Palomar
Comandantes: San Juan, Juan Carlos Bernard, Mario Biro, Valentín (ya fallecido) Levaggi, Angel
Fuente. La Nación por Víctor Pombinho
Fotos: Editorial Planeta
jueves, 26 de abril de 2012
lunes, 2 de abril de 2012
1982 – 02 de abril – 2012 30º Aniversario de la gloriosa Gesta de Malvinas.

30 años de la Gesta
Todos los días un 2 de abril
649 héroes custodiando la turba malvinense
Sangre argentina de todos los rincones de la patria esperan el retorno
180 años de oprobiosa usurpación
Indolencia colonialista en pleno siglo XXI
74 días de integración territorial
Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur en el acervo patrimonial
2 de abril de 1982
El mismo anhelo de ayer, hoy y siempre.
viernes, 30 de marzo de 2012
30º Aniversario de la guerra de Malvinas: Actos, vigilias y programas en San Isidro en vísperas de un nuevo 2 de abril

Acto central.
El intendente de San Isidro presidirá el lunes 2 de Abril el acto de homenaje a los ex combatientes y caídos en las islas Malvinas, al conmemorarse el Día del Veterano de Guerra, en coincidencia con el 30º aniversario de la gesta del Atlántico Sur.
La ceremonia tendrá lugar a partir de las 17:00 en la plaza Remedios de Escalada, ubicada en la intersección de las avenidas Santa Fe y de la Unidad Nacional, Acassuso.
Vigilia en Villa Adelina.
El Centro de Veteranos de Guerra Malvinas San Isidro realizará entre las 18:00 y las 24:00 del domingo 1º de Abril su acto de vigilia por una nueva conmemoración de la Gesta del Atlántico Sur. El encuentro, que incluirá folklore, danzas tradicionales y una muestra de fotos de las islas, se realizará en la plaza Almirante Brown (Soldado de Malvinas e Independencia, Villa Adelina).
Comienzo de un nuevo año del programa radial Misión Malvinas.
El domingo 01 de abril a partir de las 1800 comienza un nuevo año del ciclo Misión Malvinas - Banda de hermanos, conducido por Norberto Laffusa, en vísperas de un nuevo 2 de abril y contará con la presencia de veteranos y malvineros de alma.
La radio es FM Lares, 104.7 MHz

domingo, 25 de marzo de 2012
Centros de Veteranos de Guerra de Malvinas de la República Argentina

Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de Corrientes
http://www.cescem.org.ar/
Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de Mar del Plata
http://www.malvinasmdp.org.ar/
Asociación Veteranos de Guerra de Malvinas
http://www.aveguema.org.ar/
(En actualización)
miércoles, 7 de marzo de 2012
Material francés en Malvinas: los aviones Super Etendard y la integración del misil antibuque Exocet
Tres días y dos noches en el hangar verde.
Durante la guerra de Malvinas, un reducido equipo de técnicos franceses ayudó a los argentinos a implementar el uso de los misiles antibuques Exocet. Las revelaciones…

"Una discusión ocurre entre H.C., jefe de la misión, X.G., su especialista en electrónica para los sistemas de armas de los Super Etendard, y yo, especialista en electrónica para la central inercial Sagem, cuenta nuestro testigo C.L. Comprendo que H.C. y X.G. ya se pusieron de acuerdo para tratar de realizar solos las pruebas de validación de los Exocet. Ellos me piden mi opinión porque no conocen bien el nuevo sistema ULISS 80 del Super Etendard argentino: «Hemos ido a ver esta mañana al comandante Colombo para proponerle nuestros servicios y él está de acuerdo. ¡Te queda a vos decidir! Si aceptas, andá a decírselo. Si no, lo intentaremos sólos…"
"A sus órdenes"
Salgo del hangar. Hace aún calor en este principio de abril y me quedo pensando en la pista de rodaje de los Super Etendard: "¿Qué hago?" No recibí absolutamente ninguna instrucción ni orden de nadie. Concluyo que hemos sido olvidados y somos libres de decidir, es decir, se olvidaron de nosotros voluntariamente para poder cumplir con nuestra misión de asistencia técnica. "O.K., me enviaron aquí para hacer mi trabajo, vamos". Y vuelvo nuevamente al hangar, paso por delante de H.C. y X.G. diciéndoles que voy a ver al comandante».
Podemos preguntarnos si nuestro testigo no estuvo influenciado en su toma de decisión por elementos exteriores, como el entusiasmo popular que lo rodeaba entonces.
Esto jugó a favor muy probablemente, reconoce C.L. Los mensajes permanentes en la radio, spots llamativos en la televisión, los oscurecimientos totales por la noche en toda la ciudad en general, se tiene ganas de ayudar al que, en los papeles, parece el más débil…
C. L. sube al primer piso de las oficinas de la 2º escuadrilla, ve a lo largo del pasillo que domina el hangar y llama a la puerta de la Oficina del comandante Colombo.
"Buenos días comandante. ¿Puedo hablarle?
- ¿Cómo le va señor C.L.?
- ¿Bien y usted, comandante?
- Muy bien. ¿Cómo va con los equipos navales en el casco del portaaviones?
- Eso ya está comandante, terminamos las instalaciones justo esta mañana, y todo funciona bien.
Pero falta hacer las calibraciones en el mar tomando velocidad durante una próxima salida.
Comandante, acabo de ver a H.C. y X.G, y hablamos. Quiero decirle que también soy de la partida para ayudarlos si es necesario.
- Oh, muy bien señor C. L., le agradezco mucho. En ese caso, con esos señores, vayan a ver a los TN C.R.M y J.J.R.M., que tomaron los cursos de armero en Aérospatiale Missiles, y vea con ellos si es posible ayudarlos a realizar las pruebas de validación del Exocet sobre nuestros cinco aviones.
- De acuerdo, comandante".
Fin de semana de Pascua, entre el 9 y el 11 de abril: con H.C. y X.G. así como con los dos pilotos armeros argentinos, C.R.M y J.J.R.M., trabajamos intensamente en la validación del Exocet de cada avión, haciendo todas las pruebas necesarias con los equipos de control que descubrimos, el equipo lanza misiles de 1º y 2º grado, los cables de control de tiro y encendido, el equipo Arinc, el dispositivo que usa el piloto y el tanque subalar izquierdo de 1 100 litros. Es fastidioso porque no conocemos bien el armado del sistema Exocet y casi nada de los procedimientos de validación de misiles.
Es necesario leer, releer y comprender los manuales de Aérospatiale Missiles que vemos por primera vez, para realizar las pruebas, empezar de nuevo cuando los resultados son malos, cambiar cajas, etc. Esto toma horas, hasta muy muy de noche, y nos ponemos nerviosos.
El primer avión nos lleva mucho tiempo porque vamos aprendiendo a medida que avanzamos. Los pilotos armeros argentinos tienen informaciones valiosas y participan como pueden pero no recuerdan bien todos los detalles. Cada 2 horas, el teléfono suena desde el estado mayor de la Marina. El comandante Colombo y su segundo Bedacarratz no dejan de venir a vernos para preguntarnos si necesitamos algo. Está todo el mundo en el hangar mirándonos a los cinco trabajar bajo cada avión. Cada uno trata de ayudarnos a su modo.
Página por página.
Si nuestro testigo no hubiera tomado esta decisión, ¿los argentinos habrían quedado impedidos de lanzar los Exocet durante la guerra de Malvinas?
"No puedo responder a esa pregunta, recuerda C.L. Mis colegas H.C y X.G. no
conocían bien el sistema ULISS 80. Tiendo efectivamente a creer que ellos
habrían tenido éxito sin mí pero nadie puede decirlo. En cambio, creo que, sin nosotros, los dos pilotos armeros argentinos no habrían tenido éxito. Pero eso también, nadie puede afirmarlo. En ambos casos, tengo ganas de decir que habrían tenido éxito sin mí porque, en alguna parte, esto me tranquiliza".
Estos dos pilotos habían hecho en Francia las prácticas en Aérospatiale Missiles. Uno se transformó en almirante de la marina argentina. Ellos dos eran muy jóvenes. Es con ellos que pasamos tres días y dos noches trabajando sobre esos cinco Super Etendard, para tratar de comprender, en los manuales de la empresa que se leía página por página, y con los equipos de pruebas.
Y doy vuelta la página, leo y releo para comprender bien, aprieto en tal o cual botón o en tal equipo de pruebas, subo al avión para ver si esto funciona como dice el manual, miro a través del visor, mido bajo el ala del avión la señal que llega, empiezo de nuevo porque esto no pasa como dice el manual, hablo con los colegas para que cada uno de su opinión sobre el modo de hacerlo, etc. Creo, a pesar de todo, que se les ayudó verdaderamente durante esos días para poner a punto sus aviones.
El 11 de abril por la tarde, acabamos por poner cuatro aviones "listos para volar", validando el "misil". No así con el quinto avión, ya que se canibalizaron muchos equipos para salvar los problemas en los otros cuatro aviones (1).
El conflicto avanzaba. Los aviones de caza y los bombarderos se desplegaron sobre las bases del sur para estar más cerca del teatro de operaciones y achicar la distancia que hay que salvar entre el continente y el archipiélago. Los Super Etendard fueron a Río Grande.
Propusimos a Colombo, si él lo deseaba, ir hacia allá para asistirlos. Él se negó y nos respondió: «Si hay problemas, les enviaremos los componentes para que traten de arreglar lo que se pueda. Pero se quedarán en la base de Espora». Una vez que partieron los aviones hacia el sur, no tuvimos más noticias de nada.
Hasta que nos enteramos por la radio argentina de la situación del Sheffield que acababa de ser tocado por un Exocet argentino (el 4 de mayo, tres días después del comienzo de los combates aeronavales). Todos teníamos nuestras radios, comprada localmente, para escuchar noticias del conflicto en Radio France International, nada fácil por cierto.
La guerra terminó a mediados de junio. Pero en mi caso, mi misión inicial duraba seis meses, y había vuelto a Francia alrededor del 20 de mayo.

Fuente: Le Marin ediciones de diciembre 2010 y enero 2011
Traducción: Hernán Favier
Durante la guerra de Malvinas, un reducido equipo de técnicos franceses ayudó a los argentinos a implementar el uso de los misiles antibuques Exocet. Las revelaciones…

"Una discusión ocurre entre H.C., jefe de la misión, X.G., su especialista en electrónica para los sistemas de armas de los Super Etendard, y yo, especialista en electrónica para la central inercial Sagem, cuenta nuestro testigo C.L. Comprendo que H.C. y X.G. ya se pusieron de acuerdo para tratar de realizar solos las pruebas de validación de los Exocet. Ellos me piden mi opinión porque no conocen bien el nuevo sistema ULISS 80 del Super Etendard argentino: «Hemos ido a ver esta mañana al comandante Colombo para proponerle nuestros servicios y él está de acuerdo. ¡Te queda a vos decidir! Si aceptas, andá a decírselo. Si no, lo intentaremos sólos…"
"A sus órdenes"
Salgo del hangar. Hace aún calor en este principio de abril y me quedo pensando en la pista de rodaje de los Super Etendard: "¿Qué hago?" No recibí absolutamente ninguna instrucción ni orden de nadie. Concluyo que hemos sido olvidados y somos libres de decidir, es decir, se olvidaron de nosotros voluntariamente para poder cumplir con nuestra misión de asistencia técnica. "O.K., me enviaron aquí para hacer mi trabajo, vamos". Y vuelvo nuevamente al hangar, paso por delante de H.C. y X.G. diciéndoles que voy a ver al comandante».
Podemos preguntarnos si nuestro testigo no estuvo influenciado en su toma de decisión por elementos exteriores, como el entusiasmo popular que lo rodeaba entonces.
Esto jugó a favor muy probablemente, reconoce C.L. Los mensajes permanentes en la radio, spots llamativos en la televisión, los oscurecimientos totales por la noche en toda la ciudad en general, se tiene ganas de ayudar al que, en los papeles, parece el más débil…
C. L. sube al primer piso de las oficinas de la 2º escuadrilla, ve a lo largo del pasillo que domina el hangar y llama a la puerta de la Oficina del comandante Colombo.
"Buenos días comandante. ¿Puedo hablarle?
- ¿Cómo le va señor C.L.?
- ¿Bien y usted, comandante?
- Muy bien. ¿Cómo va con los equipos navales en el casco del portaaviones?
- Eso ya está comandante, terminamos las instalaciones justo esta mañana, y todo funciona bien.
Pero falta hacer las calibraciones en el mar tomando velocidad durante una próxima salida.
Comandante, acabo de ver a H.C. y X.G, y hablamos. Quiero decirle que también soy de la partida para ayudarlos si es necesario.
- Oh, muy bien señor C. L., le agradezco mucho. En ese caso, con esos señores, vayan a ver a los TN C.R.M y J.J.R.M., que tomaron los cursos de armero en Aérospatiale Missiles, y vea con ellos si es posible ayudarlos a realizar las pruebas de validación del Exocet sobre nuestros cinco aviones.
- De acuerdo, comandante".
Fin de semana de Pascua, entre el 9 y el 11 de abril: con H.C. y X.G. así como con los dos pilotos armeros argentinos, C.R.M y J.J.R.M., trabajamos intensamente en la validación del Exocet de cada avión, haciendo todas las pruebas necesarias con los equipos de control que descubrimos, el equipo lanza misiles de 1º y 2º grado, los cables de control de tiro y encendido, el equipo Arinc, el dispositivo que usa el piloto y el tanque subalar izquierdo de 1 100 litros. Es fastidioso porque no conocemos bien el armado del sistema Exocet y casi nada de los procedimientos de validación de misiles.
Es necesario leer, releer y comprender los manuales de Aérospatiale Missiles que vemos por primera vez, para realizar las pruebas, empezar de nuevo cuando los resultados son malos, cambiar cajas, etc. Esto toma horas, hasta muy muy de noche, y nos ponemos nerviosos.
El primer avión nos lleva mucho tiempo porque vamos aprendiendo a medida que avanzamos. Los pilotos armeros argentinos tienen informaciones valiosas y participan como pueden pero no recuerdan bien todos los detalles. Cada 2 horas, el teléfono suena desde el estado mayor de la Marina. El comandante Colombo y su segundo Bedacarratz no dejan de venir a vernos para preguntarnos si necesitamos algo. Está todo el mundo en el hangar mirándonos a los cinco trabajar bajo cada avión. Cada uno trata de ayudarnos a su modo.
Página por página.
Si nuestro testigo no hubiera tomado esta decisión, ¿los argentinos habrían quedado impedidos de lanzar los Exocet durante la guerra de Malvinas?
"No puedo responder a esa pregunta, recuerda C.L. Mis colegas H.C y X.G. no
conocían bien el sistema ULISS 80. Tiendo efectivamente a creer que ellos
habrían tenido éxito sin mí pero nadie puede decirlo. En cambio, creo que, sin nosotros, los dos pilotos armeros argentinos no habrían tenido éxito. Pero eso también, nadie puede afirmarlo. En ambos casos, tengo ganas de decir que habrían tenido éxito sin mí porque, en alguna parte, esto me tranquiliza".
Estos dos pilotos habían hecho en Francia las prácticas en Aérospatiale Missiles. Uno se transformó en almirante de la marina argentina. Ellos dos eran muy jóvenes. Es con ellos que pasamos tres días y dos noches trabajando sobre esos cinco Super Etendard, para tratar de comprender, en los manuales de la empresa que se leía página por página, y con los equipos de pruebas.
Y doy vuelta la página, leo y releo para comprender bien, aprieto en tal o cual botón o en tal equipo de pruebas, subo al avión para ver si esto funciona como dice el manual, miro a través del visor, mido bajo el ala del avión la señal que llega, empiezo de nuevo porque esto no pasa como dice el manual, hablo con los colegas para que cada uno de su opinión sobre el modo de hacerlo, etc. Creo, a pesar de todo, que se les ayudó verdaderamente durante esos días para poner a punto sus aviones.
El 11 de abril por la tarde, acabamos por poner cuatro aviones "listos para volar", validando el "misil". No así con el quinto avión, ya que se canibalizaron muchos equipos para salvar los problemas en los otros cuatro aviones (1).
El conflicto avanzaba. Los aviones de caza y los bombarderos se desplegaron sobre las bases del sur para estar más cerca del teatro de operaciones y achicar la distancia que hay que salvar entre el continente y el archipiélago. Los Super Etendard fueron a Río Grande.
Propusimos a Colombo, si él lo deseaba, ir hacia allá para asistirlos. Él se negó y nos respondió: «Si hay problemas, les enviaremos los componentes para que traten de arreglar lo que se pueda. Pero se quedarán en la base de Espora». Una vez que partieron los aviones hacia el sur, no tuvimos más noticias de nada.
Hasta que nos enteramos por la radio argentina de la situación del Sheffield que acababa de ser tocado por un Exocet argentino (el 4 de mayo, tres días después del comienzo de los combates aeronavales). Todos teníamos nuestras radios, comprada localmente, para escuchar noticias del conflicto en Radio France International, nada fácil por cierto.
La guerra terminó a mediados de junio. Pero en mi caso, mi misión inicial duraba seis meses, y había vuelto a Francia alrededor del 20 de mayo.

Fuente: Le Marin ediciones de diciembre 2010 y enero 2011
Traducción: Hernán Favier
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lunes, 27 de febrero de 2012
1812 - 27 de febrero - 2012 Segundo centenario de la creación del pabellón argentino

El 27 de febrero de este año se conmemoran los 200 años de aquella primera vez que se enarboló y se juramentó la Bandera Nacional en las barrancas del río Paraná, al ser utilizada por las fuerzas del General Manuel Belgrano. Luego de emplazar las baterías defensivas Libertad e Independencia, enarboló orgullosamente la Bandera Nacional.
“El cielo le dio su azul, el blanco la cordillera; el sol, sus rayos ardientes que alumbran la patria entera”.
El 2 de abril de 1982 tropas argentinas enarbolaron, luego de 149 años de usurpación británica, el pabellón creado por Manuel Belgrano en nuestras islas Malvinas.

domingo, 20 de noviembre de 2011
1845 - 20 de noviembre - 2011 Día de la soberanía nacional
El 20 de noviembre se conmemora el aniversario del combate de la Vuelta de Obligado

Un 20 de noviembre de 1845, en las costas del Río Paraná, demostraron su bravura y tesón las fuerzas argentinas hasta agotar munición contra la fuerza naval combinada inglesa y francesa al mando del Almirante Inglefield y del almirante Lainé respectivamente.
Con un desembarco desplegado y una lucha cuerpo a cuerpo, bayonetas a bayonetas, no dejaban de hacerse oír los gritos de viva la Patria en medio del combate.
Así como un día de 1845 las fuerzas argentinas enfrentaron a las tropas del almirante inglés Inglefield, un día de 1982 las fuerzas argentinas también hicieron frente a las tropas del almirante inglés Woodward.

Vaya mi reconocimiento a los forjadores de la patria de 1845 y a los bravos defensores de 1982.
¡Malvinas Argentinas!

Un 20 de noviembre de 1845, en las costas del Río Paraná, demostraron su bravura y tesón las fuerzas argentinas hasta agotar munición contra la fuerza naval combinada inglesa y francesa al mando del Almirante Inglefield y del almirante Lainé respectivamente.
Con un desembarco desplegado y una lucha cuerpo a cuerpo, bayonetas a bayonetas, no dejaban de hacerse oír los gritos de viva la Patria en medio del combate.
Así como un día de 1845 las fuerzas argentinas enfrentaron a las tropas del almirante inglés Inglefield, un día de 1982 las fuerzas argentinas también hicieron frente a las tropas del almirante inglés Woodward.

Vaya mi reconocimiento a los forjadores de la patria de 1845 y a los bravos defensores de 1982.
¡Malvinas Argentinas!
jueves, 13 de octubre de 2011
Testimonios en primera persona: BAM Cóndor, Istmo de Darwin. Relato del oficial de la ROA sobre el derribo del Teniente Taylor de la RAF en Malvinas
DIA: 04 de Mayo de 1982
HORA: 13:15 hora local (aproximada)
MET en Istmo de Darwin: cielo despejado con solo 2/8 de Cirrus stratus.
Con el fin de ahorrar pastillas de alcohol para calentar raciones, pensando en situaciones más complicadas de humedad, decidimos recoger algunas ramitas de arbustos, que abundan en Lafonia. No tienen gran altura, pero brindan algo de madera para quemar.
Es así que con el soldado C/63 José Luis Morales, iniciamos la búsqueda de estas ramitas para calentar cada uno su lata de Ración C; pronto iba a ser la hora del almuerzo-cena, ya que lo estirábamos para las 15:00hs aproximadamente, un rato después de la comunicación de las 14:00hs. Equipado con armamento y equipo de comunicaciones comenzamos a buscar estos arbustos.

Estábamos de espaldas al Este, cuando todo ocurrió de repente...
Morales grita: - Señor mireeeee, en el mismo instante que el ruido de reactores inunda Lafonia.
Por nuestra derecha, en la clásica formación de los dedos de la mano (esta formación se adopta luego de chequear el Punto Inicial de la parte final de la navegación táctica hacia un AOT), tres Sea Harrier con potencia a pleno.
Instantáneamente con mi equipo de comunicaciones informo: NIDO, NIDO... BIGUA, 3 HARRIERS ENTRANDO POR BIGUA RUMBO A NIDO, MONTADOS A IZQUIERDA DEL CANAL... NIDO BIGUA, 3 HARRIERS POR BIGUA POR EL CANAL, y seguí dos veces más... hasta escuchar el RECIBIDO!!!! RECIBIDO!!!!
El N° 1 entrando por la pista más sobre el borde izquierdo, lanzando su armamento, entre explosiones de la AA (en todas las envolventes, 20mm y 35mmm y barrera de fuego con 7,62mm), sale por izquierda, cierra el viraje por el NE...
El N° 2 entra casi pegado al Nº 1, cuando veo brotar un borbotón negro, luego rojo, se inclina hacia izquierda e impacta contra el suelo en el lateral izquierdo del potrero que esta al lado de la pista con un hongo espectacular...
El N° 3 ajusta el Radial más a la derecha, suelta armamento y escapa saltando las colinas de las Compañías del RI12, con rumbo hacia San Carlos, sobrevolando el tambo...
Nuevamente, si lo anterior es en cámara lenta, esto lo viví cuadro a cuadro, no terminaba más de suceder, tenia lo que se llama "fascinación del blanco"...todo se vive a mil, el corazón explota... pero las imágenes se mantienen en el aire...
Tanto es así, que continúo observando el hongo y esperando al otro avión, ya que los RH de 20mm lo "cosieron", les pasó adelante de ellos... tanto es así que me olvide del N° 1...y cuando quiero reaccionar instintivamente ahí estaba frente a mi... invirtiendo el flujo de las toberas, balanceándose suavemente. El líder con la cabeza a la izquierda tenía el hongo de su N° 2 y el salto del N° 3 con Radial 330° escapando de los RH de 20mm y ahora también del traqueo que había hecho el Skyguard, al abandonar al N° 2 abatido...
Pero ahí estaba, majestuoso, panzón, robusto... una eternidad suspendido frente a nosotros... nunca se imaginó el líder que estábamos a su derecha a sólo 60 metros!!!! Nosotros ya nos confundíamos con la turba, para protegernos y no delatar nuestra tarea...
Estuvo ahí unos segundos... 45 segundos o más, creo que fue eso... quería saber la suerte corrida por sus hombres.
En los últimos segundos bascularon las toberas y toda potencia por derecha, con rumbo Este... por donde habían llegado, por esa ventana hacia uno de los PAL, al Atlántico, a este último lo seguí hasta que se perdió tras las colinas, siempre 060° Radial y pegado a los pastos.
Informé a NIDO (Centro de Filtraje) lo ocurrido, relaté con detalles que ya no tenían el aro blanco de la escarapela y no eran grises sino verdes!!!! Los Sea Harrier (antes de desplegarnos al terreno revisamos siluetas de aviones y recuerdo que los Sea Harrier eran grises, teníamos copia de las fotos del SHR que interceptó al B-707 el 21 de abril)...
La vida vuelve a la realidad, otra vez el silencio de Lafonia, solo quedaba el corazón que parecía desbocarse y ese olor clásico de la adrenalina, que se mezcla con los del soldado aislado que no se baña... todo eso salía entre el cuello y el cuerpo por el uniforme de combate. Es el olor a la GUERRA.
Al rato un Bell 212, con personal de la BAM Cóndor, médico, enfermero, personal de inteligencia y el subteniente Gómez Centurión (se anotaba en todo!!!), aterrizan próximo a mi puesto, preguntándome el Radial de escape y la probabilidad de eyección, cosa que informé que no vi eso, que al Sea Harrier, lo vi sin daño y con buena potencia en el escape, igualmente iban a revisar (peinar) la zona.
Solicité un cambio de posición, ya que no tenia certeza real, si el piloto nos había visto o no, y lo había informado... no quería un encuentro con el SAS en la madrugada… Seguramente si nos había visto, pudo inferir que el alerta había nacido en esa posición de avanzada. Me autorizaron, así que desarmamos la carpa y nos corrimos unos kilómetros, siempre sobre la altura de la colina, para tener horizonte VHF.
Cenamos, o almorzamos atrasados, en silencio, esa noche recé un rosario por el alma del piloto fallecido en cumplimiento del deber. Tanto él cuando entró a la Real Academia Naval, como yo cuando entré a la Escuela de Aviación Militar, nunca pensamos que algún día nos encontraríamos en Lafonia y cada uno con una misión por cumplir... la mía que no exista más un 1° de mayo en la BAM Cóndor. Los gringos no pasarán más!!!
Misión cumplida ese 04 de mayo de 1982.
Recién el 12 de mayo supe que se trataba del Teniente Nick Taylor. Fue sepultado con todos los honores en el cementerio establecido para la BAM Cóndor y la Fuerza de Tareas Mercedes, próximo al cobertizo utilizado como tambo por los kelpers de Pradera del Ganso, junto al Teniente Daniel Jukic y los siete suboficiales fallecidos en el bautismo de fuego de la FAA, el 1° de mayo. Actualmente y por decisión de su esposa e hijas, Nick Taylor continúa descansando en nuestras Islas Malvinas, un poco más al NE, en San Carlos.
El sepelio de Taylor con la rendición de honores de la FAA, fue registrado por ATC, Nicolás Kasanzew y el camarógrafo Lamela fueron testigos. Formaron para rendir honores, el VCOM W.R. Pedrozzo, Jefe de la BAM Cóndor, el Mayor Zaporta, Jefe del ESC Tropas, el Mayor Posse Ortiz de Rosas, Jefe del ESC Helicópteros y los capitanes Grifol y Beltrame del CH-47 Chinook. El sacerdote de la FT Mercedes ofició un responso.

DATOS DEL ATAQUE:
RUMBO DE ENTRADA: de Este a Oeste (Radial 285°)
CANTIDAD DE AVIONES: 3 SHR
ESCUADRON: 800 NAS HMS Hermes
ESCUADRILLA:
Líder Lt Cdr Gordon BATT
N°2 Lt Nick TAYLOR
N°3 Flt Lt Ted BALL
ARMAMENTO:
N°1 BL 755 ADEN 30mm
N°2 BL 755 ADEN 30mm
N°3 3 1000 lbs PRB
SDA de AA que efectuó derribo: OERLIKON 35 mm - Skyguard (GADA 601, bajo comando operacional de la BAM Cóndor)
SHR DERRIBADO: XZ-450
Fuente: Comodoro VGM Eduardo Daghero. POA Biguá, BAM Cóndor. FAA.
HORA: 13:15 hora local (aproximada)
MET en Istmo de Darwin: cielo despejado con solo 2/8 de Cirrus stratus.
Con el fin de ahorrar pastillas de alcohol para calentar raciones, pensando en situaciones más complicadas de humedad, decidimos recoger algunas ramitas de arbustos, que abundan en Lafonia. No tienen gran altura, pero brindan algo de madera para quemar.
Es así que con el soldado C/63 José Luis Morales, iniciamos la búsqueda de estas ramitas para calentar cada uno su lata de Ración C; pronto iba a ser la hora del almuerzo-cena, ya que lo estirábamos para las 15:00hs aproximadamente, un rato después de la comunicación de las 14:00hs. Equipado con armamento y equipo de comunicaciones comenzamos a buscar estos arbustos.

Estábamos de espaldas al Este, cuando todo ocurrió de repente...
Morales grita: - Señor mireeeee, en el mismo instante que el ruido de reactores inunda Lafonia.
Por nuestra derecha, en la clásica formación de los dedos de la mano (esta formación se adopta luego de chequear el Punto Inicial de la parte final de la navegación táctica hacia un AOT), tres Sea Harrier con potencia a pleno.
Instantáneamente con mi equipo de comunicaciones informo: NIDO, NIDO... BIGUA, 3 HARRIERS ENTRANDO POR BIGUA RUMBO A NIDO, MONTADOS A IZQUIERDA DEL CANAL... NIDO BIGUA, 3 HARRIERS POR BIGUA POR EL CANAL, y seguí dos veces más... hasta escuchar el RECIBIDO!!!! RECIBIDO!!!!
El N° 1 entrando por la pista más sobre el borde izquierdo, lanzando su armamento, entre explosiones de la AA (en todas las envolventes, 20mm y 35mmm y barrera de fuego con 7,62mm), sale por izquierda, cierra el viraje por el NE...
El N° 2 entra casi pegado al Nº 1, cuando veo brotar un borbotón negro, luego rojo, se inclina hacia izquierda e impacta contra el suelo en el lateral izquierdo del potrero que esta al lado de la pista con un hongo espectacular...
El N° 3 ajusta el Radial más a la derecha, suelta armamento y escapa saltando las colinas de las Compañías del RI12, con rumbo hacia San Carlos, sobrevolando el tambo...
Nuevamente, si lo anterior es en cámara lenta, esto lo viví cuadro a cuadro, no terminaba más de suceder, tenia lo que se llama "fascinación del blanco"...todo se vive a mil, el corazón explota... pero las imágenes se mantienen en el aire...
Tanto es así, que continúo observando el hongo y esperando al otro avión, ya que los RH de 20mm lo "cosieron", les pasó adelante de ellos... tanto es así que me olvide del N° 1...y cuando quiero reaccionar instintivamente ahí estaba frente a mi... invirtiendo el flujo de las toberas, balanceándose suavemente. El líder con la cabeza a la izquierda tenía el hongo de su N° 2 y el salto del N° 3 con Radial 330° escapando de los RH de 20mm y ahora también del traqueo que había hecho el Skyguard, al abandonar al N° 2 abatido...
Pero ahí estaba, majestuoso, panzón, robusto... una eternidad suspendido frente a nosotros... nunca se imaginó el líder que estábamos a su derecha a sólo 60 metros!!!! Nosotros ya nos confundíamos con la turba, para protegernos y no delatar nuestra tarea...
Estuvo ahí unos segundos... 45 segundos o más, creo que fue eso... quería saber la suerte corrida por sus hombres.
En los últimos segundos bascularon las toberas y toda potencia por derecha, con rumbo Este... por donde habían llegado, por esa ventana hacia uno de los PAL, al Atlántico, a este último lo seguí hasta que se perdió tras las colinas, siempre 060° Radial y pegado a los pastos.
Informé a NIDO (Centro de Filtraje) lo ocurrido, relaté con detalles que ya no tenían el aro blanco de la escarapela y no eran grises sino verdes!!!! Los Sea Harrier (antes de desplegarnos al terreno revisamos siluetas de aviones y recuerdo que los Sea Harrier eran grises, teníamos copia de las fotos del SHR que interceptó al B-707 el 21 de abril)...
La vida vuelve a la realidad, otra vez el silencio de Lafonia, solo quedaba el corazón que parecía desbocarse y ese olor clásico de la adrenalina, que se mezcla con los del soldado aislado que no se baña... todo eso salía entre el cuello y el cuerpo por el uniforme de combate. Es el olor a la GUERRA.
Al rato un Bell 212, con personal de la BAM Cóndor, médico, enfermero, personal de inteligencia y el subteniente Gómez Centurión (se anotaba en todo!!!), aterrizan próximo a mi puesto, preguntándome el Radial de escape y la probabilidad de eyección, cosa que informé que no vi eso, que al Sea Harrier, lo vi sin daño y con buena potencia en el escape, igualmente iban a revisar (peinar) la zona.
Solicité un cambio de posición, ya que no tenia certeza real, si el piloto nos había visto o no, y lo había informado... no quería un encuentro con el SAS en la madrugada… Seguramente si nos había visto, pudo inferir que el alerta había nacido en esa posición de avanzada. Me autorizaron, así que desarmamos la carpa y nos corrimos unos kilómetros, siempre sobre la altura de la colina, para tener horizonte VHF.
Cenamos, o almorzamos atrasados, en silencio, esa noche recé un rosario por el alma del piloto fallecido en cumplimiento del deber. Tanto él cuando entró a la Real Academia Naval, como yo cuando entré a la Escuela de Aviación Militar, nunca pensamos que algún día nos encontraríamos en Lafonia y cada uno con una misión por cumplir... la mía que no exista más un 1° de mayo en la BAM Cóndor. Los gringos no pasarán más!!!
Misión cumplida ese 04 de mayo de 1982.
Recién el 12 de mayo supe que se trataba del Teniente Nick Taylor. Fue sepultado con todos los honores en el cementerio establecido para la BAM Cóndor y la Fuerza de Tareas Mercedes, próximo al cobertizo utilizado como tambo por los kelpers de Pradera del Ganso, junto al Teniente Daniel Jukic y los siete suboficiales fallecidos en el bautismo de fuego de la FAA, el 1° de mayo. Actualmente y por decisión de su esposa e hijas, Nick Taylor continúa descansando en nuestras Islas Malvinas, un poco más al NE, en San Carlos.
El sepelio de Taylor con la rendición de honores de la FAA, fue registrado por ATC, Nicolás Kasanzew y el camarógrafo Lamela fueron testigos. Formaron para rendir honores, el VCOM W.R. Pedrozzo, Jefe de la BAM Cóndor, el Mayor Zaporta, Jefe del ESC Tropas, el Mayor Posse Ortiz de Rosas, Jefe del ESC Helicópteros y los capitanes Grifol y Beltrame del CH-47 Chinook. El sacerdote de la FT Mercedes ofició un responso.

DATOS DEL ATAQUE:
RUMBO DE ENTRADA: de Este a Oeste (Radial 285°)
CANTIDAD DE AVIONES: 3 SHR
ESCUADRON: 800 NAS HMS Hermes
ESCUADRILLA:
Líder Lt Cdr Gordon BATT
N°2 Lt Nick TAYLOR
N°3 Flt Lt Ted BALL
ARMAMENTO:
N°1 BL 755 ADEN 30mm
N°2 BL 755 ADEN 30mm
N°3 3 1000 lbs PRB
SDA de AA que efectuó derribo: OERLIKON 35 mm - Skyguard (GADA 601, bajo comando operacional de la BAM Cóndor)
SHR DERRIBADO: XZ-450
Fuente: Comodoro VGM Eduardo Daghero. POA Biguá, BAM Cóndor. FAA.
martes, 19 de julio de 2011
La contención religiosa durante el conflicto de Malvinas. Breve historia del padre Vicente Martinez Torrens

El Padre Vicente Martínez Torrens fue el primer sacerdote del Ejército Argentino en llegar a las Islas Malvinas en el conflicto bélico de 1982. Vivió de cerca los horrores de la guerra y regresó al continente cinco días después de la rendición con el buque hospital Almirante Irizar. Rescató la espiritualidad de la tropa, la moral que tuvieron; realizó un desesperado llamamiento a evitar más suicidios entre los ex combatientes, dándoles el lugar que se merecen en la historia argentina.
Un poco de historia:
Los salesianos en Malvinas
Una de sus tareas específicas es la de incrementar el patrimonio que tiene la Congregación Salesiana sobre las Malvinas. Cabe destacar que los salesianos llegaron al archipiélago en el año l888. Anexo a la iglesia parroquial fundaron un colegio primario en Port Stanley. Desde entonces y hasta 1952, año en el que se creó la Prefectura Apostólica de Malvinas, dependiente de la Santa Sede, mantuvieron una presencia ininterrumpida en el archipiélago. Esa presencia permanente de la Iglesia debe considerarse como un hito de soberanía, porque el nombramiento de los sacerdotes en las islas era realizado desde las diócesis argentinas.
Su arribo a las islas
El primer Capellán desembarcado el día de la recuperación fue el Padre Ángel Mafezzini, de la Armada. Formaba parte de la tripulación del buque Cabo San Antonio, en el operativo “Rosario”.
El Padre Martínez fue convocado por la comandancia de la Brigada Infantería IX con asiento en Comodoro Rivadavia el día 03 de abril. Entre el 2º Comandante de la Brigada, Coronel Alais y el Padre Benigno Roldán, hoy fallecido, entonces Jefe del Servicio Religioso de la Brigada, lo impusieron acerca de la misión que debería desempeñar como Capellán. Transportado de inmediato en un avión C130 Hércules, su arribo al aeródromo Malvinas le despertó sentimientos indescriptibles. “Al descender por la escalerilla del avión y poner el pie en la verde turba me hizo sentir todo un “Amstrong” cuando pisó la luna”, dijo el sacerdote. Su primer asentamiento fue en el ex cuartel de los Royal Marines, en Moody Brook.
Presencia del sacerdote en la guerra
En torno a la participación de un sacerdote en la guerra, dijo que "la Iglesia acompaña la vida del hombre, en todas sus circunstancias; si ese hombre entra en guerra también la Iglesia va a ir a la guerra, no para aplaudirla sino para sostener a ese hombre. Se deja en claro que la guerra defensiva es el último recurso de la tutela de los derechos legítimos de la nación. La presencia del Capellán ayudará a no permitir que el rencor y mucho menos el odio ganen terreno en los corazones.
Las balas no ven ni saben leer. Yo no portaba armas –aclaraba el Padre Martínez Torrens-, tampoco portaba insignia alguna que lo identificara a la distancia como sacerdote. Por consiguiente corría los mismos riesgos que los soldados y padecía las mismas vicisitudes. Estaba al alcance de las balas, las esquirlas o de los campos minados.
Hacia mediados de mayo recibió una consoladora carta del Vicario Castrense que entre otras cosas le decía: “Si S.S. Juan Pablo II pudo decir (24.1.1980) que los Capellanes Castrenses en tiempo de paz realizan una obra sacrificial y entusiasta, ¿qué os puedo decir, mis Hermanos Capellanes, que en el presente estáis en nuestras Malvinas o en la costa continental sureña? ¿Quién puede medir vuestro patriotismo, vuestro esmerado servicio, vuestros sacrificios bélicos, vuestro desgaste holocaustal?
La dificultad añeja a toda vida auténticamente sacerdotal, y la surgente de la pastoral castrense, hoy se acrecienta por el flagelo de la guerra.
Capellanes, os admiro; porque si como Sacerdotes os habéis hecho todo para todos, como castrenses os habéis hecho soldados con los soldados, y por ello, en el hoy de la Patria, estáis imitando el servicio de la Virgen María en su misterio de la Visitación; estáis encarnando de un modo vivencial al compasivo Samaritano; aceleradamente estáis completando la pasión de Jesús; y si lo dispusiera Dios, mañana acompañaríais al Señor en su muerte.
Capellanes hermanos, os reitero mi admiración”.

Las lágrimas de la guerra
Al consultarlo sobre los momentos de emoción, tanto de él como de los soldados, el sacerdote dijo que “gracias a Dios, lágrimas de emoción hubo muchas, lágrimas de tristeza... también. Recordó al primer muerto, a dos horas de haber llegado a Malvinas. Era un soldadito casi imberbe, chico de cuerpo, con una herida de bala en el pecho. Fue operado. Salió bien del quirófano, pero tuvo un infarto y no resistió. Lo recuerdo así, en la camilla, sin su ropa. Le administré el sacramento de la unción y adecenté lo mejor que pude para enviarlo al continente. Provisto de su uniforme debía ser enviado a la familia. En ese momento me conmoví hasta las lágrimas. Contemplar su palidez mortuoria, imberbe, imaginármelo cuatro meses antes tirando tizas en el aula me quebró. Después, con el correr de los días de la guerra, uno se va insensibilizando, se va endureciendo,” acotó el P. Vicente.
Una conclusión
El Padre Vicente Martínez, por último, comentó que “perdimos una batalla, no la guerra”. Hemos adquirido un reconocimiento mundial por nuestro valor. Hay muchos libros escritos sobre la destreza de la Fuerza Aérea, la habilidad del personal que piloteó los Súper Etendard y realizó la adaptación de los Exocet para tierra – mar, la valentía de una tropa que oscilaba entre los 18 y 20 años. No se han escrito, pero existieron, inventivas como los falsos radares de Bahía Fox o los lanzamisiles construidos con los restos de las coheteras de los Pucará.
El gobierno de la Sra. Margaret Tatcher puso como secreto de estado todo lo concerniente a la actuación en Malvinas hasta el año 2072. Noventa años de ocultamiento de la verdad. Mientras que acá, en la Argentina, hicimos culto a la desmalvinización. Veo con agrado como el estrés postraumático de la guerra y los veteranos hablan; son la historia viva, la verdadera historia”.
Recordó finalmente, con tono de preocupación, que la desatención al veterano, los calificativos peyorativos difundidos, la marginación de una gran parte de la sociedad ha llevado a casi 400 el número de los suicidios de excombatientes.
El triunfo tiene muchos padrinos (rememoremos la Plaza de Mayo el 02 de abril de 1982), pero la derrota ninguno (remitámonos al recibimiento posterior al 14 de junio). No tenemos que agregar un suicidio más. No debemos tener conductas que induzcan a un solo suicidio más.
GLORIA A LOS HÉROES MUERTOS Y HONOR A LOS HÉROES QUE VOLVIERON CON VIDA

Fuente: Extracto de “La espiritualidad en Malvinas” Aveguema.
viernes, 10 de junio de 2011
1829 - 10 de junio - 2011 Creación de la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas

Se conmemora en este día la Designación del Primer Gobernador argentino en las Islas Malvinas, en 1829. En aquel año, el Gobierno de Buenos Aires designó Gobernador del Archipiélago a Luis Vernet, quien estaba trabajando en la colonización del puerto Soledad. Es este un hito más entre los antecedentes que dan apoyo a los reclamos de la Soberanía Argentina sobre las Islas.
Con el fin de reforzar la presencia del Estado argentino, el 10 de junio de 1829, el gobernador delegado de Buenos Aires, Martín Rodríguez, y su ministro Salvador María del Carril, por intermedio de un decreto ley, crearon la “Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico, con sede en la isla Soledad y con jurisdicción sobre las islas adyacentes al cabo de Hornos que dan hacia el océano Atlántico Sur.
"Cuando por la gloriosa revolución de 25 de mayo de 1810 se separaron estas provincias de la dominación de la Métropoli, la España tenía una posesión material de las Islas Malvinas y de todas las demás que rodean el cabo de Hornos, incluso las que se conoce bajo la denominación de Tierra del Fuego, hallándose justificada aquella posesión por el derecho de primer ocupante, por el consentimiento de las principales potencias marítimas de Europa, y por la adyacencia de estas islas al continente que formaba el Virreinato de Buenos Aires, de cuyo gobierno dependían.
Por esta razón habiendo entrado el Gobierno de la República en la sucesión de todos los derechos que tenía sobre estas provincias la antigua Métropoli y de que gozaban sus virreyes ha seguido ejerciendo actos de dominio en dichas islas, sus puertos y costas; a pesar de que las circunstancias no han permitido hasta ahora dar a aquella parte del territorio de la República la atención y cuidados que su importancia exige.
Pero siendo necesario no demorar por más tiempo las medidas que puedan poner a cubierto los derechos de la República haciéndole al mismo tiempo gozar de las ventajas que pueden dar los productos de aquellas islas y asegurando la protección debida a su población, el Gobierno ha acordado y decreta:
Artículo 1°: Las islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el mar Atlántico serán regidas por un comandante político y militar nombrado inmediatamente por el Gobierno de la República.
Artículo 2°: La residencia del comandante político y militar será en la isla de la Soledad y en ella se establecerá una batería bajo el pabellón de la República.
Artículo 3°: El comandante político y militar hará observar por la población de dichas islas, las leyes de la República y cuidará en sus costas de la ejecución de los reglamentos sobre pesca de anfibios. Articulo 4°: Comuníquese y publíquese".
Firmado; Martín Rodríguez, Salvador M. del Carril
lunes, 30 de mayo de 2011
Fallecimiento del Contraalmirante Carlos Hugo Robacio, jefe del BIM 5 en Malvinas, el recuerdo

El Contraalmirante (R) VGM Carlos Hugo Robacio, quien se desempeñara como comandante del Batallón de Infantería de Marina Nº 5 durante la guerra de Malvinas, falleció ayer en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, a los 76 años.
Reconocido militar, veterano de Sapper Hill, Tumbledown y William, con el grado de Capitán de Fragata luchó con bravura junto a sus hombres en la turba de Malvinas, codo a codo con personal del RI4, del RI25, el GA3 y el GAA4.
Reconocido por propios y ajenos, es una pérdida muy dolorosa para la gesta de Malvinas.
Para saber de quien hablamos a veces es apropiado citar al enemigo:
En su diario, el general británico John Kiszley escribió: "El enemigo (por el BIM 5) estaba bien colocado y esperó a que estuviéramos a cien metros de distancia para abrir fuego con todo lo que tenía. Los dos pelotones de avanzada estaban detenidos, y cada vez que avanzaban sufrían bajas. No podíamos imponernos. Al contrario de lo que se esperaba, el enemigo estaba en pie y luchaba".

jueves, 21 de abril de 2011
Semblanzas de nuestros héroes caídos en Malvinas II. Sargento Mario “Perro” Cisnero
"No se rendirme. Después de muerto, hablaremos"
El silencio y la oscuridad eran una constante
en la habitación del "Perro" Cisnero en su unidad. Sin poder
conciliar el sueño, vuelve una y otra vez sobre un tema para el que se preparó
durante su vida adulta, la guerra.
El insomnio de la madrugada lo lleva a sentarse frente a su escritorio y tomar su libreta de anotaciones en una hoja al azar y lee una de las frases que más le gusta: "Mi respuesta: No sé rendirme. Después de muerto, hablaremos".
La madrugada también es portadora de noticias, el oficial de servicio le informa que arribó un radiograma cifrado que lo llena de certeza: "A partir de la recepción de la siguiente orden, deberá presentarse primer medio Escuela de Infantería de combate, con casco, equipo de campaña, dotación reglamentaria, pistola según corresponda. Dejar declaración firmada para recibir haberes”.
Cisnero entiende que lo convocan junto a todos los comandos de la unidad para aquello que ronda en su mente desde hace días.
Al levantarse sigue preparando su equipo, se despide de camaradas y familiares y al anochecer sale rumbo a Buenos Aires. Llega a la capital de madrugada y se dirige a la casa de su hermano Héctor, un grato reencuentro.
En un día gris, el perro arriba a Campo de Mayo. Se abraza con Héctor y mirándolo seriamente le dice: -Yo rendido no vengo. O ganamos o no vuelvo vivo.
Ya en la Escuela de Infantería se vive una actividad febril.Todo el personal abocado a preparar el equipamiento, donde se producen intercambios que quedarán para la historia de la unidad.
"El célebre Perro, temible instructor de los cursantes derl curso comando, pidió ser apuntador de MAG. Retiró una de éstas, se tiró cuerpo a tierra y comenzó a revisarla en sus menores detalles. El acto revelaba al observador avisado una serie de características de Cisnero: su espíritu de sacrificio, porque era cargar en las marchas con mayor peso; una disposición favorable al conjunto, desde que es un arma que apoya a las otras; y por último, su desprecio por el peligro, ya que la ametralladora, atrae el fuego del enemigo. Fue en tales circunstancias que el Sargento Cisnero tuvo un intercambio de palabras con su antiguo alumno, el Teniente Primero Losito: -Vamos a ver ahora, Perro, cómo te portás en la guerra.
Este se puso súbitamente serio y le respondió:
-Pierda cuidado mi teniente primero, que ahora vamos a ver quiénes son realmente los buenos"
El 26 de mayo de mayo de 1982, el por entonces jefe de la nueva Compañía de Comandos 602, el Mayor Rico, recibe la orden de pasar a las islas con su subunidad. Se dirigen a Comodoro Rivadavia y de allí a las islas.
Desde su arribo a las islas, los comandos de la Compañía de Comandos 602 reciben una gran cantidad de misiones. El 29 de mayo, la primera sección al mando del capitán Vercesi, sale en dirección a las líneas de avanzada británicas para explorar y enviar informes sobre los movimientos enemigos. No vuelve a saberse de ellos hasta que finalizan las hostilidades, ya que son los que protagonizan el combate de Top Malo House.
También se planea adelantar elementos de comandos para ocupar un arco de alturas que circunvale a distancia la capital del archipiélago; enviando tantas patrullas como elevaciones, permanecer en dichos cerros para dejarse sobrepasar por el avance inglés e informar a Puerto Argentino sobre el enemigo, para después atacar por su retaguardia. Pero las posiciones que intentan ocupar los comandos ya están ocupadas por los británicos y éstos atacan a los argentinos con diferentes resultados. Además, se les ordenan varias misiones de exploración y algunas son por iniciativa propia, como la emboscada en el cerro Dos Hermanas.
El martes 08 de junio el mayor Rico alista a toda su compañía y parte hacia la zona defendida por el Regimiento de Infantería 4.
En la posición más occidental, más cerca del enemigo, están el subteniente Llambías Pravaz y el subteniente Silva. El primero de ellos tiene experiencias de combate con tropas británicas que intentaban infiltrarse. Por eso y por conocer la zona, proporciona notables datos para tender una emboscada que se establece en una prolongación de la elevación que se alarga sobre la llanura. Por allí, esa misma noche, regresan los comandos británicos luego de intentar una infiltración en monte Harriet.
El tiempo del Perro comienza a vislumbrarse, las horas dan paso a interminables minutos en la quietud de la emboscada, en la quietud que antecede a la tempestad. Lo que leyó una y otra vez en su destino vuelve a su mente y lo recita: "Mi respuesta: No sé rendirme. Después de muerto, hablaremos".
El 9 de junio a la tarde comienza a prepararse la emboscada. La Compañía de Comandos 602 es reforzada por una sección del Escuadrón Alacrán de la Gendarmería Nacional, al mando del Segundo Comandante Santo. El mayor Rico ordena una exploración por la zona en la cual no se percibe presencia enemiga. Alrededor de las nueve de la noche se establece la emboscada, según el siguiente dispositivo de ataque:
"Abajo del monte, en la punta de la saliente rocosa, un escalón de apoyo con una ametralladora, compuesta por el sargento Cisnero como apuntador y el teniente primero Vizoso Posse como auxiliar; más arriba, el mayor Rico acompañado por el capitán Ferrero y cerca de ellos, bajando a la derecha, otra ametralladora manejada por el teniente primero Rivas y servida por el sargento Franco. El escalón de asalto propiamente dicho estaba dividido en dos fracciones, situadas en el bajo, a ambos costados: el capitán Fernández con su sección a la derecha y el segundo comandante Santo con los gendarmes y otra ametralladora a la izquierda, provistos varios hombres a cada lado con granadas de fusil. El capitán Médico Ranieri fue situado detrás y arriba de Rico, armado con su fusil para caza mayor. Finalmente, a ciento cincuenta metros más elevado se hallaba el escalón protección y recibimiento, a órdenes del Capitán Villarruel. Sobre el todo, tropas del Regimiento de Infantería 4 al mando del subteniente Llambías Pravaz con ametralladora".
El silencio se interrumpe, repentinamente uno de los comandos alerta al mayor Rico de la presencia enemiga y manda a avisar al Perro que está con su ametralladora en apresto, pero el mensajero no llega. Se suceden los tiros y las explosiones. Los británicos, que debían ser sorprendidos, son los que inician un ataque.
La Compañía de Comandos 602 se enfrenta intempestivamente a comandos británicos del SAS.
Varios soldados enemigos avanzan hacia la punta ocupada por Cisnero y Vizoso Posse. El Perro dispara furiosamente sobre ellos cuando los británicos buscan desesperadamente neutralizar esa ametralladora. Le disparan un proyectil explosivo que impacta justo en medio del arma y ésta explota partiendo en dos al cuerpo del sargento. El Perro muere cumpliendo cabalmente con su deber, y con Dios y con la patria.
El volumen de fuego de ambas unidades de comandos que se enfrentan sin piedad es abrumador. Los británicos antes de estancarse comienzan un repliegue, dando paso a que las tropas argentinas comiencen a perseguirlos apoyados por fuego de artillería reglado por el mayor Rico.
La emboscada llega a su fin y el sargento Mario Cisnero queda en esas tierras irredentas como centinela eterno. Su sangre horadó la turba de Malvinas.
El insomnio de la madrugada lo lleva a sentarse frente a su escritorio y tomar su libreta de anotaciones en una hoja al azar y lee una de las frases que más le gusta: "Mi respuesta: No sé rendirme. Después de muerto, hablaremos".
La madrugada también es portadora de noticias, el oficial de servicio le informa que arribó un radiograma cifrado que lo llena de certeza: "A partir de la recepción de la siguiente orden, deberá presentarse primer medio Escuela de Infantería de combate, con casco, equipo de campaña, dotación reglamentaria, pistola según corresponda. Dejar declaración firmada para recibir haberes”.
Cisnero entiende que lo convocan junto a todos los comandos de la unidad para aquello que ronda en su mente desde hace días.
Al levantarse sigue preparando su equipo, se despide de camaradas y familiares y al anochecer sale rumbo a Buenos Aires. Llega a la capital de madrugada y se dirige a la casa de su hermano Héctor, un grato reencuentro.
En un día gris, el perro arriba a Campo de Mayo. Se abraza con Héctor y mirándolo seriamente le dice: -Yo rendido no vengo. O ganamos o no vuelvo vivo.
Ya en la Escuela de Infantería se vive una actividad febril.Todo el personal abocado a preparar el equipamiento, donde se producen intercambios que quedarán para la historia de la unidad.
"El célebre Perro, temible instructor de los cursantes derl curso comando, pidió ser apuntador de MAG. Retiró una de éstas, se tiró cuerpo a tierra y comenzó a revisarla en sus menores detalles. El acto revelaba al observador avisado una serie de características de Cisnero: su espíritu de sacrificio, porque era cargar en las marchas con mayor peso; una disposición favorable al conjunto, desde que es un arma que apoya a las otras; y por último, su desprecio por el peligro, ya que la ametralladora, atrae el fuego del enemigo. Fue en tales circunstancias que el Sargento Cisnero tuvo un intercambio de palabras con su antiguo alumno, el Teniente Primero Losito: -Vamos a ver ahora, Perro, cómo te portás en la guerra.
Este se puso súbitamente serio y le respondió:
-Pierda cuidado mi teniente primero, que ahora vamos a ver quiénes son realmente los buenos"
El 26 de mayo de mayo de 1982, el por entonces jefe de la nueva Compañía de Comandos 602, el Mayor Rico, recibe la orden de pasar a las islas con su subunidad. Se dirigen a Comodoro Rivadavia y de allí a las islas.
Desde su arribo a las islas, los comandos de la Compañía de Comandos 602 reciben una gran cantidad de misiones. El 29 de mayo, la primera sección al mando del capitán Vercesi, sale en dirección a las líneas de avanzada británicas para explorar y enviar informes sobre los movimientos enemigos. No vuelve a saberse de ellos hasta que finalizan las hostilidades, ya que son los que protagonizan el combate de Top Malo House.
También se planea adelantar elementos de comandos para ocupar un arco de alturas que circunvale a distancia la capital del archipiélago; enviando tantas patrullas como elevaciones, permanecer en dichos cerros para dejarse sobrepasar por el avance inglés e informar a Puerto Argentino sobre el enemigo, para después atacar por su retaguardia. Pero las posiciones que intentan ocupar los comandos ya están ocupadas por los británicos y éstos atacan a los argentinos con diferentes resultados. Además, se les ordenan varias misiones de exploración y algunas son por iniciativa propia, como la emboscada en el cerro Dos Hermanas.
El martes 08 de junio el mayor Rico alista a toda su compañía y parte hacia la zona defendida por el Regimiento de Infantería 4.
En la posición más occidental, más cerca del enemigo, están el subteniente Llambías Pravaz y el subteniente Silva. El primero de ellos tiene experiencias de combate con tropas británicas que intentaban infiltrarse. Por eso y por conocer la zona, proporciona notables datos para tender una emboscada que se establece en una prolongación de la elevación que se alarga sobre la llanura. Por allí, esa misma noche, regresan los comandos británicos luego de intentar una infiltración en monte Harriet.
El tiempo del Perro comienza a vislumbrarse, las horas dan paso a interminables minutos en la quietud de la emboscada, en la quietud que antecede a la tempestad. Lo que leyó una y otra vez en su destino vuelve a su mente y lo recita: "Mi respuesta: No sé rendirme. Después de muerto, hablaremos".
El 9 de junio a la tarde comienza a prepararse la emboscada. La Compañía de Comandos 602 es reforzada por una sección del Escuadrón Alacrán de la Gendarmería Nacional, al mando del Segundo Comandante Santo. El mayor Rico ordena una exploración por la zona en la cual no se percibe presencia enemiga. Alrededor de las nueve de la noche se establece la emboscada, según el siguiente dispositivo de ataque:
"Abajo del monte, en la punta de la saliente rocosa, un escalón de apoyo con una ametralladora, compuesta por el sargento Cisnero como apuntador y el teniente primero Vizoso Posse como auxiliar; más arriba, el mayor Rico acompañado por el capitán Ferrero y cerca de ellos, bajando a la derecha, otra ametralladora manejada por el teniente primero Rivas y servida por el sargento Franco. El escalón de asalto propiamente dicho estaba dividido en dos fracciones, situadas en el bajo, a ambos costados: el capitán Fernández con su sección a la derecha y el segundo comandante Santo con los gendarmes y otra ametralladora a la izquierda, provistos varios hombres a cada lado con granadas de fusil. El capitán Médico Ranieri fue situado detrás y arriba de Rico, armado con su fusil para caza mayor. Finalmente, a ciento cincuenta metros más elevado se hallaba el escalón protección y recibimiento, a órdenes del Capitán Villarruel. Sobre el todo, tropas del Regimiento de Infantería 4 al mando del subteniente Llambías Pravaz con ametralladora".
El silencio se interrumpe, repentinamente uno de los comandos alerta al mayor Rico de la presencia enemiga y manda a avisar al Perro que está con su ametralladora en apresto, pero el mensajero no llega. Se suceden los tiros y las explosiones. Los británicos, que debían ser sorprendidos, son los que inician un ataque.
La Compañía de Comandos 602 se enfrenta intempestivamente a comandos británicos del SAS.
Varios soldados enemigos avanzan hacia la punta ocupada por Cisnero y Vizoso Posse. El Perro dispara furiosamente sobre ellos cuando los británicos buscan desesperadamente neutralizar esa ametralladora. Le disparan un proyectil explosivo que impacta justo en medio del arma y ésta explota partiendo en dos al cuerpo del sargento. El Perro muere cumpliendo cabalmente con su deber, y con Dios y con la patria.
El volumen de fuego de ambas unidades de comandos que se enfrentan sin piedad es abrumador. Los británicos antes de estancarse comienzan un repliegue, dando paso a que las tropas argentinas comiencen a perseguirlos apoyados por fuego de artillería reglado por el mayor Rico.
La emboscada llega a su fin y el sargento Mario Cisnero queda en esas tierras irredentas como centinela eterno. Su sangre horadó la turba de Malvinas.
Epílogo: en el mes de mayo de 2018, Héctor
Cisnero recibió la noticia de la individualización de la tumba de su hermano en
el cementerio militar argentino de Darwin en Malvinas. En agosto de 2019
falleció Héctor. Pero al menos antes de morir pudo saber dónde yacía su hermano
en Darwin gracias al Plan Proyecto Humanitario Malvinas, y pudo viajar a las
islas para honrar su memoria.
Fue un incansable luchador de la Gesta y parte fundamental de los Familiares de Caídos de Malvinas.
Fue un incansable luchador de la Gesta y parte fundamental de los Familiares de Caídos de Malvinas.

viernes, 8 de abril de 2011
Se estrena el documental “El Héroe del Monte Dos Hermanas”

Ganadora del concurso Bicentenario, el documental narra la historia del soldado Oscar Poltronieri, perteneciente al RIMec6 de Mercedes y que recibiera por su actuación en la gesta la máxima condecoración que entregara el estado argentino: “La Nación Argentina al heroico valor en combate”
El deseo cumplido de Oscar Poltronieri según sus palabras:
“Mi sueño es regresar a las Malvinas para recuperar mi ametralladora perdida en las montañas. Y para visitar las tumbas de mis compañeros. Tengo que cerrar ese círculo”

Oscar Poltronieri y Rodrigo Vila, el director del documental, en las islas Malvinas. (Foto Blogs de Perfil)
El documental va a estar dos semanas en cartel a partir de su estreno, el próximo 14 de abril en el cine Gaumont.
martes, 5 de abril de 2011
Exhibición con éxito en varias salas del documental "14 de junio Lo que nunca se perdió"

El lunes 04 de abril se proyectó finalmente el documental y ante la masiva concurrencia las salas de los distintos complejos debieron agregar una nueva función.
Hubo presencias de muchos veteranos, en el caso de la función de Pilar, además de uno de los protagonistas del mismo, estuvieron otros integrantes de la Compañía "A" Tacuarí del RIMec3 Manuel Belgrano.

Luego de la función, muchos de ellos compartieron con el público presente, acercándose a distintos grupos y aceptando con camaradería las consabidas fotos del evento.
El documental, de factura sencilla e impecable, es digno de ser llevado a todos los ámbitos académicos y escolares, para no sólo fomentar la gesta de Malvinas y sus hombres, sino para revertir la situación actual y honrar los valores que se fueron perdiendo a través de los años y de la "desmalvinización".
sábado, 2 de abril de 2011
1982 - 2 de abril - 2011 A 29 años de la recuperación de nuestras islas Malvinas

Gloria a los que honraron la operación Rosario.
Gloria a aquellos que supieron defender nuestro territorio.
Gloria a los veteranos caídos en cumplimiento del deber.
Gloria a todos los VGM en este nuevo 2 de abril.
¡LAS MALVINAS FUERON, SON Y SERÁN ARGENTINAS!
jueves, 24 de marzo de 2011
Se estrena el documental "14 de Junio: Lo que nunca se perdió"
“14 de Junio: Lo que nunca se perdió”

La película narra la historia de un grupo de soldados de la compañía “A” Tacuarí del Regimiento de Infantería Nº 3 “Manuel Belgrano” del Ejército Argentino que estuvo en las Islas Malvinas en 1982.
La Compañía entró en combate durante el último día de la guerra, y sus protagonistas relatan las historias vividas con la emoción de volver al momento que cambió sus vidas para siempre.
El film va guiando al espectador por los distintos momentos que compartieron. Desde la llegada a las islas, pasando por la convivencia, la batalla y el regreso, y lo vivido después de Malvinas y el presente.
El teniente coronel Víctor Hugo Rodríguez, jefe de la sección, destacó en su momento ante la prensa que “los días más gloriosos de mi vida están en Malvinas. Allí pasé por vivencias de las más fuertes y valerosas de mi vida”.
También formaron parte del grupo, entre los que participaron del documental, Manuel Villegas, Rubén Carballo, Esteban Tries, Héctor Rebasti, Raúl Ramos, Guillermo Salort, Walter Díaz y Juan Vallejos, este último habiendo estado al borde de la muerte allí mismo en Malvinas.
Sobresale la experiencia de Juan Vallejos, quien sufrió varias heridas en combate, por lo que tuvieron que amputarle una pierna. Un hombre de gran valor, que experimentó la muerte por unos segundos, en un combate mano a mano con un soldado inglés. “Fui el último argentino en ser atendido en el hospital de campaña de Puerto Argentino, ya tomado por los ingleses, no lo podía creer”, cuenta finalmente.
Y, a pesar de todo lo que se ha dicho en torno a la guerra, sus causas, razones y consecuencias, para un soldado “lo mas lindo de un ciudadano es haber dado la vida por la patria”, afirman muchos de ellos al día de hoy.
Atención: función el lunes 04 de abril de 2011 a las 20 horas en los cines Village.

La película narra la historia de un grupo de soldados de la compañía “A” Tacuarí del Regimiento de Infantería Nº 3 “Manuel Belgrano” del Ejército Argentino que estuvo en las Islas Malvinas en 1982.
La Compañía entró en combate durante el último día de la guerra, y sus protagonistas relatan las historias vividas con la emoción de volver al momento que cambió sus vidas para siempre.
El film va guiando al espectador por los distintos momentos que compartieron. Desde la llegada a las islas, pasando por la convivencia, la batalla y el regreso, y lo vivido después de Malvinas y el presente.
El teniente coronel Víctor Hugo Rodríguez, jefe de la sección, destacó en su momento ante la prensa que “los días más gloriosos de mi vida están en Malvinas. Allí pasé por vivencias de las más fuertes y valerosas de mi vida”.
También formaron parte del grupo, entre los que participaron del documental, Manuel Villegas, Rubén Carballo, Esteban Tries, Héctor Rebasti, Raúl Ramos, Guillermo Salort, Walter Díaz y Juan Vallejos, este último habiendo estado al borde de la muerte allí mismo en Malvinas.
Sobresale la experiencia de Juan Vallejos, quien sufrió varias heridas en combate, por lo que tuvieron que amputarle una pierna. Un hombre de gran valor, que experimentó la muerte por unos segundos, en un combate mano a mano con un soldado inglés. “Fui el último argentino en ser atendido en el hospital de campaña de Puerto Argentino, ya tomado por los ingleses, no lo podía creer”, cuenta finalmente.
Y, a pesar de todo lo que se ha dicho en torno a la guerra, sus causas, razones y consecuencias, para un soldado “lo mas lindo de un ciudadano es haber dado la vida por la patria”, afirman muchos de ellos al día de hoy.
Atención: función el lunes 04 de abril de 2011 a las 20 horas en los cines Village.
jueves, 10 de marzo de 2011
Reseña de uno de los buques hospital durante la guerra de Malvinas: el rompehielos Q-5 ARA Almirante Irizar
Construido en Finlandia de acuerdo con un contrato firmado en 1975 entre el Director Nacional del Antártico y el Astillero Oy Wärtsila de Helsinski, fue entregado a la Armada Argentina para su tripulación y operación. Buque apto para navegar en regiones polares, realizó hasta el año 2007 las campañas antárticas de verano para relevar personal y abastecer las bases permanentes y transitorias emplazadas en el continente blanco.
En el otoño de 1982 participó como buque
hospital en el conflicto del Atlántico Sur.
El buque rompehielos Q5 ARA Almirante Irízar fue adaptado en los Talleres y Arsenales de la Base Naval de Puerto Belgrano en poco menos de cinco días durante el conflicto bélico. Fueron refaccionados todos los interiores y convertidos en unidades hospitalarias con una capacidad para más de doscientas camas, poniendo énfasis en las salas de recepción y clasificación de heridos (triage), en los quirófanos, en la sala de rayos X; en la terapia intensiva, en la unidad de quemados, y en todas las dependencias que requiere un hospital embarcado.
El grupo aéreo embarcado, dos helicópteros Sea King de la EAH2 estuvieron como dotación del buque.
La dotación del hospital alcanzó el número de 40 profesionales y técnicos de la salud, entre ellos catorce médicos, dos odontólogos, dos bioquímicos, un sacerdote y veintiún enfermeros. Sobre la última semana del conflicto embarcaron por helicóptero desde Comodoro Rivadavia siete civiles voluntarias, instrumentadoras quirúrgicas del Ejército, destinadas inicialmente al Hospital Militar de Malvinas, las que, por el devenir del conflicto, permanecieron aportando su esfuerzo de guerra en los quirófanos del ARA Irizar. Se desempeño como Director Médico el CC Medico Roberto Sosa Amaya secundado por el CC Médico Roberto Olmedo.
Hacia el 9 de junio, el rompehielos devenido en buque hospital fondeo en la Bahía Groussac, frente a Puerto Argentino, en el extremo oriental de la isla Soledad.
Los combates, que se desarrollaban en los cerros que rodean la capital del archipiélago, se hacían sentir en los mamparos de acero del rompehielos y en los vidrios de los ojos de buey, que vibraban y se sacudían fuertemente diariamente durante horas.
El silencio y la oscuridad cerrada de la noche malvinense, quedaba saturada por un ruido ensordecedor e iluminada por las explosiones de las bombas y el color rojo amarillento de la munición trazadora de ambos bandos y ocasionalmente se divisaban desde la cubierta del buque bengalas iluminantes descendiendo lentamente con paracaídas.
En medio de los combates y desde el muelle del Apostadero Naval Malvinas, los buques auxiliares requisados, como la goleta Penélope y los remolcadores Monsunen, Forrest y Yehuín, comenzaron a hacer innumerables viajes entre el muelle de la rada y el rompehielos, derivados del CIMM, el Centro Interfuerzas Médico Malvinas de Puerto Argentino.
Al llegar a las bandas del buque, la tripulación de los buques auxiliares y la del hospital, tenía que embarcar por medio de grandes redes colgadas del costado y el uso de camillas rígidas izadas por grúas a cada uno de los pacientes trasladados, con el peligro latente de que sean atrapados entre los cascos de los dos buques o que cayeran a las aguas congeladas.
Una vez en cubierta principal, mediante camillas, se trasladaban hasta la Sala de Recepción de Pacientes, donde eran inicialmente identificados tomándoles sus datos personales y militares y los de sus parientes más cercanos, luego eran revisados y derivados a los diferentes niveles de complejidad del sistema asistencial montado a bordo.
Toda esta tarea se complementaba con el embarque de los heridos por medio de los helicópteros Sea King embarcados, los que, pese a las fuertes inclemencias del tiempo, siguieron volando debajo de los límites operativos de la cubierta de vuelo, llegando en muchas oportunidades al extremo de volar de noche sin poseer instrumentos para este tipo de vuelo, iluminando la superficie del agua con un proyector de proa de la aeronave. Anavizados y trincados a cubierta, los camilleros bajaban los heridos desde la cubierta de vuelo hasta la Sala de Recepción deslizando las camillas sobre largas planchadas de madera colocadas sobre los peldaños de todas las escaleras metálicas. En los días finales, los quirófanos del rompehielos trabajaron sin cesar, se habían recibido más de 400 de toda magnitud.
Durante estas jornadas de intensos combates y trabajo permanente en las salas de internación, quirófanos y laboratorios del ARA Irizar, se tuvo tres contactos directos con el enemigo, entre el 10 y el 13 de junio de 1982, los británicos solicitaron al buque hospital argentino la provisión de plasma sanguíneo y de dosis de morfina para atender a sus heridos graves, cosa que se cumplió en función de lo especificado en la Convención de Ginebra de 1949, entregando lo solicitado a tripulantes de un helicóptero de la Royal Navy aterrizado en la cubierta de vuelo del rompehielos argentino.
Luego de las primeras horas de luz del 14 de junio, sobrevino un silencio abrumador, que exaltó los ruidos propios de la naturaleza, enmarcados con un viento helado que de manera arrachada golpeaba el casco del buque.
El ARA Almirante Irizar, que había zarpado desde Buenos Aires a principios de noviembre de 1981 para cumplir con la Campaña Antártica de Verano, regresaba a su apostadero habitual en los primeros días de julio de 1982, luego de interminables y aciagos ocho meses. Una CAV exitosa coronada por la participación en la guerra de Malvinas como buque hospital.
Por su actuación en el conflicto bélico, la “Bandera de Guerra” y la tripulación del buque, recibieron la condecoración "Operaciones en Combate", otorgada por el Congreso de la Nación Argentina.
El buque rompehielos Q5 ARA Almirante Irízar fue adaptado en los Talleres y Arsenales de la Base Naval de Puerto Belgrano en poco menos de cinco días durante el conflicto bélico. Fueron refaccionados todos los interiores y convertidos en unidades hospitalarias con una capacidad para más de doscientas camas, poniendo énfasis en las salas de recepción y clasificación de heridos (triage), en los quirófanos, en la sala de rayos X; en la terapia intensiva, en la unidad de quemados, y en todas las dependencias que requiere un hospital embarcado.
El grupo aéreo embarcado, dos helicópteros Sea King de la EAH2 estuvieron como dotación del buque.
La dotación del hospital alcanzó el número de 40 profesionales y técnicos de la salud, entre ellos catorce médicos, dos odontólogos, dos bioquímicos, un sacerdote y veintiún enfermeros. Sobre la última semana del conflicto embarcaron por helicóptero desde Comodoro Rivadavia siete civiles voluntarias, instrumentadoras quirúrgicas del Ejército, destinadas inicialmente al Hospital Militar de Malvinas, las que, por el devenir del conflicto, permanecieron aportando su esfuerzo de guerra en los quirófanos del ARA Irizar. Se desempeño como Director Médico el CC Medico Roberto Sosa Amaya secundado por el CC Médico Roberto Olmedo.
Hacia el 9 de junio, el rompehielos devenido en buque hospital fondeo en la Bahía Groussac, frente a Puerto Argentino, en el extremo oriental de la isla Soledad.
Los combates, que se desarrollaban en los cerros que rodean la capital del archipiélago, se hacían sentir en los mamparos de acero del rompehielos y en los vidrios de los ojos de buey, que vibraban y se sacudían fuertemente diariamente durante horas.
El silencio y la oscuridad cerrada de la noche malvinense, quedaba saturada por un ruido ensordecedor e iluminada por las explosiones de las bombas y el color rojo amarillento de la munición trazadora de ambos bandos y ocasionalmente se divisaban desde la cubierta del buque bengalas iluminantes descendiendo lentamente con paracaídas.
En medio de los combates y desde el muelle del Apostadero Naval Malvinas, los buques auxiliares requisados, como la goleta Penélope y los remolcadores Monsunen, Forrest y Yehuín, comenzaron a hacer innumerables viajes entre el muelle de la rada y el rompehielos, derivados del CIMM, el Centro Interfuerzas Médico Malvinas de Puerto Argentino.
Al llegar a las bandas del buque, la tripulación de los buques auxiliares y la del hospital, tenía que embarcar por medio de grandes redes colgadas del costado y el uso de camillas rígidas izadas por grúas a cada uno de los pacientes trasladados, con el peligro latente de que sean atrapados entre los cascos de los dos buques o que cayeran a las aguas congeladas.
Una vez en cubierta principal, mediante camillas, se trasladaban hasta la Sala de Recepción de Pacientes, donde eran inicialmente identificados tomándoles sus datos personales y militares y los de sus parientes más cercanos, luego eran revisados y derivados a los diferentes niveles de complejidad del sistema asistencial montado a bordo.
Toda esta tarea se complementaba con el embarque de los heridos por medio de los helicópteros Sea King embarcados, los que, pese a las fuertes inclemencias del tiempo, siguieron volando debajo de los límites operativos de la cubierta de vuelo, llegando en muchas oportunidades al extremo de volar de noche sin poseer instrumentos para este tipo de vuelo, iluminando la superficie del agua con un proyector de proa de la aeronave. Anavizados y trincados a cubierta, los camilleros bajaban los heridos desde la cubierta de vuelo hasta la Sala de Recepción deslizando las camillas sobre largas planchadas de madera colocadas sobre los peldaños de todas las escaleras metálicas. En los días finales, los quirófanos del rompehielos trabajaron sin cesar, se habían recibido más de 400 de toda magnitud.
Durante estas jornadas de intensos combates y trabajo permanente en las salas de internación, quirófanos y laboratorios del ARA Irizar, se tuvo tres contactos directos con el enemigo, entre el 10 y el 13 de junio de 1982, los británicos solicitaron al buque hospital argentino la provisión de plasma sanguíneo y de dosis de morfina para atender a sus heridos graves, cosa que se cumplió en función de lo especificado en la Convención de Ginebra de 1949, entregando lo solicitado a tripulantes de un helicóptero de la Royal Navy aterrizado en la cubierta de vuelo del rompehielos argentino.
Luego de las primeras horas de luz del 14 de junio, sobrevino un silencio abrumador, que exaltó los ruidos propios de la naturaleza, enmarcados con un viento helado que de manera arrachada golpeaba el casco del buque.
El ARA Almirante Irizar, que había zarpado desde Buenos Aires a principios de noviembre de 1981 para cumplir con la Campaña Antártica de Verano, regresaba a su apostadero habitual en los primeros días de julio de 1982, luego de interminables y aciagos ocho meses. Una CAV exitosa coronada por la participación en la guerra de Malvinas como buque hospital.
Por su actuación en el conflicto bélico, la “Bandera de Guerra” y la tripulación del buque, recibieron la condecoración "Operaciones en Combate", otorgada por el Congreso de la Nación Argentina.
Fuente: Armada Argentina
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domingo, 5 de diciembre de 2010
Semblanzas de nuestros héroes caídos en Malvinas. Recordando al subteniente Oscar Augusto Silva
El subteniente Oscar
Augusto Silva y su derrotero en Malvinas
De la promoción 112 del Colegio Militar de la
Nación, sus camaradas le impusieron el sobrenombre de “sapo”.
En noviembre de 1981 egresó como subteniente del arma de Infantería.
No estaba en sus planes lo que se avecinaba en pocos meses más, el lanzamiento de la Operación Azul o Rosario.
El subteniente Silva, destinado en el Regimiento de Infantería 4 de Monte Caseros, en la provincia de Corrientes,recibió la orden de movilización y se comenzó a preparar para ir a la Patagonia para desde allí hacer el salto a Malvinas. Su derrotero fue Monte Caseros, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos.
Apenas llegado a las islas fue destinado al norte del aeródromo, en la península de Freycinet. Más tarde vendrían sucesivos cambios de posición.
A fines de mayo, con los británicos avanzando en el terreno, el dispositivo de defensa en los cerros que circundan Puerto Argentino se dividía en dos cordones: el primero, en una línea imaginaria que unía de norte a sur al monte Longdon, Dos Hermanas, Goat Ridge y Harriet. El segundo cordón más al este unía Wireless Ridge, los cerros Tumbledown y William y Sapper Hill.
El primer cordón defensivo fueron las posiciones bajo órdenes del subteniente Silva. Desde el 8 de junio de 1982 tuvo la misión de patrullar Goat Ridge de noche, mientras que diurnamente ocupaba posiciones al oeste del cerro Dos Hermanas, junto a la sección del subteniente Llambías Pravaz.
Durante la noche del 10 al 11 de junio, el Para 3 británico atacó monte Longdon; mientras que los Royal Marines de los Comando 42 y 45 lanzaban sus ataques contra los cerros Harriet y Dos Hermanas.
El RI 4 se aferró todo lo que pudo a sus posiciones, heroísmo puro que pagó con su vida el teniente Martella. Y los heridos que van dejando los crudos combates, los subtenientes Nazer, Mosquera y Pérez Grandi.
En la confusión de la noche durante el repliegue y cambio de posiciones Llambías Pravaz y Silva se encuentran. Conformando una sección con los últimos hombres se repliegan hacia el segundo cordón defensivo de Puerto Argentino.
Casi sin respiro, las tropas británicas agotadas, son reemplazadas por elementos del Para 2, de los Guardias Escoceses y del batallón de Gurkhas, que se lanzan en dirección a Wireless Ridge los primeros y hacia Tumbledown y William los segundos.
En una situación desesperada, emergió su espíritu de soldado, pidiendo un puesto de combate para hacer frente a la abrumadora superioridad británica. Es así que lo suman a la fracción del teniente de corbeta Vázquez del Batallón de Infantería Nº 5, ya alistados para los combates finales.
En el anochecer del 13 de junio comenzó el ataque británico con todo su poderío, comandos paracaidistas, guardias escoceses y Gurkhas se enfrentaron a la última resistencia del dispositivo argentino de defensa.
Las posiciones fueron abrumadas por el fuego nutrido del enemigo, no sólo de las unidades de infantería sino también por fuego de artillería.
En sus últimos minutos el subteniente Silva hizo todo lo que estaba a su alcance, ordenó, condujo a sus soldados, y combatió como uno más. Vio la muerte a su alrededor y siguió combatiendo hasta sentir una herida mortal que se abría paso en su cuerpo, el calor de la sangre derramada, preludio de la muerte que se avecinaba.
Un FAP fue su último y leal compañero hasta que cayó.
En noviembre de 1981 egresó como subteniente del arma de Infantería.
No estaba en sus planes lo que se avecinaba en pocos meses más, el lanzamiento de la Operación Azul o Rosario.
El subteniente Silva, destinado en el Regimiento de Infantería 4 de Monte Caseros, en la provincia de Corrientes,recibió la orden de movilización y se comenzó a preparar para ir a la Patagonia para desde allí hacer el salto a Malvinas. Su derrotero fue Monte Caseros, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos.
Apenas llegado a las islas fue destinado al norte del aeródromo, en la península de Freycinet. Más tarde vendrían sucesivos cambios de posición.
A fines de mayo, con los británicos avanzando en el terreno, el dispositivo de defensa en los cerros que circundan Puerto Argentino se dividía en dos cordones: el primero, en una línea imaginaria que unía de norte a sur al monte Longdon, Dos Hermanas, Goat Ridge y Harriet. El segundo cordón más al este unía Wireless Ridge, los cerros Tumbledown y William y Sapper Hill.
El primer cordón defensivo fueron las posiciones bajo órdenes del subteniente Silva. Desde el 8 de junio de 1982 tuvo la misión de patrullar Goat Ridge de noche, mientras que diurnamente ocupaba posiciones al oeste del cerro Dos Hermanas, junto a la sección del subteniente Llambías Pravaz.
Durante la noche del 10 al 11 de junio, el Para 3 británico atacó monte Longdon; mientras que los Royal Marines de los Comando 42 y 45 lanzaban sus ataques contra los cerros Harriet y Dos Hermanas.
El RI 4 se aferró todo lo que pudo a sus posiciones, heroísmo puro que pagó con su vida el teniente Martella. Y los heridos que van dejando los crudos combates, los subtenientes Nazer, Mosquera y Pérez Grandi.
En la confusión de la noche durante el repliegue y cambio de posiciones Llambías Pravaz y Silva se encuentran. Conformando una sección con los últimos hombres se repliegan hacia el segundo cordón defensivo de Puerto Argentino.
Casi sin respiro, las tropas británicas agotadas, son reemplazadas por elementos del Para 2, de los Guardias Escoceses y del batallón de Gurkhas, que se lanzan en dirección a Wireless Ridge los primeros y hacia Tumbledown y William los segundos.
En una situación desesperada, emergió su espíritu de soldado, pidiendo un puesto de combate para hacer frente a la abrumadora superioridad británica. Es así que lo suman a la fracción del teniente de corbeta Vázquez del Batallón de Infantería Nº 5, ya alistados para los combates finales.
En el anochecer del 13 de junio comenzó el ataque británico con todo su poderío, comandos paracaidistas, guardias escoceses y Gurkhas se enfrentaron a la última resistencia del dispositivo argentino de defensa.
Las posiciones fueron abrumadas por el fuego nutrido del enemigo, no sólo de las unidades de infantería sino también por fuego de artillería.
En sus últimos minutos el subteniente Silva hizo todo lo que estaba a su alcance, ordenó, condujo a sus soldados, y combatió como uno más. Vio la muerte a su alrededor y siguió combatiendo hasta sentir una herida mortal que se abría paso en su cuerpo, el calor de la sangre derramada, preludio de la muerte que se avecinaba.
Un FAP fue su último y leal compañero hasta que cayó.

viernes, 24 de septiembre de 2010
Campaña para la colocación del busto del Teniente Estévez en la plaza de armas del RI Mec 25 del Ejército Argentino

Para el mes de mayo de 2011 se espera poder inaugurar el busto del Teniente 1º (Post mortem) Roberto Estevez en la plaza de armas del Regimiento de Infantería Mecanizado Nº 25 en Sarmiento, provincia de Chubut.
La campaña de recolección de bronce ya comenzó en todo el país.
Agradecimiento: G. Stoessel
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miércoles, 15 de septiembre de 2010
Se multiplican los encuentros entre veteranos y seguidores de la gesta de Malvinas, en esta ocasión en Fuerte Barragán

El pasado mes de agosto, en las instalaciones del Fuerte Barragán en Ensenada, provincia de Buenos Aires, donde funciona el museo Héroes de Malvinas, se realizó un ameno encuentro, donde además de conocer el museo en detalle, se pudo compartir un film en el microcine, anécdotas y detalles de los participantes de la gesta e intercambiar información entre aquellos malvineros de corazón.

Un reconocimiento especial para Gabriel (PdeT) por ser uno de los motores de este encuentro.
Fotos: Walter (J T Kirk).
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