La operación Invincible
Fue
protagonizada por dos aviones Super Etendard pertenecientes a la Segunda
Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque de la Armada Argentina (ARA), cuyos pilotos fueron el Capitán de
Corbeta Alejandro Francisco con el numeral 3-A-202 y el Teniente de Navío Luis
Collavino con el numeral 3-A-205, y por el siguiente personal y aeronaves de la
Fuerza Aérea Argentina (FAA):
Hércules C-130, matrícula
TC-69, indicativo "Cacho".
Tripulación: Vicecomodoro
Luis Litrenta, Capitán Guillermo Destéfanis, Mayor Francisco Mensi, Cabo
Principal Juan Perón, Cabo Principal Juan Tello, Suboficial Auxiliar Hugo
González, Suboficial Auxiliar Vicente Reynoso y Suboficial Auxiliar Manuel
Lombino.
Despegó de Río Gallegos a
las 11:25 hs y arribó a Comodoro Rivadavia a las 17:25 hs.
Hércules C-130 matrícula
TC-70, indicativo "Gallo".
Tripulación: Mayor Roberto
Briend, Vicecomodoro Roberto Noé, Mayor Miguel Sánchez, Capitán Osvaldo
Bilmezis, Suboficial Mayor Juan Cufré, Suboficial Principal Carlos Golier,
Suboficial Principal Roberto Caravaca, Suboficial Auxiliar Héctor Sosa y
Suboficial Auxiliar Juan Marnoni.
Despegó de Río Gallegos a
las 11:25 y arribó a las 17:15 hs.
Cuatro Skyhawk A-4C,
indicativo Zonda. Misión: ataque al portaaviones ubicado en la posición 51° 38'
Sur / 53° 38' Oeste, con dos reabastecimientos, armado con tres bombas
retardadas por paracaídas (BRP), cada uno.
Tripulación: 1er Teniente
José Vázquez (C-301), 1er Teniente Ernesto Ureta (C-321), 1er Teniente Omar
Castillo (C-310) y Alférez Gerardo Isaac (C-318). El Teniente Daniel Paredi
actuaría como reserva.
Despegaron de Río Grande a
las 12:30 hs y regresaron a las 16:00 hs.
Las rutas previstas
partían de Río Grande (Super Etendard / A-4C Skyhawk) y Río Gallegos (Hércules
KC-130), convergían a los 55º 50' S / 58º O, donde se haría el
reabastecimiento.
Cada sistema reabastecería
dos veces, a la ida y al regreso, para despegar con máxima carga de armamento.
A partir de allí, con rumbo 330º / 350º descenderían a rasante (100 pies), los
Super Etendard al frente y dos A-4C Skyhawk a cada lado. Se aproximarían
volando en formación a 420 nudos hasta unas 100 millas del blanco.
En este tramo, los Super
Etendard deberían localizar con su radar el objetivo y, veinticinco kilómetros
antes, lanzar el último Exocet regresando, previo reabastecimiento, a Río
Grande.
Acelerando al máximo, los
A-4C Skyhawk se montarían en la trayectoria del misil hasta el buque, cincuenta
segundos después del impacto arrojarían tres bombas retardadas por paracaídas
de 250 kg. cada uno.
La operación estaba
condicionada por una serie de requisitos que debían cumplirse inexorablemente.
Todos se cumplieron a la perfección.
Una vez disparado el
Exocet, los cuatro A-4C Skyhawk (Ureta e Isaac a la derecha y Castillo y
Vázquez a la izquierda), siguieron la estela del misil.
Lo primero que vieron fue
una columna de humo en el horizonte. El impacto del Exocet señalaba el blanco,
pero había alertado al sistema defensivo del portaaviones y su escolta.
Cuando ya tenían
nítidamente al HMS Invincible en las miras, un misil (posiblemente un Sea Dart)
impactó al jefe de escuadrilla, 1er Teniente Vázquez, que se partió en dos y se
estrelló en el mar.
Cinco segundos antes del
lanzar las bombas, la artillería impactó en el 1er Teniente Castillo, cuyo
avión explotó.
Al parecer, su motor cayó
sobre la cubierta y resbaló hasta el hueco del ascensor de aviones, por donde
entró e incendió su interior.
Los dos A-4C restantes
alcanzaron el objetivo, al que vieron despidiendo humo. Los pilotos argentinos
lanzaron las bombas sobre la cubierta. Ureta que pasó primero, cree haber
impactado en la superestructura. Indemnes, se alejaron con rumbos distintos,
haciendo maniobras evasivas. Al serenarse, echaron un último vistazo al buque y
lo vieron cubierto de humo espeso y negro.
Se perdieron de vista
entre ellos pero siguieron rasante en rumbo 230º / 240º, hacia el punto en que
deberían reunirse con los reabastecedores. Primero se avistaron entre ellos y
luego, en el punto exacto, se encontraron con los dos Hércules KC-130.
Ureta e Isaac
reabastecieron y se dirigieron a la BAM Río Grande. La operación había durado
casi cuatro horas. Finalizaba así la operación aérea más imaginativa y audaz
que se haya realizado en este conflicto.
Fuente: Fuerza Aérea
Argentina - Operaciones aéreas